Erik.
Me encuentro sentado completamente desaforado con una cerveza en mi mano y escuchando un poco de música, de esa que te describe totalmente lo que está sucediendo contigo; mientras llega a mi cabeza el recuerdo de lo que hace un par de semanas atrás llegué a presenciar en casa de Amelia, “el gran amor de mi vida”
Inicio de flashback.
Me encuentro sentado en el sofá, estático frente al televisor, es lo que suelo hacer todos los viernes junto a mí mamá, pero esta vez no es así ya que ella tuvo que salir a casa de mi tía, aun así, me encuentro bien cómodo disfrutando de unas cuantas golosinas, sin embargo, debido a mi soledad esta vez agregue al menú un par de cervezas, debido a que acostumbro ver películas hasta tarde los fines de semana después de trabajar todos los días muy fuerte en una fábrica de chocolates.
Es mi primer trabajo así que acostumbrarme a un horario y a unas normas ha sido un poco difícil, pero tendré que acostumbrarme porque los gastos en la casa son bastantes y no dan espera, además que debo ahorrar dinero para poder cumplir mi sueño de estudiar y ser mejor en lo que más me apasiona.
Sin hablar que quiero ayudar a mi mamá, ella lo poco que gana lo debe gastar en pañales y comida para mi tía, quién está en cama y nadie más que ella le brinda ayuda, en fin, es una noche en la que no quiero estar solo, así que tomé el teléfono móvil para llamar a Amelia mi novia, por más que le insisto no me contesta la llamada, así que le seguí insistiendo hasta que me dio respuesta al cabo de un tiempo después.
—Hola —su voz se escucha agitada.
—¡Hola mi amor! —le dije bastante emocionado por escucharla—. ¿Cómo estás? —Me levanté del sofá y caminé un poco de un lugar a otro en medio de la sala.
—¿Qué pasó Erik?, ¿por qué llamas tan tarde?, creí que estabas sentado muy ocupado viendo películas con tu mamá —responde siendo indiferente.
—Sé muy bien que a ti te molesta que pase las noches de viernes con ella y no te las dedique a ti, pero es algo que hacemos desde que yo tengo memoria, espero algún día lo entiendas, estoy solo y lo único que quiero es verte —alardeó un poco porque no sé cómo pedirle que venga y pase la noche conmigo.
—Mira Erik, yo lamento mucho que tú noche de emociones fuertes la tengas que pasar solo —me dice mientras que al fondo se escucha un sonido extraño.
—Pero amor eso podría cambiar, ¿qué te parece si vienes y pasas la noche conmigo?, podemos ver unas películas románticas y… —Ella interrumpe y no me deja terminar.
—¡Perdóname Erik!, lo que pasa es que hace poco me llamó mi mamá a pedirme que la acompañara a casa de su amiga, porque se le había presentado un inconveniente, lo lamento, pero ya quedé con ella de ir acompañarla. —No le cuestioné nada, mejor la comprendí.
—Ok amor te entiendo, entonces será otro día. —Me senté nuevamente mientras rascaba mi cabeza.
—Gracias por entenderme, así que te dejo para que puedas disfrutar de tus películas.
Termina la llamada sin darme oportunidad de despedirme de ella, mientras que me agobiaba las dudas de que se encontraba haciendo y con quién, así que me levanté resuelto a ir hasta su casa. Tomé el autobús y al llegar a su casa vi que la luz de su habitación se encontraba encendida, mi corazón latía más rápidamente al pensar que ella me estaba mintiendo.
Camine hasta la puerta de su casa y estando parado en frente de ella me detuve y quise regresar, debido a que no era capaz de soportar si la llegaba a encontrar con otro hombre, aun así respire profundo y me vi resuelto a tocar el timbre, pero me detuve y recordé que por la parte de atrás de su casa podía ingresar a través de la ventana de la cocina, por lo cual di la vuelta rápidamente y comencé a trepar.
A simple vista se notaba que hubo una pequeña fiesta, lo deduje fácilmente por las botellas de alcohol desocupadas sobre el mesón, sin hablar del desorden que había, al estar observando detenidamente escuché una risa de un hombre que provenía del segundo piso.