Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
Escucho un sonido, abro los ojos sorprendida. Tomo mí vientre con susto, no comprendo. Salgo de la cama, camino en puntillas de pie. En cuanto abro la puerta, un sujeto en el suelo me asusta. Cubro mi rostro y mis ojos están llenos de lágrimas. No entiendo que ocurre, pero cuando un disparo suena por todo el salón, sé que es algo muy malo.
Estoy temblorosa, dando pasos confusos. Bajo las escaleras, veo cuerpos girando, golpes, puños. Hay una gran pelea en la mansión, no sé a dónde voy pero… quiero encontrar a mí esposo.
—¿Gabi? –comento con dificultad, lo busco con la mirada, no lo encuentro.
Vuelvo a repetir su nombre, lo hago con más ansias, con la certeza de no encontrarlo. Tengo miedo, veo todo borroso por el agua en mi iris. Avanzo, lo hago a pesar de ver a dos hombres disparando. Ahogo un grito, me cubro el rostro y sigo avanzando. A unos metros puedo ver a Gabriel, está dando indicaciones y tiene un arma.
Nunca vi a Gabriel así, ni siquiera lo imaginé alguna vez. Su sonrisa se mezcla en mí rostro confuso, se acerca corriendo y me observa. Sus ojos están entrecerrados, me toma de la barbilla, la levanta y sonríe.
—Isabella –murmura y asiento, confusa ¿por qué pregunta mí nombre?
—Amor ¿qué ocurre? –quiero saber asustada, me toma de la mano. Esquivamos cuerpos luchando, y otros sin tanta suerte.
Entramos a una habitación, toco mí vientre el cual aún no se nota, no sobresale, pero ambos sabemos que está ahí.