Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
Es diciembre y la nieve espesa cae en grandes cantidades sobre la carretera de california, veo a través de la ventana como pocas personas conducen por esta zona y es debido al pésimo clima, más sin embargo a la tutora le importa en lo más mínimo.
Hace tan solo unas semanas vivía libre de toda supervisión gubernamental, pero debido a que tuve una racha de mala suerte y quede muy ebria en las afueras de un club, unos agentes me reconocieron y me llevaron de nuevo con mi tutora legal, ósea una señora de cuarenta con serios problemas de carácter.
A los cinco años mi padre falleció, a mi madre jamás la conocí y fui a parar al primer reformatorio donde sufrí maltrato en todas sus fases, claro excepto en violación, tenía quince cuando un mugroso tipo quiso aprovecharse de mí, pero no sabía que en mis tiempos libres había aprendido a luchar y era la principal en crear revuelos, a el tipo no le fue muy bien y de no ser porque uno de los guardas le escucho gritar hubiese quedado sin bolas.
Luego de ese suceso karmin la tutora me cambio unas cinco veces en tres años de reformatorio en reformatorio, pero al haber estado ya en todos los del país opto por buscarme familias adoptivas y enserio que esta vez di todo de mí, yo no era mala tan solo no comprendían que era diferente, con la primera familia dure un año y me echaron cuando maquille a su hija de diez años, las otras cinco me echaron a la semana de haber llegado.
Y como nadie sabía que hacer conmigo la muy simpática de Karmin me alojo en su vivienda, claro me fui al día siguiente y no me miro la cara en un año, luego paso lo del bar y aquí voy, en un automóvil blindado con veinte años encima, rumbo a Canadá a un internado para Adolescentes especiales.
Llegamos al aeropuerto y ambas abordamos cuando llaman en nuestro vuelo, jamás me he subido en un avión y esta vieja reirá con ganas cuando sepa que me da pavor esto, pasados quince minutos y con la revisión de todo bien siento como nos empezamos a mover, veo por la ventanilla y el puto avión va en el aire, volteo a ver a la cuarentona y esta me ve con una sonrisa sínica en el rostro.
̶ No me digas que la grandiosa Lucinda Preston le teme a volar ̶ se burla.
̶ Solo es el miedo a la primera vez, ricachona ̶ respondo de mala gana y ella ríe ante ello.
̶ Por lo menos así sabré que no volverás a California a dar lata ̶ finaliza y ambas nos quedamos calladas.
Uno de los agentes que acompañan a Karmin extiende una pastilla para dormir y una botella de agua y la tomo sin rechistar.
Pasados unos cinco minutos el sueño se apodera de mí y caigo en los brazos de Morfeo.
Siento como alguien palmea mi mejilla y me remuevo para que pare de hacerlo, pero debido a su insistencia quito mis tapones para los oídos y abro los ojos para ver de qué se trata, frente a mi esta Fernando uno de los agentes de la CIA, frunzo el ceño y el me entrega una maleta con una nota que dice
´´Tu uniforme niña cotilla´´
sonrió ante el mensaje de Marta la secretaria y sigo al chico para salir del avión.
Afuera hace muchísimo frio y cubro mis orejas para mantenerlas calientes, entramos al aeropuerto y veo al resto de agentes y a Karmin, están hablando con una señora de unos treinta o menos, Fernando se detiene repentinamente haciendo que impacte con él, da la vuelva y me sonríe.
̶ Tu sonrisa no es muy relajante amigo ̶ bromeo y el rueda los ojos.
̶ La señora es la directora de la academia para adolescentes especiales y dijo Carter que si no te comportas bien ante ella te enviara a Japón a pescar pulpos ̶ dice simple y continua caminando donde están las dos mujeres.
Por mi bien debo hacer caso ya que Carter jamás juega con sus amenazas, sonrió al llegar y espero me presenten.
̶ Directora Regina, ella es Lucinda Preston ̶ habla la mujer y sonrió ante su falsa amabilidad.
