Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Novia del Señor Millonario
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
¡¡¡Buenas tardes o noches, bellos lectores!!!
Primero que nada muchas gracias por entrar a esta historia. Aquí encontrarán una historia corta de romance, con temática de mafia y escenas +18.
Quiero advertirles que es una historia cruda, con contenido violento y escenas de violencia física y sexual. Si son sensibles ante estás temáticas, tal vez no deberían continuar con la lectura.
Si desean quedarse sen bienvenidos, no olviden guardar la historia en sus bibliotecas, dejar un comentario. También si lo desean pueden seguirme o entrar a mi perfil, allí encontrarán varias historias que podrían gustarles.
Muchas gracias y disfruten la lectura.
Prólogo
Sol es una adolescente dulce e inocente, desea huir de su vida sumergida en la violencia y la muerte. Su hermano mayor es jefe de una peligrosa pandilla la cual se dedica a traficar, asesinar y toda clase de delitos.
En su búsqueda de la libertad conocerá a Kian, el temido líder de la pandilla rival de su hermano, un hombre frío y egocéntrico, por quién sentirá una peligrosa atracción. Sin embargo, también conocerá a un ser oscuro e implacable quién se obsesionara con ella.
—Por favor no le diré a nadie...Déjame ir — Le suplicaba con lágrimas en los ojos—¿Que quieres?.
—Te quiero a ti y ya te tengo, eres mía para siempre. — Responde ajustando mis esposas — Nunca te dejaré ir.
¿Podra liberarse o será consumida por la oscuridad?.
Capitulo 1: Mi pesadilla
Sol
Estoy tratando de estudiar, pero no puedo debido a que escuche gritos que provenían del living de mi casa.
Cuando baje me percate de que mi hermano Sebastián le está gritando a mi madre, lo cual es usual en esta casa.
— ¡No me vuelvas a hablar así, zorra!
Ella no se controla y le lanza una cachetada lo cual lo enfurece aún más.
Como sé lo que ocurrirá me posicionó en medio de ambos, pero él jala mi brazo empujándome hacía el sofá.
En mis dieciséis años de vida nunca me ha lastimado físicamente, más de un empujón no me ha hecho.
Debo admitir que me sorprende porque él es muy violento.
— Cálmense los dos por favor.
Ellos me ignoraron y siguieron discutiendo, al parecer mamá cocina algo que a él no le gusta.
Es el drama de todos los días, mamá casi siempre lo tolera y pocas veces le responde.
Sé que es triste, pero eso lo aprendí de ella a soportar golpes y humillaciones.
Mi hermano es muy violento y le gusta que hagamos todo como él ordena, debido a que trae el dinero a la casa hace su Santa voluntad.
A mí no me aterra ser pobre sino él. El negocio de Sebastián es el narcotráfico.
A él no le tiembla la mano para lastimar o asesinar y yo temo que me lastime.
Mamá me tiene advertida que si no hago lo que él desea ella no podrá defenderme de sus ataques.
Trate de ignorarlos y me dirigí a la biblioteca para intentar estudiar.
La cena se canceló y de todas formas no tengo apetito, me centré en leer hasta que sentí que mis ojos comienzan a cerrarse.
Casi salte del susto cuando alguien me cargo en brazos, ese alguien es Sebastián.
Él tiene el cabello oscuro, los ojos color verde, el cuerpo musculoso y repleto de tatuajes, los puedo ver debido a que está vestido solo con un boxers.
Esa es su manera de vestir para dormir y así se pasea por la casa en los desayunos. Mamá lo regaña, pero como mencione antes a él no le interesa su opinión.
— ¡Estás loco, mamá sigue llorando!
— Déjala sol y también deja eso — se refiere a mi libro
Él me quita el libro y no puedo tomarlo debido a que me gana en altura y fuerza.
Él es cinco años mayor que yo.
— Dámelo— Me subo al sofá para alcanzarlo solo causando sus risas.
— A la cama— Me dice cuando me carga en su hombro
— suéltame— Río pegándole a su hombro
— silencio nena ven a dormir
Cuando llegamos a mi habitación él me bajo en la punta de la cama y comenzó a observarme extrañamente.
— Buenas noches—Señaló la puerta indicando que se marche.
— ven— Él se recuesta en mi cama
— somos grandes, Sebastián
— ¡En esta casa se hace lo que yo digo, nena, ponte el pijama!.
— Bien enseguida regreso
Me dirigí al baño y me vestí con mi pijama el cual consta de un short pequeño y una remera lisa blanca, de tiras y sin brasier.
Cuando regrese a la cama él ya estaba acurrucado.
Me recosté en la punta pero el tomo mi cintura pegándome a él.
— vi a Mateo— le comente.
— ¡No lo menciones Sol!— Me exige
— Pero...
— Cállate y duerme — Me ordena
— Bien
Él gira mi cuerpo logrando que lo mire a los ojos y me abrazo aún más fuerte.
— No me gusta gritarte, pequeña — Deposita un beso en mi mejilla
— Lo sé
Él sube sus manos a mis mejillas acomodando mi cabello.
— No quiero que me tengas miedo mi amor, yo nunca le haría daño a mi pequeña.
Él deposita otro beso en mi frente
— Para que se te quite esa cara de susto te haré cosquillas
Negué con la cabeza pero él me ignoro
Se colocó arriba mío y me hizo cosquillas en los brazos, hombros y mi estómago provocando mis risas.
Lo detuve cuando se excedió y por accidente manoseo mis pechos.
— Ya basta, Sebastián.
— Tranquila, Sol, ya es hora de dormir.
***
Me desperté debido a los ronquidos de Sebastián y sus manos rodeando mi estómago.
— Sebas— Pronuncie
— Déjame dormir
— suéltame se me hace tarde y debo ir a la escuela
— hoy no se me antoja que vayas, Sol sabes que tú haces lo que yo ordeno.
— Sebas tengo que ir a la escuela— Replico
— Ya dije que no, Soledad, recuéstate otro rato.
No tuve opción y seguí durmiendo, hasta que observe que mi mamá nos está mirando.