icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Si el amor duele

Capítulo 3 Promesa rota

Palabras:892    |    Actualizado en: 25/08/2023

Aunque sabía perfectamente que Elliott era un hombre terco, todavía tenía que intentarlo. Entonces, una idea surgió en mi cabeza. Lo miré y dije: "Estoy de acuerdo con el divorcio, pero con una condición. Debes quedarte aquí esta noche y acompañarme al funeral mañana. Firmaré los papeles de divorcio justo cuando se acabe el funeral".

La burla llegó a los oscuros ojos de Elliott mientras entrecerraba los ojos y decía: "Entonces, compláceme".

Soltó mi barbilla y susurró en mi oído: "Gianna, si quieres algo, tienes que ganártelo".

Su voz clara estaba llena de deseo y picardía. Era más que evidente lo que estaba pidiendo. Sin pestañear, lo abracé y levanté la cabeza para mirarlo. Él era mucho más alto que yo.

Sabía muy bien que era patético de mi parte usar esta técnica simplemente para hacer que el hombre que amaba se quedara conmigo.

Justo cuando estaba a punto de deslizar mi mano debajo de su camisa, él me detuvo. Lo miré sorprendida por el toque amoroso que vi en sus ojos. Sin embargo, lo escuché decir: "Es suficiente".

No sabía lo que quería decir. Mientras lo miraba desconcertada, él se desnudó y se puso su pijama gris.

Me tomó varios segundos comprender sus acciones. ¡Se iba a quedar!

Sonreí con felicidad, pero mi alegría fue efímera. Repentinamente, una voz de mujer se escuchó desde afuera de la ventana. "Elliot...".

Por enésima vez en los últimos minutos, me quedé estupefacta. En ese instante, Elliott fue al balcón y miró hacia abajo. En un segundo, regresó, tomó su abrigo y salió de la habitación sin mirarme.

De inmediato, la curiosidad me llevó al balcón. Allí, vi a Olivia parada bajo la lluvia, llevando un vestido delgado. Ella estaba temblando, luciendo débil y lastimera.

De repente, Elliott apareció y le puso su abrigo sobre los hombros. Justo cuando estaba a punto de reprenderla, ella lo abrazó y comenzó a sollozar como una niña. Al verla, él empezó a acariciarle la espalda amorosamente.

Esa escena me demostró una vez más que yo no era rival para Olivia. Esa mujer todavía lo tenía comiendo de su mano a pesar de que habíamos estado casados por dos años.

En ese momento, Elliott sostuvo a Olivia en sus brazos y la llevó adentro. Me quedé en la escalera y miré con desdén a los dos amantes empapados, bloqueando su camino.

"¡Fuera de mi camino!", rugió él, mirándome con disgusto en sus ojos.

¿Acaso yo estaba triste porque traía a otra mujer sin tener en cuenta mis sentimientos? Quizás...

La vista sola me lastimó tanto los ojos como el corazón. Después de todo, ¿qué mujer estaría contenta al ver a su frío esposo tratar a su amante como una reina?

"Elliott, sé que no tienes respeto por mí, pero, ¿ni siquiera respetas a tu abuelo? Recuerda que le prometiste que nunca la traerías mientras yo viviera aquí".

Era muy humillante que Elliott quisiera llevar a Olivia a mi casa. De hecho, ese era el único lugar donde no tenía que competir con ella. Incluso la dejé tenerlo por incontables noches. ¿Cómo se atrevía ella a aparecer en mi casa y hacer que él rompiera su promesa?

"¡Ja!". Elliott se burló de repente. Luego, me empujó y dijo: "¡Te tienes en muy alta estima, Gianna!".

En seguida, aquellas palabras clavaron mil cuchillos en mi frágil corazón. Me quedé allí mientras mi propio esposo llevaba a Olivia a la habitación de invitados.

Parecía que esa noche estaba maldita.

Olivia siempre estaba delicada de salud. Y como se empapó con la lluvia, no pasó mucho tiempo antes de que se resfriara y tuviera fiebre alta. Por lo tanto, Elliott estaba muy preocupado. Él la cambió de ropa y secó su cabello mientras yo los observaba desde la puerta tras haberme colado en la habitación de invitados.

Tal vez él se sentía incómodo o asqueado con mi presencia. Después de arropar a su amante sobre la cama, me dedicó una mirada fría y dijo: "Puedes irte a la vieja mansión de mi familia y quedarte allí esta noche. Olivia tiene fiebre y ya es muy tarde, así que no puedo enviarla a casa".

¡Qué descaro! Él era consciente de era muy tarde, pero de todos modos me estaba mandando a la vieja mansión. ¿Era eso lo mucho que mi propio esposo me odiaba? ¡Ja, ja, ja!

Era mi culpa. No debí haber entrado.

Mirando su espalda durante un largo rato, reflexioné sobre cómo recordarle lo lejos que quedaba la vieja mansión de allí y lo peligroso que era para una mujer estar afuera a esa hora.

Él parecía haber olvidado que estaba allí parada. Entonces, acarició las mejillas rojas de Olivia mientras la miraba con ojos preocupados y llenos de amor.

Era más que evidente que mi seguridad no le importaba en absoluto. No obstante, logré decir con serenidad: "Me quedaré en mi habitación. No puedo ir a la vieja mansión a esta hora".