̶ Lucinda, un gusto verte al fin, te esperábamos hace tiempo, es bueno saber que al fin decidiste venir ̶ dicho eso me abraza con mucha emoción y veo a los agentes reírse de mi cara, le devuelvo el abrazo y después de un largo sermón por parte de los agentes al fin nos dirigimos a la academia, en el viaje la mujer no habla mucho, pregunta mi edad y cosas comunes, el viaje dura dos horas y cuando llegamos son las dos de la tarde, el lugar está sumamente apartado de la civilización y alrededor solo hay bosque, un castillo enorme esta frente a mi custodiado por guardias y un inmenso portón de metal, este se abre después que la directora diga algo a través de un intercomunicador y quedo impresionada ante todo, parece que estoy en Hogwarts, la directora parece ver mis intenciones de criticar el lugar y niega, un tipo sale del lugar y me ayuda con las pocas maletas que traigo.
Estamos por entrar cuando un rayo de luz brillante pasa cerca de mí y quedo viendo su trayectoria, un chico trae una ave Fénix en sus manos y el rayo fue lanzado para abrir la puerta, la mujer lo ve con desaprobación y yo totalmente confundida y como si fuese poco de adentro salen corriendo dos chicas de color lila y no su cabello si no su jodida piel, estoy a punto de reclamar cuando siento algo en mi cabeza y poco a poco me desvanezco.
Siento un cosquilleo en mi nuca y despierto poco a poco, me siento sumamente cansada y solo deseo dormir, agarro mi cabeza con ambas manos y recuerdos de llegar a la academia llegan a mí, me siento de golpe y veo a mi alrededor, estoy en una camilla y por el olor a hospital y las paredes blancas deduzco que estoy en una enfermería, pasos se escuchan y la puerta de madera es tocada un par de veces.
̶ Adelante- cedo y espero a ver quién entrara.
̶ Lucinda, me alegra que despertaras, sé que quieres explicaciones y a eso vengo, mi nombre es Masón, soy el chico que tenía el ave cuando recién viniste, la rectora me ha enviado para explicarte todo, pero antes te pido disculpas por hacerte dormir, cuando vi tu cara de susto pensé en desmayarte para que no estuvieses histérica como lo son todas las humanas, ahora más calmada te diré la verdad, estas en la academia para adolescentes especiales o también conocido en el mundo mágico como Resurrección del Fénix, la directora es una vidente del futuro y por obvias razones te recibió tan efusivamente, ella te ha espera durante muchos años ya- empieza el chico y me pierdo en la parte donde dice que me ha hecho dormir.
̶ ¿Con que objetivo traen a una humana a su tan mágico colegio de Monstruos?- digo de mala gana y el chico parece molestarse por mi lenguaje.
̶ Sabemos o al menos esperamos que seas como nosotros y si no es el caso te aseguro que yo mismo te lanzo a la calle- expresa con disgusto y se levanta para irse.
̶ ¿Dónde está la rubia?- cuestiono antes que el salga.
̶ Ahora vendrá por ti y te indicara tu lugar en el internado- me avisa y asiento.
̶ Mason- le vuelvo a llamar.
̶ Si- dice volteándose.
̶ ¿Qué criatura eres tú?- cuestiono y él sonríe.
̶ Un demonio con poderes extraídos de un mago- borro todo gesto amable de mi rostro y el ríe para luego irse sin ser interrumpido.
Okay ordenemos todo, yo Lucinda Preston estoy en una academia de monstruos, el gobierno me envió aquí porque deducen que soy uno de ellos, la directora es una especie de vidente y acabo de conocer un demonio muy sexy debo admitir pero que tiene poderes de un mago y no creo que este se lo haya otorgado a voluntad propia, fueron extraídos.
Siento que mi cabeza va a explotar de tanta información extraña, hace unas horas solo pensaba escapar otra vez del gobierno y ahora tengo que averiguar que criatura rara soy.
Unos golpecitos en la puerta hacen que salga de mi mente y dirija mi atencion ahí.
̶ Pase- cedo y un chico de el mismo físico que Mason asoma su cabeza, sonríe al verme y entra seguido de otro chico un poco más alto que el primero.
̶ Tu debes de ser Luci, nosotros somos Belial y Satanás- se presenta.
Belial es de piel algo morena, ojos grises y cabello color marrón.
Satanás es blanco casi como una hoja de papel, sus ojos no se su color ya que les veo ´´rojo´´ y quiero creer que no son así realmente.
̶ Soy Lucinda y ¿Cómo saben de mí?- digo curiosa y ambos se ven.
