Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Mi esposo millonario: Felices para siempre
Una esposa para mi hermano
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
"Ay..."
Carley Chambers sintió un calor que recorría todo su cuerpo. Cuando se dio la vuelta en la cama, su mano de repente rozó un músculo firme.
Sus ojos se abrieron de par en par. En aquella oscuridad, ella se había topado con una mirada que era penetrante.
"¿Quién... quién eres?", preguntó asustada.
El sujeto bajó su cabeza y le estampó un beso.
Mientras la química entre sus labios se mezclaba, la pasión y el deseo hacían que el aire se fuera espesando.
El corazón de Carley latía con locura. Ella temblaba tratando de alejar al hombre que estaba enfrente suyo. Sin embargo, debido a los efectos de las dr*gas, sus manos tan débiles solo habían logrado arañarlo un poco.
Y para colmo, ese simple gesto suyo, solo había avivado el fuego del aquel sujeto, quien con sus labios, recorría la piel de Carley mientras plantaba besos en cada centímetro de su cuerpo.
Después de una noche de intensa pasión e intimidad...
La aturdida Carley volvió a abrir sus ojos y se llevó la sorpresa de su vida: había un desconocido acostado junto a ella.
El hombre todavía parecía estar dormido. Pero, cuando Carley lo observó bien, notó dos cicatrices de cuchillo en forma de cruz, que reposaban en su espalda y lucían sombrías y aterradoras.
Ella se congeló de ipso facto; su mente se había convertido en un revoltijo de miedo y confusión.
Su último recuerdo era del día anterior; de su cumpleaños número 18. Su medio hermano había insistido en hacerle una celebración, razón por la cual, le había organizado una preciosa fiesta de té.
Y bueno, a ella solo le había bastado con tomar un sorbo de la bebida para haber caído desmayada.
Después de eso, se encontró acostada en una habitación de hotel, ¡completamente desnuda!, ¡y junto a completo un extraño!
Había todo tipo de prendas esparcidas por el suelo, incluida su ropa interior. Al percatarse de la situación y, como claramente no era una tonta, ella fue capaz de deducir todo lo que había ocurrido la noche anterior.
¿Había perdido su virginidad?
Ni siquiera tuvo la oportunidad de lamentarse por eso, porque el hombre ya había despertado.
El tipo se vistió rápidamente y, con un rostro inexpresivo, le ordenó: "Haré que alguien venga a recogerte. Solo espera aquí y compórtate".
¿Tenía que esperar?
¿Acaso iba a deshacerse de ella mediante un asesinato?
Carley estaba tan asustada que no paraba de estremecerse. Después de que el hombre se marchó, ella sintió oleadas de un horrible dolor que venía de la parte inferior de su cuerpo mientras temblaba al ponerse la ropa. Entonces, en un estado desaliñado, se apresuró para huir a su casa.
Un mes después...
De golpe, el Sr. Chambers le arrojó una pila de papeles a la cara.
"¡Eres una deshonra para la familia Chambers! Te revolcaste con el primer hombre que se te apareció y terminaste embarazada. ¡Eres una sinvergüenza!"
Carley estaba completamente desconcertada. Del pánico, se había quedado congelada mientras miraba los resultados de la prueba de embarazo en el suelo.
¿Cómo podía ser posible eso? Si ellos solo lo habían hecho una vez...
Al fin y al cabo, no era más que la hija ilegítima de los Chambers: una vergüenza para toda su familia.