"Ah, eso duele ..."
"¡No te muevas!"
"Ya no quiero, ¡Detente! Ah ..."
......
Wendy Lim abrió los ojos y al sentir un extraño dolor en todo su cuerpo, se dio cuenta de que no había sido un sueño. Se dio cuenta de que se encontraba en una suite de un hotel, y que ya era de día por la luz que atravesaba las ventanas iluminando la alfombra y la cama desordenada. ¡Se había acostado con alguien la noche anterior!, pensó automáticamente al ver toda su ropa tirada en el suelo.
Wendy se agarró la cabeza e intentó recordar lo que sucedió la noche anterior. Ella había conseguido un trabajo a medio tiempo en un bar clandestino preparando las bebidas. Sin embargo, había un cliente mayor que astutamente le insistió que bebiera antes de pagar la cuenta. Después de beber, Wendy Lim sintió que algo andaba mal con la bebida y logró escapar de ese hombre a tiempo. Al salir del ascensor, se dirigió hacía una habitación vacía, pero luego de eso ya no podía recordar nada más.
Wendy se dio cuenta de que había alguien más en la habitación cuando la puerta del baño se abrió de repente y automáticamente agarró las mantas para cubrirse. A primera vista, el hombre parecía venir del norte, se veía alto, fuerte, sus rasgos faciales eran firmes sin llegar a ser toscos y eso lo hacía increíblemente guapo.
Su cabello todavía estaba mojado y su cuerpo solo estaba cubierto por una toalla de la cintura para abajo dejando ver sus grandes pectorales, sus abdominales marcados y una hermosa forma en V. De solo pensar en haber perdido su virginidad con aquel hombre y haber quedado extremadamente cansada, hizo que Wendy se sonrojara y se diera la vuelta quitando la mirada de él.