̶ Los chismes aquí corren rápido y más si la nueva alumna viene del mundo humano- explica Belial.
̶ Eso y nos encontramos al ángel diciendo profanidades porque eres insoportable- dice Satanás y Belial le golpea en el hombro.
̶ ¿Ángel?- cuestiono sin comprender.
̶ Mason- dicen al unísono.
̶ Pero ¿No es un demonio?- digo confundida.
̶ Querida, demonios somos nosotros, Mason es más ángel que mi dedo meñique- responde Satanás riendo.
̶ ¿Qué hacen acá?- cuestiona una voz femenina y ambos desaparecen dejando un rastro de humo negro.
Veo atónita la escena y la chica que ha hablado es de mi edad, trae el que supongo es el uniforme y en sus manos carga otro pero parece para deportes, la pelirroja camina hasta mí y me inspecciona.
̶ Deja de pensar tanto, me molestan tus inmensas dudas sobre el mundo- se queja poniendo una mano en su frente y mejor guardo silencio, no quiero ni saber que es.
̶ Soy Lucinda y tú cómo te llamas- ¡oh vamos, Lucinda curiosa tenía que ser!
̶ Amber, ponte esta ropa y quizás dejes de verte como una callejera- dice de mala gana y me lanza la ropa.
̶ Al menos yo si he vivido y no han podido encerrarme por mucho tiempo- defiendo y ella sonríe con malicia.
̶ Al menos no soy una virgen huérfana- responde la muy perra y sale de la habitación.
Me pongo la ropa que consiste en un pantalón de buzo y una sudadera negra, el logo del colegio es en rojo y me va unas tallas más que la mía, no quiero pensar que lo hizo a propósito pero algo me dice que sí.
Salgo de aquí y me dirijo a un amplio y vacío pasillo, salgo del edificio y veo a mí alrededor en busca de una cara conocida o alguien que se vea amable, pero no hay nadie aquí, es como si se los hubiese tragado la tierra.
Sigo el camino al edificio principal y entro, paso unos cuantos pasillos y llego a unas puertas dobles que dice auditorio, veo a través de los cristales en estas y aquí están todos, me aparto y me siento enfrente en el blanco piso, minutos después la puerta se abre violentamente y un chico de cabello azul sale enfurecido, seguido sale la misma chica que me dio la ropa.
̶ No puedo creer que hayan prohibido la magia porque una humana vivirá aquí, ¿Qué se cree?- espeta de espaldas a mí.
̶ Rafael, ten calma, somos los buenos y debemos ayudar, además los demonios pueden tomar ventaja de esto para quedar bien ante la corte, he visto a Belial y Satanás con la chica- le dice la chica.
̶ ¿Pero qué mierda tiene esa humana?, ¿es la hija de los caídos o qué?, ¿caga arcoíris acaso?- dice con frustración.
̶ Bueno que yo sepa ni cago arcoíris y mucho menos tengo padres y si tanto te molesta mi presencia diles que me dejen ir, no soy yo quien ha querido vivir entre Monstruos- le hablo enojada y el chico da la vuelta ante mi presencia, sus ojos estudian mi rostro y algo en ellos cambia, su enojo desaparece y la duda se siembra.
̶ ¿Q...quién eres?- tartamudea.
̶ Lucinda Preston, la humana que caga arcoíris- digo con sarcasmo.
̶ Amber, es igual a…- y la chica le calla y niega.
̶ No es ella o al menos no que nosotros sepamos, Hécate dijo que preguntaría sobre el alma de su sobrina pero nadie sabe nada, la potestad la perdió de vista cuando la niña tenía seis años- confiesa la chica.
̶ ¿Sabías que era humana y no me lo dijiste?- le reclama el chico y es ahí donde decido irme.
Camino unos pasillos y me encuentro a Belial, este me sonríe y cierra su casillero.
̶ Son solo ángeles con problemas, no les hagas caso- me dice y estoy por preguntar cómo lo sabe pero alguien llega junto a Satanás.
Es un muy apuesto chico, de buen físico y cara angelical, el uniforme se le pega al cuerpo y trae una chamarra de deportes, su cabello es rubio y sus ojos de color verde aceituna.
̶ Oh Luci, ¿Cómo estás?- saluda amable Satanás.
