Matrimonio prisionero con un Millonario
saldrá lastimado –Lo dijo
, era tan furiosa que con solo a
nte, arrogante e insignifican
se habÃa atrevido a tanto, de verdad apreci
e grito, y Marlon la tomó del antebrazo y la ar
as cejas encontradas, su rostro habÃa cambiado a tal maando idiota–Mascullo sin q
ás de grosera, eres una bruta, ¿acaso no sabes leer?–La soltó de un tirón, dio media vuelta
hombre y ella nunca iba a llegar a ningún lado, pero t
glas establecidas, el contrato estaba libre, se valÃa todo. Por lo tanto M
amento, se sintió a morir, y un nudo en
rlo
as tan lenta y ve a o
jer salió espavientada de la
re de Estela, quien dio una versión diferente de su hija. Diciendo que era una mujer humilde y sumisa. Marlon se sinti
al punto de levantarse de la cama y apagar el bendito aire acondicionado, l
faltaba el respeto a la noble mujer quien solo intentaba conv
como ellos!–Gritó
rtaba asÃ, cuando las únicas intenciones de é
su señor, ¿Acaso no está
ron, era como si esa pregunta
ncómoda–No soy señora de nadie, y segundo, no estoy feliz de estar c
y siguió su camino no
terminan enamo
la y de inmediat
ar
la chica y ella dice que no
a empleada guardó silencio, estaba segura que si decÃa
ue sigas, ya lo
a de tanto estrés, aparte que no la estaba pasand
ero Marlon le dio un golpe a
ra!–Le grito con
–Respondió la mujer con
diez s
osa vino e
eleró y no dudó en seguir pregunt
de calmarse para no segui
ertenencias que
a orilla de la cama y ag
ñor Ri
ó los ojos y se tumbó a la cama co
en su ex le traÃa muchos s
hbac
no le dolÃa ver como su esposa le suplicaba tiempo y amor, eso era lo único que quiera, ser su amada y única esposa. Por su parte Marlon era un hombre sumamente mujeriego, se podrÃa decir que andaba con cuatro a la v
y agregó estas frÃas palabras–¿Acaso pensaste que ibas a amarrarme
cambiarÃa con es
iendo fila, eres y serás una más de mis mujeres. Y si no q
de Raquel, se sintió a morir, por ta
eses de embarazo, era el segundo
con nombre: Mario, y su segunda hija qu
empre se mostraba como una esposa felÃz delante de su familia y la pren
lashb
uerta con un toque toque insistente. Por tanto Marlon