Emilia Dark
Libros de Emilia Dark(27)
De anal a orgía
Otros De anal a orgía
Por su carrera, Anya está dispuesta a todo. Su jefe le propone convertirse en su amante, prometiéndole un puesto de mayor categoría y primas extras. Anya acepta encantada, pues Iván Pavlovič la atrae como hombre.
Él insiste en el sexo anal, y Anya, muy nerviosa - pues nunca lo ha probado, - se sorprende al descubrir que ese encuentro eleva su placer a un nivel insospechado. Mientras Anya trama cómo conquistar su corazón gracias al sexo anal, el jefe le prepara nuevas pruebas: ahora deberá satisfacer a todos los hombres de la oficina... Así, Anya descubre por primera vez qué es una orgía y lo que se siente al pasar de mano en mano. Para colmo, su exnovio se entera de sus andanzas y busca venganza: un día, en la ducha, la atrapa con sus amigos y le prepara una auténtica prueba anal...
Anal serio en la sauna
Otros Kristina decide buscar un nuevo empleo y, para su sorpresa, se reencuentra con Aslan: un jefe seguro de sí mismo, carismático y peligrosamente atractivo. De inmediato invade sus pensamientos y, pese a todas sus contradicciones internas, ella se enamora de él sin remedio. Pero su relación pronto se convierte en una prueba dolorosa: en lugar de amor, hay manipulación y un uso frío de su persona. Kristina pasa a ser su secretaria privada y, al mismo tiempo, su muñeca sexual. Está dispuesta a aceptar su destino, pero Aslan la obliga a participar en orgías con sus socios de negocios.
Cuando Kristina ya no puede soportar más semejantes humillaciones, decide marcharse, rompiendo toda relación y abandonando su mundo. Intentando olvidar a Aslan, se sumerge en un torbellino de nuevos encuentros sexuales y aventuras etílicas en saunas y clubes, desesperada por recuperar la alegría de vivir.
Pero un día el destino los reúne de nuevo. ¿Será capaz Kristina de resistirse a su magnetismo cuando Aslan regrese a su vida con una propuesta inesperada? ¿O esta vez todo será diferente?
No mires atrás
Historia - ¿Despertaste, eh? Parece que realmente quieres vivir. Tus amigas ya las están devorando las ratas, y tú, al parecer, sacaste el billete de la suerte - se escuchó una voz áspera, como un golpe, rompiendo la oscuridad a mi alrededor. Sus palabras quemaban como viento helado, pero el hecho de que aún estuviera viva pasó fugazmente por mi mente, como una débil chispa.
Intenté responder, pero mi garganta estaba seca, y la voz salió completamente ajena, débil y ronca: - ¿Dónde estoy? - las palabras apenas salieron de mis labios, y de inmediato me envolvió una ola de tos asfixiante, como si el fuego hubiera recorrido mis entrañas, quemándolas desde dentro. Cada movimiento respondía con dolor, y sentía cómo todo dentro de mí se apretaba en un espasmo doloroso.
- ¿Dónde? ¡Ja! - su risa era seca, implacable. - En el vertedero de la ciudad, niña. Aquí suelen venir muchas como tú. Vamos, suelta, ¿quién eres y de dónde vienes? ¿Por qué te trajeron aquí en un saco? Yo, claro, soy un vagabundo, pero soy un buen tipo. Si veo una mentira, la entrego donde debe ser... a donde corresponde.
Cerré los ojos, intentando ordenar mis pensamientos, pero mi cabeza estaba vacía, como si no hubiera quedado nada en ella. Los recuerdos golpeaban los bordes de mi conciencia, pero no podían penetrar dentro. ¿Qué responder? ¿Qué decir?
- Yo... no recuerdo nada - logré sacar con dificultad, sintiendo cómo la angustia se acercaba cada vez más. - Me dijeron que me llamo Alicia... pero no estoy segura. No sé si es verdad...
Con hermanastros
Otros Mis hermanastros vienen a conocerme, cuando sea mayor de edad. El destino nos separó, cuando éramos niños, pero ahora estamos juntos de nuevo y me enseñan todas las complejidades de satisfacer el arte de los hombres. Hermanos me presentan a sus amigos y hacen su propio juguete personal de mí, con ellos aprendo por primera vez lo que es el sexo en círculo.
Todo esto no es fácil para mí, sin embargo, me resigno a la humillación y empiezo a divertirme. Y todo sería perfecto si no apareciera un chico nuevo en nuestra universidad. ¡Es guapo, sexy y muy atractivo! Me enamoro perdidamente, no obstante ¿qué pasa con mi reputación ganada ahora? Porque él ve en mí solo una puta sucia.
Me acerco a él y trato de abrirme camino a través del sexo, y cuanto más estoy con él, más me enamoro. Y me desprecia cada vez más. Sin embargo, no quiero rendirme, Intentaré demostrarle que soy digno de amor.