̶ Muy bien y tú?- respondo del mismo modo.
̶ Bien pero no con buenas noticias- dice y hace una mueca.
̶ ¿Paso algo Sat?- cuestiona Belial.
̶ Bel encontró a Amber tirando las maletas de Lucinda fuera de la habitación, al parecer iban a compartirla y a mi buen amigo le han caído cuando pasaba por una de las ventanas- nos cuenta y mi enojo hacia la chica se intensifica.
̶ Hemos salvado todas las maletas- me dice el chico y me las ofrece.
̶ Son tan solo tres, no tengo muchas cosas- digo restándole importancia.
̶ Un gusto, soy Belcebú, tú debes ser la humana que está dando lata sin que la conozcan ¿Verdad?- me dice ofreciéndome su mano.
̶ Lucinda, la humana que caga arcoíris- me presento y todos ríen.
̶ Adivino, un ángel dijo eso- comenta Satanás y yo asiento.
̶ Corrección, Rafael lo hizo- dice Belial y todos se ponen serios.
̶ El piensa que eres un amor que perdió hace unos siglos, te pareces en físico- responde Belcebú a mi duda mental.
̶ Eso suena ridículo- opino y ellos ríen.
̶ Al menos no se encontró con Luzbel, el la hubiese humillado- dice Belcebú.
̶ Hablando de mi- una voz bastante melódica se escucha detrás de nosotros.
Al voltear nos encontramos con un rubio de ojos grises, cuerpo del infierno y su tamaño enorme, puedo jurar que es más grande que Belcebú.
̶ Luzbel, tanto tiempo sin vernos- saluda con cierto sarcasmo Belial.
̶ Mis deberes en el abismo se alargaron un poco, pero que tenemos aquí, ¿Nueva presa humana?- comenta y me inspecciona.
̶ Las almas son tediosas a veces- hace una pausa y continua ̶ . Y ella es la nueva estudiante, Lucinda Preston, de California y estamos seguros que humana no es, además si lo fuera Mason la hubiese sacado cuando la miro- explica Satanás.
̶ Bienvenida al psiquiátrico de los seres de fantasía- sarcásticamente da la bienvenida el tipo llamado Luzbel.
̶ ¿Una reunión sin mí? Que descorteces son ustedes hermanos-un nuevo chico hace presencia doblando el pasillo, este es cabello negro azabache con unos mechones de color rojo carmesí, tiene la misma estatura de Satanás pero es de físico débil y usa lentes enormes al estilo cerebrito, sus ojos son de color azul intenso llegando a parecer inquietantes, da unos pasos más para llegar donde estamos y se detiene junto a Luzbel.
̶ Hola Leviatán- saluda este y palmea su espalda, a lo lejos veo venir a un grupo de chicos y con ellos Rafael, volteo de inmediato buscando la mirada de uno de los dos chicos que conocí primero y como si leyera mi mente o sintiera mi miedo Belial me ve y luego a Rafael.
̶ Los veremos luego, llevare a Luci a su habitación- anuncia y el único en seguirnos es Belcebú.
Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a unas escaleras que subían al segundo piso, en silencio por mi parte avanzamos y ellos comentaban sobre ir a hablar con alguien del inframundo o no sé qué cosas de ellos.
Llegamos a un largo y ancho pasillo y nos detenemos en una puerta que dice LUX en letras azules y brillos plateados, Belial saca una llave de color dorado y abre la puerta, a dentro hay seis camas, tres en cada lado y en frente esta una ventana que cubre parte considerable de la pared, cerca de la puerta dos roperos a ambos lados los cuales llegan del piso al techo, cada cama tiene una cómoda y la ventana un espacio en el cual puedes sentarte a observar el exterior, frente a este un escritorio para uso de los que duermen acá y una puerta donde supuse está el baño, el cuarto en si es más grande que la sala donde dormía en el orfanato y sus comodidades están bastante buenas para vivir el resto de mi vida aquí.
̶ ¿Te ha gustado?- cuestiona Belcebú sentándose en una cama.
̶ Es mejor que cualquier lugar de acogida en los que he estado- comento aun observado las paredes azules y el alfombrado piso.
̶ ¿Lugar de acogida?, creí que tus padres o un tutor te mando aquí- dice extrañado.