Yo nunca me pondría en peligro a mí misma solo porque él quería un tiempo a solas para cuidar a Olivia.

Maldiciendo a esos dos en mi mente, salí de la habitación de invitados en seguida. En el pasillo, vi a Colton Blake apresurándose hacia mí. Él llevaba puesto un pijama negro y un par de chanclas. Parecía que estaba dormido y había venido lo más rápido que pudo.

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Embarazo no planeado2 Capítulo 2 No te vayas3 Capítulo 3 Promesa rota4 Capítulo 4 Un chef para su amante5 Capítulo 5 El insulto más frío6 Capítulo 6 Olivia estaba embarazada7 Capítulo 7 El funeral de Lorenzo8 Capítulo 8 Nieto desagradecido9 Capítulo 9 Una buena actriz10 Capítulo 10 Consejo amistoso11 Capítulo 11 Una bestia borracha y lujuriosa12 Capítulo 12 Sugerir el aborto13 Capítulo 13 Rescate14 Capítulo 14 Misión nocturna15 Capítulo 15 Colton se enteró16 Capítulo 16 Intento de asesinato17 Capítulo 17 La actitud de Elliott18 Capítulo 18 Necesito someterme a un aborto19 Capítulo 19 Encuentro para cenar20 Capítulo 20 No tienes derecho a decidir21 Capítulo 21 Realmente tuve un aborto22 Capítulo 22 Ven al bar y llévate a tu hombre23 Capítulo 23 Triángulo amoroso24 Capítulo 24 Asumir la responsabilidad25 Capítulo 25 Está embarazada26 Capítulo 26 Elegir gigolós27 Capítulo 27 Dos alborotadores28 Capítulo 28 Ayudar a regañadientes29 Capítulo 29 El consejo de Colton30 Capítulo 30 Fotos de la infancia31 Capítulo 31 Ser tratada como una marginada32 Capítulo 32 Cuatro años atrás33 Capítulo 33 Avergonzada34 Capítulo 34 Asignar tareas difíciles35 Capítulo 35 El trato36 Capítulo 36 Negociación37 Capítulo 37 La auditoría38 Capítulo 38 Los intrusos de la cena39 Capítulo 39 El dilema de Elliott40 Capítulo 40 Un problema oculto41 Capítulo 41 Acusación por narcotráfico42 Capítulo 42 Una llamada nerviosa43 Capítulo 43 El secreto ha sido descubierto44 Capítulo 44 Acaso no merezco ser su padre45 Capítulo 45 Estoy hambrienta46 Capítulo 46 Una escapatoria para Melissa47 Capítulo 47 Salvar a Melissa48 Capítulo 48 Hija desaparecida49 Capítulo 49 Un pretendiente demasiado insistente50 Capítulo 50 Hallándose incapaz de excitarse51 Capítulo 51 En una encrucijada52 Capítulo 52 Las vacaciones de Melissa53 Capítulo 53 Salvar a su amada54 Capítulo 54 Mi enfermedad55 Capítulo 55 Qué tipo de mujer soy56 Capítulo 56 Recuerdos57 Capítulo 57 Compañero de viaje58 Capítulo 58 Problemas empresariales59 Capítulo 59 Lesión en la cabeza60 Capítulo 60 La aparición de Jerrold61 Capítulo 61 Los rumores62 Capítulo 62 Charla emocional63 Capítulo 63 El enojo de Elliott64 Capítulo 64 Una visita inesperada65 Capítulo 65 La amenaza de Jerrold66 Capítulo 66 Asistir a la fiesta de cumpleaños de Vicky67 Capítulo 67 La hija de Vicky68 Capítulo 68 Buscar pelea69 Capítulo 69 Por qué no merezco estar con él70 Capítulo 70 La pelea71 Capítulo 71 Elliott y Jerrold72 Capítulo 72 Discutir con Elliott73 Capítulo 73 El final de la historia74 Capítulo 74 La terquedad de Elliott75 Capítulo 75 Puedes secarme76 Capítulo 76 Él solo se preocupa por Olivia77 Capítulo 77 Te gustaría dormir conmigo78 Capítulo 78 La petición de Spencer79 Capítulo 79 Una buena vida juntos80 Capítulo 80 Ven a acompañarme81 Capítulo 81 Él no morirá82 Capítulo 82 Eres su esposa83 Capítulo 83 Cenando84 Capítulo 84 La policía arrestó a Olivia85 Capítulo 85 Eres la única con quien tengo una relación86 Capítulo 86 No me envíes lejos87 Capítulo 87 Quién es más sucio88 Capítulo 88 Se supone que para eso me hiciste enojar89 Capítulo 89 La demencia de Jerrold90 Capítulo 90 Sabes qué hay en la caja91 Capítulo 91 Hacer lo que normalmente haría Olivia92 Capítulo 92 Sé tú misma93 Capítulo 93 Directo al grano94 Capítulo 94 Cinco meses95 Capítulo 95 La consideración de Elliott96 Capítulo 96 La nueva secretaria de Elliott97 Capítulo 97 Elliott estaba en problemas98 Capítulo 98 Problemas99 Capítulo 99 La crisis del Grupo Crawford100 Capítulo 100 Dejar el Grupo Crawford