Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Novia del Señor Millonario
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Extraño, cásate con mi mamá
El dulce premio del caudillo
El réquiem de un corazón roto
Los Mellizos del CEO
Yo soy tuya y tú eres mío
El gran regreso de la heredera despechada
― ¿Lista para esta nueva etapa? ―dijo Carla mientras ordenaba sus cosas en el
maletín―. Siento que Dios nos tiene preparadas grandes cosas para este tiempo.
―Me habría gustado quedarme en Buenos Aires, pero es por obediencia que estamos
aquí ―contestó Andrexa mientras tomaba de a largos sorbos su café―. Estamos donde
Dios quiere y con eso suficiente para estar feliz.
Carla, su esposo y Andrexa, su sobrina, fueron llamados a abrir una iglesia en una
ciudad de Córdoba. Empezar de nuevo no iba a ser fácil.
Andrexa comenzaría el último año de bachillerato en una escuela donde no conocía a
nadie, lejos de sus amigas y de su iglesia a la que sentía como su segundo hogar. Sus tíos
consiguieron trabajo y alquilaron una casa donde vivirían a partir de ahora.