Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
La vida de una secretaria exitosa cambiará luego de ser raptada por uno de los mafiosos más buscados del país, el cual dice estar enamorado de ella.
La obligará a enamorarse de él a como dé lugar y el mayor miedo de ella es enamorarse de él ya que en ciertas ocasiones la trata como una princesa pero cuando este está enojado la trata como si fuera su peor enemigo.
A esta pobre mujer no le tocará más remedio que unirse al enemigo para salir victoriosa de las garras de ese mafioso, quien no perdona ni una falta y su único castigo es la muerte, será posible que la secretaria salga con la vida de ese lugar o quizás llegue a enamorarse de aquel hombre malvado.
novela registrada en Colombia.
® Todos los derechos reservados.
Capítulo uno...
Secuestrada.
Actualidad.
Hoy trabajé como mula, estoy cansada, llevo mis manos a mis bolsillos y solo tengo cinco mil pesos, con esto alcanza para tomar el micro—suelto un suspiro. sigo caminando y siempre tengo la costumbre de sujetar bien mi bolso.
Finalmente llegué a la estación, hago la fila para esperar mi turno ya que hay personas delante de mí, luego de esperar unos cuantos minutos arrastro mis pies para entrar al micro, pero un sujeto detrás de mí, me coloca un pañuelo en la nariz y éste emana un extraño olor, trate de poner resistencia pero me fue inútil ya que el líquido que tenía el pañuelo hizo que mi visión se volviera borrosa y de inmediato mi cuerpo se desplomó al suelo.
Despierto debido a la fuerte voz de un tipo que va dentro del auto, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que hay dos hombres más osea serían tres en total.
–¿Qué hacen? Por favor no me hagan daño— digo indignada, estos hombres visten de negro y usan capuchas, el que va movilización suelta una carcajada como si mis súplicas resultaron un chiste, ellos hacen caso omiso a mis palabras.
—Mujer si coopera, todo será más fácil. te daré un consejo si eres buena con el jefe te irá excelente—lo dice el tipo que va a mi derecha, el me mira por unos segundos y después saca una capucha negra, pero esta es diferente a la de ellos, la diferencia es que está no tiene por dónde ver–pequeña te tendré que poner esto–yo niego pero el me jala del brazo de manera brusca y me la pone en la cabeza, no veo, no veo nada.
–Jack asegúrese de que no vea–dice el que va a mi izquierda.
–Tranquilo, ella no ve nada–afirma el de la derecha, entonces Jack fue el que me puso la capucha, luego siento su mano en mi muslo y una ola de asco aterrizó en mi piel.
–¡No pases tus asquerosas manos en mis piernas!–me quejo.
—¿¡Jack que haces!? ¡No ves que es la mujer del jefe!— dice otro.
– ¡Qué mujer! bájame por favor— mi cuerpo tiembla como gelatina, cosa que para ellos les provoca risa.
—Silencio mujer barata, guarda tus sermones para el jefe—dice el que va a mi izquierda.
—Llegamos, zorrita—dijo otro.
Luego de algunos minutos llegamos, en todo el viaje los hombres no dejaban de hablar sobre mi, el tal Jack se pasaba de mano larga con Migo, mientras que sus colegas lo regañaban. en realidad no solo me manoseo las piernas si no también los senos, y me susurraba al oído: "Si no fueras la mujer del jefe, juro que te haría mía hasta cansarme" Las puertas del auto se abren y ellos salen, no quería
bajar tenía mucho miedo de saber hacia quien me llevarían por lo tanto puse un poco de resistencia agarrándome del sillón delantero, luego uno de ellos me jala fuerte de la camisa para sacarme pero yo no me dejaba seguía aferrada al sillón.
—Moisés ándate y sácala, ¡el jefe está desesperado!—dice uno.
—Está mujer es una testaruda, no quiere salir..
—Quítate!—solo los escucho discutir, no veo ni una pizca de luz, mi cara está empapada de sudor está capucha me está volviendo loca. De momento siento que me toman del cabello y de un brusco jalón me tumban del asiento y me quitan la capucha, miro a mi alrededor y estamos en un callejón o algo así, además huele a basura, miro a los tres hombres los cuales están enojados .
—Mira mujer, si no sales estaremos obligados a golpear tu lindo rostro de blanca nieves–dice el que iba a mi izquierda. lo reconozco por el lunar que tenia en su mano. No pongo más resistencia así que hago caso a lo que quieren.
—Así es linda, se obediente—dijo Jack. su voz es única como la de un monstruo.
Caminamos hasta un pasillo lleno de barro y oscuridad, ellos abren un portón y me hacen entrar a la fuerza, al entrar veo a un hombre sentado en un sillón cruzando sus brazos.
–Jefe aquí le trajimos a la mujer.