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Caricias de chocolate |AFL Libro 2|

Capítulo 4 4.

Palabras:2529    |    Actualizado en: 06/08/2023

e carcome el cerebro. Miro mi celular, en específico el nomb

n, no quiero arruinar el ambiente de trabajo porque no me conv

e para

ntención. Sin embargo, estaba bastante susceptible,

pido disculpas, no he podido dejar de pensa

o, lo l

viar. Unos largos segundo después, me l

je de

bastián. No vuelvas a disculparte por ser quien eres, al parecer así va a ser nuestra relación: cuando estés suscepti

er que mereces ser disculpado una vez más. No o

rá y la estaré esper

ches, señ

o, llevando mi almohada a la

á bien. Par

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emos trabajado en nuevos encargos, exitosos por supuesto, pero n

uitarme esa mirada inspectora suya como si hiciese notas mentales. La he visto con u

a la realidad. Alzo la mirada en busca de sus oj

ón de varias compañeras. Hay un deje de vergüenza en su mirada, pero

onal -añade, acercándose a mí con los brazos cruzados-. Estoy su

las noches -me burlo, volviendo mi mira

ulla, saliendo

que aún está un poco dolida por lo que pasó el lunes, pero he tratado de llevar nuestra relación, c

ue ha fu

ener la plaza fi

de cobros al cliente. Se tensa cuando nota que me est

lar con usted un

eñor Díaz? -preg

las -

dice nada. Federica suspira y asiente, alejándose

-pregunta, al

e saco de tus casillas, pero a pesar de todo, nuestra relación es tranquila. Espero n

e algo te pasó el lunes y creo que cualquier cosa te hubiese hecho ex

hacia adelante-. Me arrepentí al segundo en que te

rente -aclara y yo sonrío con

ago el inocente, sin quita

estás haciendo! -responde, dándome

paz. Me conviene llevarme bien con ella, si la situació

rmana. Ruedo los ojos y niego con la cabeza: quiere ir de fiesta con sus c

ese tipo de sitios. Tengo 25 años, no soy un anciano ni nada por el estilo, pero es

mpre. Ella me mira y rueda los ojos, cosa que me hace reír un poc

ja alzada. ¡Siempre a la defensiva, por Dios! -. La much

ere, buscando dentro

ablaba con mi hermano -respondo-. Au

mi prima es una persona un tanto difícil, tu hermano un imbécil. ¡Creo que es ge

o, rodando los ojos-. ¿Y p

oces? -pregunta, f

ma escuela -respondo, ocultando un po

-. Gabriela también y va a la misma escuela que ellos. T

rmuro, mirando hacia

eb

mo ofrenda de paz, de forma amistosa. La encaro,

re y yo me tenso de inmediato, irguiéndome en mi puesto.

otros -contesto un poco tosco y suavizo mi

, alzando las manos en señal de paz-.

do y me acerco para dar

e mi gesto pero sigue su camino como si sus meji

acer -murmuro para mí mismo, ant

laza fija por

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stina. En lo único que Mauricio y yo estamos de acuer

n Café Toscano, cenando con el dueño y amigo de Mauricio, Aarón. Trato de asist

e lo más profesional y maduro posible, noto su mirada dura sobre mí

l restaurante. También

sonaje muy divertido. Tengo que admitir que la hermandad que veo entre é

serva detrás de mí. En un momento se levanta, excusándose con que tiene que ir al baño y yo le sigo

tá en una cita ya que hay dos copas de vino en la mesa y se ve impaciente. Me sonríe por cort

a de ese idiota desde que empezó a estudiar, hace cuatro años,

e evitaré el dolo

o campo de visión. Está muy bonita, cosa que no

e Montserra

etulante en el rostro. Entonces, algo hace clic: ¿Acaso Maurici

se. Cristián le entrega su saco a Gabriela, colocándoselo sobre los hombros y ella s

erdiendo de algo. ¿No y q

rtamento que comparto con Montserrat. Frunzo el ceño

tar esa cara de imbécil -me dice, en

burlo de vuelta, recordand

iendo televisión cuando llegamos y brinca a abraza

gunta ella, enroscando sus bra

s. ¿Todo bien en clases? -pregunta él

n y yo somos los mejores de la cl

sponde con

e y, en vez de tomar una actitud sumisa como todo el mundo, le cantó las cuarenta. Me parece diver

a voz de Federica se abre paso en m

restaurante se repite en

con mis compañeros de la esc

yo al unísono, ganándonos una m

e él y corriendo en dirección a

no estoy para

so -respondo, lanzándome sobre el sofá-.

, pero nunca el chasquido que genera el cerrar la puerta. Miro sob

antándome a cerrar la

a la prima de Gabriela? -sale M

s términos -hablo, pero lo pie

ue se queden en el depa y si Gaby me dice qu

ca irá? -pregunto, end

saben que ustedes van, porque van a ir

orita va a salir con Montse mañana, es probable que acepte. ¡

un imbécil se le ocurre propasarse con alguna de ustedes, ¿podrá solo

ue mejor te quedes -ironiza, sonriendo con mali

le digo, rodando los ojos-.

ela -se burla ella, rien

ando el extraño suceso en el r

jas. Buenas noches, hermano -me dice, abrazándose a mi c

-respondo, ganándome

ando de mis labios. Ha sido una larga semana, ajetreada, un poco diver

e le queda muy bien, aunque no lo admitiría en voz alta. Además, me he dado cuenta que siempre tie

a testaruda? -me regaño en vo

uelta para quedar sobre la misma y me quedo dormido pensando en

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