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Una Carta para Eloisa

Una Carta para Eloisa

Frabuch

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Capítulo

Slogan: No puedo quedarme como en el pasado. ROMANCE DRAMATICO Y EROTICO. Para mayores de 18 años, escenas sexuales explicitas y lenguaje soez, se solicita discreción. ¿Por qué las mujeres pasan de ser novias, esposas, mujeres divorciadas y algunas quedan de amantes? ¿Es esto lo que realmente quiero para mi vida? Cuando me enamore del guapo caribeño del gimnasio todo pintaba tan lindo y romántico. Cuando nos casamos fue mágico y mi ilusión de ser feliz era muy grande. No sé si tuve mis expectativas muy altas o simplemente no me di cuenta de las banderas rojas. Soy Eloísa Hanes y quiero que experimentes conmigo mi historia. ¿Por qué los hombres buscamos amantes? Es por que nos sentimos abandonados, somos inseguros, nos sentimos no atendidos, no complacidos… o talvez todas son excusas para justificar nuestra calentura… Soy Mark Anderson y quiero compartir contigo todo lo que me sucedió.

Capítulo 1 Amor en el Aire

Llevaba años enamorada de Jerry Pérez un caribeño guapísimo que era instructor en el gimnasio donde trataba de asistir todos los días, él tenía un cuerpazo, músculos definidos, alto, tatuado y un rostro de muñeco. Yo realmente me derretía por él, su sonrisa hacía que brotaran corazones de mi cabeza como en las caricaturas para niños. Yo era solo una chica punk de NY rubia, ojos grises, tatuajes y me vestía algo dark.

Mis estudios de arquitectura me daban una buena vida, a mis apenas veinte y cinco años tenía un trabajo de ensueño en una mega constructora, tenía mi propia casa, mi camioneta último modelo y mi Harley. Gracias al entrenamiento en el gimnasio tenía una linda figura, glúteos fuertes y abultados, pechos firmes y redondos, un abdomen casi plano, todos los chicos me invitaban a salir, tenía muchos pretendientes, pero yo solo tenía ojos para Jerry que siempre estaba rodeado de chicas. Pero él siempre me miraba de reojo y me regalaba una hermosa sonrisa… ¡suspiro! Era suficiente para que me durmiera pensando en el varias noches… ¿será que algún día se fijara en mí?… bueno yo lo miraba como alguien inalcanzable. Hasta que un día le toco estar en servicio al cliente y pues tenía que atenderme… yo estaba tan emocionada… él era tan amable… saco mi expediente y dijo…

—Hola Eloísa bienvenida, y yo muda, me puse muy nerviosa solo le di mi tarjeta para pagar.

—¿Qué deseas pagar preciosa?

—Si bueno si quiero pagar bueno serían los seis meses que siempre pago. Yo ni sabía que estaba diciendo, solo lo miraba y le sonreía con cara de boba.

—ohhh Wow si veo que siempre pagas seis meses de un solo, es una suma muy alta de dinero, entonces el paso mi tarjeta y paso inmediatamente.

Me dio el recibo, lo firme, tomé mi tarjeta y le devolví todo lo demás.

—Gracias Jerry eres muy agradable, ve digo muy amable, disculpa iré a cambiarme.

—Claro preciosa pasa adelante el gimnasio es todo tuyo. Le sonreí y caminé casi tropezándome para ir a los vestidores. Al llegar tape mi cara con mis manos sentía tanta vergüenza, mi primer contacto con él fue tan terriblemente penoso, me cambie y revise mi rutina del día… me enfoque en mi cintura esa vez… al terminar me duche y me cambie de ropa, y salí del lugar para dirigirme a mi camioneta. Escuche alguien casi corriendo, diciendo...

—Eloísa olvidaste la copia de tu recibo, yo me gire para verlo y era Jerry con su bello rostro como un Dios griego del amor. Sentí como mi corazón se aceleró y él dijo…

—Wow tremenda camioneta la que andas preciosa marca europea y es del año ¿Es de tu padre?

—jajaja es mía, es que soy arquitecto, mi padre es abogado, pero él tiene sus propias camionetas jajaja. —Si impresionante una arquitecta inteligente además de hermosa, su sonrisa con su blanca dentadura era mágica... Yo no podía creer lo que estaba escuchando...

—Gracias tú también lo eres si digo pues (muy nerviosa) también estudiaste educación física me imagino…

—¿Quién yo? No jajajaja en la isla no hay ese tipo de oportunidades, pero si al llegar acá saque el curso para poder entrenar a preciosas como tú. Ya su mirada había cambiado, lo note bien seductor. Algo que me estaba fascinando.

—Sabes compre mis rutinas cuando comencé el gimnasio hace tres años y pues desde esa evaluación con el dueño me quede haciéndolas…

—Si lo sé, cuando quieras una segunda opinión estoy a tus órdenes. Entonces varias chicas le gritaron… —¡Jerry! ¿Te esperamos en el club??, ¡vámonos! ¡Si guapo vamos! ¡nos debes un baile a todas!

—Debo irme Eloísa, sabes… siempre voy al club Tropical, ahí me encontrarías todas las noches o si quieres ir conmigo pues te invito. ‹‹Hayyyy música tropical, salsa, merengue, bachata, reguetón realmente no es lo mío››

—Bueno sabes yo escucho rock pesado no bailo, PERO si podría llegar una noche para saludarte. —¿Me lo prometes? —Pregunto Jerry con esa sonrisa tan linda que me enamoraba.

—Si claro llegare en esta semana te lo prometo y él se me acerco para despedirse con un tierno beso en mi mejilla. Él se subió en el auto con las chicas y se fueron del estacionamiento con música a todo volumen. Yo me quede parada con la mano pegada en mi mejilla totalmente embobada, me costó reaccionar y tanto en casa como en el trabajo no dejaba de pensar en su invitación, llego el jueves en la noche y ya no quise seguir esperando. Me puse un sexy vestido negro muy corto, mis botas altas de plataforma de broches, mis mangas y rodilleras de red, mi maquillaje dark en negro y labios rojos, hice una bomba alta en mi cabello rubio platinado y estaba lista… sabía que no era el estilo del club y que no iba a encajar para nada… pero tampoco iba a cambiar quien era yo… si él me iba a ver tenía que conocerme como realmente soy. Llegue en mi Harley y varios chicos se me acercaron para sacarse fotografías, no sé si me miraban como un fenómeno jajajaja, pero eso era mi verdadero yo. El vestido hacia lucir muy bien los tatuajes de mis hombros y mis pechos se miraban grandes y redondos. Mi trasero parado en aquel vestido corto se miraba realmente sexy.

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