Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
16 de Septiembre de 1986 (martes).
Son las 7:30h de la mañana y los primeros rayos de sol empiezan asomar por mi ventana, es el primer día de colegio después de unas largas vacaciones de verano. Aún no ha sonado el despertador y mi madre aún sigue dormida. " ¡ Soy la primera en despertarme! " grito en mi mente.
Es el único día en todo el curso escolar que me despierto temprano sin que la jefa de la casa tenga que insistir mil veces en que me levante de la cama. Soy bastante perezosa pero los nervios de volver a la normalidad después de casi tres meses me tienen el estomago revuelto, no he dormido apenas nada en toda la noche y cada vez que pillaba el sueño tenía la misma pesadilla. El despertador se ha quedado parado y no ha sonado, voy a llegar tarde, Todos los compañeros de clase están sentados en sus mesas cuando yo entro con mucho sigilo intentando no hacer ruido para que nadie me vea, en ese momento todos se dan la vuelta para mirarme y empiezan a reírse de mi en unísono. Agacho la cabeza y me veo que estoy descalza y en pijama, la ansiedad me puede, el corazón se me acelera y es cuando me despierto dando un salto en la cama.
Soy la princesa de la casa, almeno así es como me llaman todos, Mi hermano Carlos es el mayor, tiene dieciocho años y es el que más cuida de mi.
Mi madre muy a menudo ingresa en el hospital porque a pesar de ser una señora joven es muy delicada de salud, es mi hermano Carlos el que se encarga de mi cuidado en ausencia de mis padres.
Los días que estamos solos en casa para me resulta muy divertido porque Carlos me da de comer todo lo que quiero y lo mejor es que esas noches duermo en la cama con el y sentirme abrazada y protegida entre sus brazos es lo mas maravilloso que una niña de mi edad pueda sentir.
Luis es mi otro hermano, el tiene 16 años y obedece a Carlos en todo, siempre le está pidiendo consejos y entre ellos dos hay una química muy grande, todo lo hacen juntos y comparten los amigos. Por lo contrario yo siempre estoy peleando con el. A Luis le apasiona rabiarme y siempre consigue sacarme de mis casillas. Debo reconocer que en realidad es algo mutuo y me encanta que sea así conmigo. Lo mas divertido es cuando Carlos me dice al oído que contestar a Luis y siempre termino ganando las batallas.
Al ser la mas pequeña todos me miman mucho, casi a diario me tienen sorpresas, por los general regalos insignificantes pero para mi tiene un valor muy grande porque me lo entregan con muchísima ilusión y todo el amor del mundo.
Para mi, mis padres son los jefes de la casa y mis hermanos son los grumetes, almeno así les dice mi padre.
Aún recuerdo ese día que me dio por pensar que significaba "grumete", siempre he sido un niña muy curiosa y cuando algo no entendía preguntaba y preguntaba hasta que mi mente entendía todo.
- Jefe, ¿Qué quiere decir grumete? - Le pregunté a mi padre a la espera de una explicación fácil y poder entender el por que le decíamos eso a Carlos y Luis.