Caricias de chocolate |AFL Libro 2|
o podré soportarlo, mucho menos ten
se pendejo me
ruendo que alerta a mi hermana. Me encamino a la cocina y me sirvo un vaso de
Montserrat y yo la esquivo, pero e
vierto-. No est
qué carajos te
r dando órdenes -la mo
i sangre -dice, golpeando levemente mi pecho antes de darme la e
o el vaso sobre la barra de la cocina-. Y que Ma
lles el contexto, por
consiguió quince días de prueba, eso fue lo que me dio. ¡Como si no b
ta Montse, mirándome
puta, me va a v
mandíbula-. Mira, el papel de niña malcriada es mío, no tuy
plaza fija -le recuerdo
se burla de mí, negando con la cabeza-. No creas que el Díaz es el pase par
y baja con agitación mientras la
anas que tienes de callarle la boca a papá. Pues... ¿crees que con esta actitud lo vas a lograr? Solo vas a darle la razón -s
living, sopesando s
l sofá y me restriego la cara con las mano
junto a mí-. Y a los jefes hay que enamorarlos, tenerlos contentos. Así que te aconsej
haré maña
edir disculpas -me aconseja ella-. Y contr
Ya veré como resuelvo eso. ¿Cuándo es que empiezas c
ulo -me remeda-. Estuve con Mauric
, sacudiendo la cab
sí! -chilla y se abalanz
Alexandra! -ex
sigue in
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ola a través de la ventana. No quiero entrar ahí y digerir el or
nc
La campana informa que he entrado y muchas voltean a verme, alg
ás mujeres que hombres. Siem
mí área: la cocina. Elena es la primera en m
, desviando la mirada para volver
stián -cedo, mostrando un
ira con otras compañeras de trabajo
es, p
r la filipina. Me queda muy ajustada, se nota que es al menos una talla más pequeña y los músculos
sordo. Salgo del baño y me encuentro, nada más y nada menos que, con F
ería a verlo por aquí -ironiza
do de igual forma, cruzándome de bra
restando atención a su casillero. Se alza de puntitas y m
una sonrisa traviesa se asoma en mis labios. Alzo l
perdido algo
ondo, car
ando salga del baño! -ordena, pasando
scullo para mí mismo, restre
fuerzas de pedirle disculpas, pero las palabras se me atoran e
de que mis palabras son sinceras, aunque no lo sean. Sin embargo, me la pone muy difíc
urre encabronar a
basto -informa y busca con la mira
mesa, restándole atención a todo l
-exclama Federica,
clic en mi cabeza
e preste apoyo afuera -ord
cultarse tras su jefa. Dejo todo lo que estoy haciendo y me encamino a la sal
e de bandera blanca entre nosotros, atendiendo a los clientes con
y cuando miro en dirección a la cocina encuentro a la causante de ello.
alza el mentón y la ceja, retándome. Porque, al
rección. Noto como su cuerpo reacciona a mi acercamiento, ten
nso -murmuro, ce
imiento de cabeza. Me adentro en el baño, sintié
trágate las jodidas cuatro letras de tu apellido. Eres un
ujón más de su parte. Ella contesta al segundo ton
as a tu jefecita? -Pregunta a modo burlón, hac
e hecho caso en todo -las palabras salen atropelladas de mi boca y te
aso prefieres ver la cara de felicidad de papá cuando te boten del
sarcasmo-, supongo que
se tan fácil-. A ver, al menos empieza pidiéndole disculpas a alguien más q
e fui malo con alguien m
Quien no te conozca que te
mi plan perfecto. Ella me hundió hace unos minutos con Federica,
a mirada. La castaña se encuentra muy concentrada, armando deco
e mientras apoyo mi barbilla en el dorso de mi mano par
rabillo del ojo noto que se limpia la palma de sus manos en la filipi
actitud de ayer. La verdad es que empecé el día con el pie izquierdo y la pagué con perso
o, mirándola directamente a los ojos. Su gesto se apaga
e habla muy bien de ti. Mejor que tu actitud de ayer -me dice, coloc
as por disculparme -le
rrar mis manos en puños y respirar hondo antes de encararl
a -digo, o
stoy casada, ni hijos pa
-murmuro para mí mismo
uando ella ha terminado con un pastel que nos han encargado, se acer
, pero con ella me cuesta muc
egunta, si
suspiro, capta
o que se me fue arrebatado -le digo y luego desvío la mirada, recriminándome por decirle eso a ella-. No sé por qué te d
cero. Sin embargo, no habrá bor
re decir es
nar porque estés arrepentido -me aclara, sacudiéndos
seguir,
a compensa -añade-. Ahora... ¿podemos c
on ojos entrecerrados. Yo le guiño un ojo y