Si hubiera una manera de que Selene mejorara, la actitud de su Familia hacia ella podría haber mejorado, pero desafortunadamente eso no era posible, Selene tenía un cuerpo débil y sus frecuentes enfermedades habían agotado gradualmente el amor de sus padres.
Había pasado más tiempo en su cama que fuera de ella, y se quedó en cama enferma mientras otros niños crecían jugando y yendo a la escuela, incluso sus hermanos menores fueron a buenas universidades y después de graduarse tuvieron buenos trabajos, mientras ella aún permanecía confinada en su habitación con 26 años, conectada a un respirador artificial, ya que dependía de el para poder vivir.
Cuánto más tiempo estuvo enferma, menos ganas le dieron de vivir y menos personas la visitaron y más tiempo pasó sola.
"La soledad es el único compañero que siempre estará conmigo mientras viva"
Selene, como una persona casi desconocida, fue ignorada por su familia, a quienes siempre amo, sin importar cuan fríos ellos hayan sido con ella, hubo un momento en su vida en que sus Padres la amaban y cuidaban, pero cuando nacieron sus hermanos, ella fue despreciada por aquellos a quienes amaba.
El olor a medicinas siempre estaba impregnada en su cuerpo, por lo que se había acostumbrado.
El dolor que sentía no se comparaba al dolor de su corazón.
Selene se sentía sola y abandonada.
Cada día Selene se sentía culpable al pensar que era una carga para su familia, deseaba con lo más profundo de su corazón haber nacido sana, cuando era niña siempre le pedía desesperadamente a una estrella fugaz ser una persona sana, así podría hacer feliz a su familia, ser parte de ella.
Anhelaba ser amada y querida por su familia.
Pero através de los años las esperanzas de Selene se desvanecían.
Cada vez que su Padre observaba su rostro pálido y demacrado, no podía decirle palabras agradables a su propia hija y la tildaba con crueles insultos.
Palabras que aún perduran en la memoria de Selene, recuerdos dolorosos solo yacen en su corazón, los buenos momentos se pierden, 'Maldita enferma' su disgusto por ella era enorme.
Esto hizo que Selene sufriera mucho y su dolor aumentó día tras día.
Selene solo podía llorar en silencio, sus Padres contrataron enfermeras para no ver la cara pálida e inexpresiva de Selene que se hundió en su propio dolor, día y noche lloraba, lloraba y lloraba.
Para Selene, el calor familiar estaba fuera de su alcance y estaba completamente segura de ello, por lo que nunca dijo nada al respecto, si escuchaba el ruido de su familia afuera, únicamente podía entristecerse.
La negligencia de sus padres provocó que otros miembros de la familia la trataran con frialdad; aunque era hija de un Empresario muy exitoso, no era mejor que un perro.
Todos se mostraron reacios a interactuar con Selene. Todo el mundo estaba pensando, '¿Quién sabe cuándo va a morir?' Selene estuvo de acuerdo con esos sentimientos porque su enfermedad se sentía como la muerte misma para ella. Pero ahora, rompiendo las innumerables expectativas de su muerte, tenía el sueño de poder ver el océano que enumerables veces se imaginó poder visitar.
Sin embargo, la respuesta circundante aún era fría; aunque era hija de un hombre que podía comprar una enorme mansión, le era posible llevar a su hija ver el mar. No había necesidad de adivinar la razón. Su Padre enojado, le replico a Selene.
"Podrías vivir en silencio, no tienes suficiente con arruinar a la familia con tu defectuosa presencia"
“¡Cosa sin valor!” su voz resonó por toda la casa.
Los sirvientes y enfermeras en la habitación solo la miraron con lástima.
Selene, que había sido inútil desde su nacimiento, se despreció a sí misma.