Matrimonio prisionero con un Millonario

no quiero ver a nadie–R

ría ver a la joven así de triste, quiso

lo trato de ser amabl

ero esc

a, solo qui

lo vas a

ella, era una mujer de algunos cincuenta años con una vida recorrida,

echo algo

fiar en la mujer, más porque le h

or el cuello. ¡Casi me mata!

– Dijo con imp

no se va a quedar así–R

se le ocurr

dejado el cuello–Le mostr

o, no se le ocurra hacer nada, usted no

ó con ironía. En el fondo se sentía partida en

pidas por la arrog

a cambiarte

se la empleada le

ped y sin mirar a Marlon se dirigió a la habitación, escogio un jens negro con un b

ó una pequeña punzada en su brazo izquierdo, no se preocupó ya

o de sus hombres, le hablaba en un tono muy ele

!–Le abrió los ojos y

el reflejo de Estela, por lo tanto bajo

jos en blanco, pero acató la orden de su esposo–Más tarde terminar

sabía que no había hecho su trabajo bi

donde se encontraba Estela m

ió al auto, no quería pelear con Estela, ya hoy ha

llevas?–pregu

pital–Ella lo

o? ¿Estás enfermo?

guntado mucho. ¿Podr

tenía sentimientos a la hora de hablar, era cr

asomó a la ventana a mirar el campo, le generó

o, pero para Marlon era como entrar en su propia casa, la recepcionista del

súper importante, y fue allí donde sintió que el dinero lo hacía todo, hasta el trato de la

consultorio del doctor, quien estaba súper feliz de tener a Marlo

uí–Dijo el médico. Marlon tom

quedó anonadada luego de escuchar la p

on a Estela, pero solo el méd

ho su mano. Pero Estela no se la dio, para ella todo lo que tuviera que ver con

inimos–Dijo Marlon inter

é se debía su grata presencia

a con Estela, y que le preocupaba verla de esa man

nto y empezó a tomarle la presi

reguntó Oscar mirand

e pasaba algo, pero ella solo mintió era muy orgullosa, n

mal en Estela, ya que a simple vista todo indicaba estar bien. No

a Marlon para susurrarle unas cuantas co

Dijo Marlon despidiéndose de su hermano y lueg

, por tanto se apoyo de las barandas del asc

ntó Marlon mientras

ien–Respondi

con mi herma

mediato se soltó d

s terca, carajo

, y jamás me v

ejadas y vamos

iso uno. Marlon no dijo nada, solo guardó silencio y se rasco la cabeza. Al

empezó a limpiar su brazo con la palma de

anto vio a Marlon qui

e vayas a mi Instagram y me si