̶ Estas viendo a la delincuente más escurridiza de todo EEUU- digo con malicia y el frunce el ceño, en cambio Belial ríe ante ello.
̶ Miente, es huérfana o eso leí en su expediente- dice Belial.
̶ Cierto, me descubriste o gran sabio- ironizo y ambos ríen.
̶ ¿Cuál es tu historia virtud?- cuestiona Luzbel apareciendo detrás de mí, me sobresalto por tan repentina aparición y todos ríen.
̶ Casi me matas del susto- me quejo y el cubre su boca para ahogar una carcajada.
̶ Exagerada, humana tenías que ser- cometa Belcebú.
̶ Veras guapo, mi vida no es tan buena para contarla y tú no eres un buen escucha, así que con el permiso de ustedes, me iré a bañar- les informo y los únicos en reprimir la risa son Belcebú y Belial.
Colocó mis maletas en la única cama que está desocupada y saco una toalla, me dirijo al baño y cierro poniendo seguro.
Me ducho bastante lento para despejar mi mente de la cantidad de problemas que se me acaban de venir con todo esto, si horas antes me hubiesen dicho que conocería ángeles y demonios y dormiría con ellos en la misma habitación, seguro les mandaría a recuperación de tanta droga que consumieron.
Una melodía conocida empieza a sonar en la habitación y apago la regadera para saber cuál es, November Rain de GNR suena a más no dar y varias voces masculinas la cantan a coro, busco una toalla para secar mi cabello y me coloco la que traje alrededor de mi cuerpo, salgo del baño y me encuentro a unos diez chicos acá, todos visten el uniforme del colegio y saltan cantando la música de rock, me quedo estática viéndolos sin poder creerlo y de pronto siento una mirada sobre mí, busco entre todos los chicos y me encuentro con el peli azul Rafael, está sentado en una de las camas mientras toca la guitarra, justo ahí me doy cuenta lo que pasa, la canción no está siendo reproducida con un móvil o algo así, ellos la están haciendo, algunos imitan el sonido de instrumentos, otros traen una guitarra o un bajo y Luzbel, Belcebú y Satanás son quienes dan voz a la música.
-Espero no te importe que ellos estén acá, tenemos que presentar esto hoy a la noche para una clase y no teníamos donde practicarla- se excusa Belial apareciendo a mi lado con un bajo.
-No te preocupes, solo venia por mi maleta, tu podrías…- le pido y el capta mi pedido y corre entre los chicos en busca de mi maleta.
-¿Eres?- una chica se planta frente a mí y me ve con curiosidad, su cabello es dorado y su tez morena, ojos negros y estatura baja, se ve agradable.
-Lucinda Preston- me presento y ella se asombra.
-Eres la culpable de que quitaran la magia- acusa y por el caño se va lo de amable.
-Emm, ¿Interrumpo?- habla Belial y la chica se va.
-¿Quién es?- cuestiono.
-Una de las hadas, son las más molestas por la norma de la magia, no te preocupes solo tiran hechizos vanos, jamás uno verdadero- explica y me tranquiliza un poco.
-Iré a vestirme- aviso y el asiente, vuelvo al baño y me visto con unos shorts de jeans color azul y una camisa blanca con el logo de la banda GNR, unas Vans color negro y ato mi cabello en una coleta.
Diría que mi ropa es nueva y me gusta presumirla, pero la verdad es que la chica que me dio ropa cuando vine tenía razón, parezco una callejera, mi ropa está demasiado gastada, lo único nuevo que tengo son el uniforme que me dio Marta y ropa interior que ella misma me compro, de ahí mi ropa es buscada en la basura.
Mi aspecto tampoco es muy bueno, mi cuerpo es delgado, mido un metro sesenta y cinco, mi cabello es color negro pero durante el año que me escape me lo he tintado las puntas en azul, me va hasta la cintura y mis ojos son lo único llamativo por su color azul.
Dejo de repasar mi cuerpo y salgo del baño dejando la maleta ahí, los chicos siguen cantando pero ahora una canción que desconozco, un nuevo chico entra, es bastante guapo ojos azules, cabello negro, cuerpo de ensueño y viste ropa casual.
Pero se me hace conocido.
Corre a donde estoy y me sonríe.
- Hola- saluda el chico y cuando su mano toca la mía recuerdos vienen a mi mente.
