Ahkn
ando lo que sin duda alguna sería otro luminoso
movió en la cam
adrugada cuando Morfeo le permitió caer en sus brazos, aunque siendo honesta a la verdad, tampoco pudo descansar en ellos. Las pe
s no se estaban acostumbrado a la claridad y no podía enfocar bien lo que la rodeaba. Pasados unos minutos al fin dejó de ver borroso con cuidado se restreg
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no podía volver a conciliar el sueño. Se quitó las sábanas de encima y posó sus pies en el p
dera y se desvistió, metiéndose debajo de esta. El agua caliente caía tibia relajando sus músculos en el pr
levado con ella algo de ropa y estando ya vestida salió del baño. Fue directamente a su bolso y
a pantalla para av
i
nvolunta
nque no podía ser hipócrita, ella también los había extrañado en ese corto tiempo
atendió la
ñana. ¿Qué carajos quieren? -preguntó en
dece que tienes unos geniales
jos, su amiga no pod
ue ambas chicas empezarán a discutir, nada terminaría bien
cansado, pero solo eso. El h
viaje. -Asintió, el trayecto hasta allí le había encant
s? -pregun
Llegó ayer, seguro no ha ten
engo una novedad. Algo q
y muy sorprendidos por todo. Se dió cuenta que se estaban conteniendo para no interrump
s g
ieron. La pelirroja levantó
que tendrías que haberte fija
El teléfono comenzó a sonar y en la pantalla aparecido el número de Mark. -Chicos, me tengo que ir; Mark me e
-la voz de Mark se es
ías ¿Cómo
einta minutos. Te esperó en el restaurante. -dijo, aunque a Elizab
es agitado. -preguntó con sutileza, a lo
que hacer, el trabaj
si te estresas t
una risa brotand
izzie. Bueno nos vemos e
di
olgaron l
, pantalones beige, y una franela blanca. Para completar, combinó todo con unas botas negras y un sombrero. En dónde sea que fuese en ese
todas sus cosas
zabeth le costó bastante encontrar Mark en aquel tumulto de gente. Lo vio senta
e hayas pedido el desayu
idad. -Pero por favor, siéntate. -le dijo señalando una
rviosas, estaba muy ansiosa por comenzaron su trabajo.
ego iremos a las ruinas, quiero presentart
y fruta. Todo eso acompañado por un delicioso jugó de naranja, y una taza de café humeante. Le dio un mordisco a su tostada y suspiró, aquel
a por empezar. -le dio un sorbo a
mis trabajadores, viene de Alemania, pero es un e
quiero hacerl
a, primer
rminar de comer, se armó de valor para preguntarle
mbre se abrió con sorpresa, pero luego se recompuso,
o y yo tenemos meses intentado encontrarla y
ninguna princesa egipcia, al menos no
on simpleza. Una imagen vino a su mente. Si conocía a
no me equivoco. -Mark le dio una mirada orgullosa, como si hubiese esperado que ella sup
woys. -Liz se sonrojo, no estaba acostumb
in? Eso es lo que la mayoría de los arqueológicos señalan. ¿Por
estigación señala lo contrario. Cree
h se sor
pos
ero decir, al parecer ya sa
al encontrarla solo puede ab
uál
a un filtro para deslizarse. Descubrió aún siendo muy pequeña que si se concentraba lo suficiente en algo, podía ignorar fácilmente todos los pensami
ente seguros que la lla
res estuvieron investigando antes de morir, pero como siempre le pasaba cuan
en su cabeza que no se pa
pesaba y quizás fuesen imaginaciones de la pelinegra, pero le pareció que es
aba de susurr
dejes e
ent
se re
descartable. Aquel hombre había sido amigo de sus padres y pr
que pudiera tener o que pudiese desear Mark que lo impulsará a engañarl
e toda su fuerza de voluntad para no desmayarse allí mismo. Posó su mano so
le iba a
onfiar ni en su p
mblorosas, así que se aclaró la garganta antes de volver a
ntos y papiros que... Lizzie ¿Estás b
contrar un lugar dónde pudiese respirar aire fresco. Sabía que estaba teniendo un ataque de pánico, pues, a
para, que sólo necesitaba respirar un momento o cualquier excusa que se le ocurriera. Pero no pudo cont