-¿Eres Lucinda Elizabeth Preston?- cuestiona uno de los hombres.
-No, no, no, no, no… mi nombre es ese pero les digo un secretito, mi alias es Cuervo Azul, ¿Sabes porque?, porque visto de negro y mi cabello es azul- dicha esa tontería empiezo a reír como loca y ahora que lo recuerdo me da muchísima pena.
-Somos de Protección Especial, el rastreador te lo quitaste hace unas semanas pero el arete también tiene uno y te localizo aquí, Karmin dice que vuelvas y a ti también Enrique- habla el segundo hombre y mi yo en el recuerdo ríe para luego correr de vuelta al bar, donde minutos después salgo con sangre en mi nariz y un guardia me trae sujeta del brazo.
Es ahí donde llegan policías y me llevan a las instalaciones de la CIA.
-Eres tú- dice orgulloso de su gran descubrimiento el chico.
-Si lo soy, pero no recordaba nada de esa noche, tengo recuerdos de la policía llevándome donde Karmin pero sólo eso- me sincero y trato de recordar más pero no puedo.
-Hola Lucinda, ¿Cómo estás?- Belcebú cuestiona apareciendo a mi lado.
-Bien y tú- respondo amable o eso trato.
-Deberías decírselo a tu cara porque no le llego el mensaje-comenta gracioso Luzbel.
Le veo mal y busco a Belial con la mirada, el chico parece sentir mi mirada porque voltea y asiente.
Hasta el momento podría decir que luzbel, Rafael y Leviatán son uña y mugre, Belial y Satanás son como las mejores amigas chismosas y Belcebú es el solitario que le habla a todos pero no tiene amigos.
-¿De qué presentación hablaban?- cuestiono para olvidar lo antes dicho por Luzbel.
-La maestra de música hace una noche de bandas cada semana y esta vez nos ha tocado el turno a nosotros- responde Satanás.
-Y la chica mortal toca algún instrumento o solo será espectadora- un Rafael sarcástico llega a nuestro circulo.
-Supongo que por ser nueva Luci va a estar viendo- defiende Belial.
-Toco la guitarra y el piano- comento enojada.
-¿Algo más?- desafía el peli azul.
-A si, también cago arcoíris- y con eso tiene para callar su hermosa bocota.
¿Hermosa?
Horrible boca.
Malditas hormonas.
-¿Cuál te sabes?- pregunta Belial.
-De bandas casi todas, acústicas y estudie tres años en la escuela del orfanato, estuve en una banda de club y eso- respondo simple y él sonríe en aprobación.
-Perfecto, tocamos November Rain, llévenla a ajustar el piano y pónganle un uniforme, no quiero perder puntos de habitación por una mortal- dicho eso Rafapitufo se va llevándose su guitarra.
-Y luego dicen que el intenso soy yo- comenta Luzbel.
-¿Puntos de habitación?- pregunto y todos me ven como si tuviese tres tetas.
-Veras Luci, cada habitación son seis camas, pero hay un líder que tiene que ver por todos, si te metes en problemas el líder puede sacarte de ellos, si no le agradas te jode, si no portas el uniforme son cinco puntos menos, aquí todo tiene un orden y contigo en nuestra habitación debemos tener cuidado porque eres una chica y todo el rollo- explica Satanás, pero aún me queda la pregunta más importante.
-¿Quiénes duermen aquí y cuál es el líder?- luzbel ríe, Belcebú se hace el distraído y los demás fingen no escuchar.
-Beli, Luz, Bel, Levi, tú y Rafa- responde Satanás.
-¿Y yo?- se queja el chico pelo negro, todos le vemos como preguntando porque dice eso si no hay más camas.
Pero antes de hablar entran cuatro señores con cosas, cama, ropa, una mesita, un sofá, poster, lámparas, entre otras cosas.
-Fue Rafael- dice de pronto Bel respondiendo la duda de todos.
-Me toca los cojones, este tío no duerme- se queja jalándose el cabello Luz.
-Apoyo al pendejo de ojos grises- comenta Beli.
-Si duermo, sólo se quejan porque no les agradó- se defiende el chico.
Qué pena no saber su nombre…
(Es Hades y si del inframundo, pero se hace llamar Richard o Richi)