Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Mi Deseo Divino

Mi Deseo Divino

@Sarairangel21

4.8
calificaciones
13.1K
Vistas
17
Capítulo

Deseo...Poder...Placer... Dicen que la perfecta representación de esas 3 atrayentes palabras son los hermanos Allen; quienes siempre obtienen lo que quieren y Ella no será la excepción. Ellos se creían los dueños de todo lo que los rodeaba; hasta que llegó Nicolle Clark. Esta jovencita entrará a un mundo desconocido y misterioso solo por amor y allí descubrirá que no todo lo que brilla es oro y enfrentarse a los hermanos Allen nunca es una buena idea. Ya que ellos están acostumbrados a hacer su voluntad y ella está acostumbrada a ser libre...

Capítulo 1 1 Capítulo

Nicolle Pov:

La vida es totalmente ilógica, entre más trato de comprenderla más me confunde con sus vueltas inesperadas y sus giros repentinos; giros que algunas veces llegan a ser fatales como sucedió conmigo y esos giros te obligan a aprender a simplemente sobrevivir.

Mi nombre es Nicolle Clark y está es mi historia, mi triste historia.

Nací hace 25 años en un hogar con una madre y un padre que me dieron toda la dicha que podía necesitar; no éramos una familia de altos recursos financieros, pero éramos felices y eso, en ese momento, era lo importante.

Todo cambio cuando nació mi hermano Andrew que ahora mismo posee una edad de 10 años; es decir, que él nació cuando yo tan solo tenía 15 años y hasta ese punto éramos felices.

Sin nada, pero a la vez con todo.

Eso es cierto, pero la infelicidad y la desgracia siempre nos alcanzan.

A los 5 años de edad Andrew se le diagnostico con epilepsia, esa enfermedad la cual causa convulsiones repetitivas a través del tiempo; ese fue el primer golpe que me dio la vida. Me preocupe que mi hermanito de tan solo 5 años padeciera esa enfermedad, ya que prácticamente debía someterse a constantes estudios y medicina de por vida.

No podíamos costearlo todo.

Con mucho esfuerzo logramos comprar medicinas para Andrew, pero algunas veces las convulsiones eran violentas y se lastimaba, así que tuvimos que adaptarnos y por algún tiempo eso estuvo bajo control.

Para mi desgracia el segundo golpe vino muy rápido.

Y es que mis padres murieron en un accidente de tráfico cuando regresaban con las medicinas de Andrew. Como dije antes no éramos de altos recursos financieros, pero teníamos un auto que no era lujoso, es más estaba en muy mal estado pero por lo menos nos servía para movilizarnos.

Lo que ocurrió ese día fue que los embistió un loco que venía borracho y acabo con la vida de mis padres.

Lloré, sufrí y me deprimí por varios días por la muerte de mis padres, pues yo los amaba, los amaba tanto que su muerte destruyó mi mundo. Me encerré en mi dolor y olvide todo, incluso a mi hermano. Cada vez pienso más en mis padres, siempre recuerdo los buenos momentos y eso no hace más que lastimarme; porque aun duele, duele y mucho.

Me vi obligada a volver a la realidad, pues tras la muerte de mis padres la salud de Andrew se deterioró debido a mi descuido; siempre me culparé porque por mi culpa casi pierdo al único familiar que me queda con vida.

Verán, en esos días de duelo; yo descuide a mi hermano porque me centre en mí, fui egoísta y eso casi me cuesta la vida de Andrew. Ante la carencia de sus medicinas él tuvo convulsiones demasiado seguidas y eso ocasiono que casi lo perdiera un día.

Entonces por mi hermano me levante, me centre en él, lo volví mi mundo y ahora vivo para él; porque no pienso perderlo, a él no.

Ya pasaron 5 años de eso y ahora me encuentro dando mi mejor esfuerzo para que mi hermano este bien.

Las carencias continúan pues apenas tenemos para comer, pagar la renta y comprar las medicinas; pero hasta ahora estamos bien. Andrew va a la escuela con todas sus precauciones, le dije a la directora sobre el problema de Andrew y que no dudara en llamarme ante cualquier situación.

Mi vida consiste en trabajar en una cafetería que se encuentra cerca de aquí para ganar algo de dinero, no me gusta estar lejos de mi hermano por mucho tiempo, pues temo que algo malo le pueda pasar; así que mi horario de trabajo se coordina con su horario de clases y cuidar a Andrew, esa es mi vida, trabajar y cuidar a Andrew.

Todo por mi hermano.

-Nicolle- escucho que me llama una voz conocida.

Mi mirada que antes estaba centrada en la ventana se centra en mi hermano menor que me mira con sus hermosos ojos azules.

Son como los de ella.

Cada vez que miro a Andrew veo a mi madre reflejada en sus ojos, pues tiene el mismo color de ojos que mi madre, aunque el color rubio de cabello lo heredo de mi padre.

Yo por otra parte soy todo lo contrario; mis ojos son color miel como los de mi padre y mi cabello es color castaño como el de mi madre, mi cuerpo es delgado y poco atlético; siéndoles sincera no me considero una persona atractiva. Antes nos decían que éramos la perfecta combinación de ambos y después que paso, lo que paso decidimos mudarnos y ahora no tengo vida social, pues mi vida está dedicada únicamente a mi pequeño hermano.

-Dime Andrew ¿Te sientes bien?- le pregunto preocupada levantándome de la silla de madera en la cual estaba sentada hace breves minutos y acercándome a mi hermano con rapidez.

-Estoy bien, Nicolle- él rueda los ojos y se ríe suavemente – deja de preocuparte me tome mi medicina.

-Me preocupo porque te amo, tonto- agarro con suavidad sus mejillas y alzo delicadamente su cabeza para que me mire a los ojos- No me pidas que no me preocupe, porque es imposible y solo quiero verte bien- entonces algo llega a mi mente de repente -¿Cuántas dosis te quedan Andrew?

Él parpadea un par de veces, se suelta de mi tierno agarre y me mira pensativo.

-Creo que me quedan tres...

Abro los ojos como verdaderos platos.

¿¡TRES!?

Joder; ¿Cómo puedo ser tan descuidada con un asunto tan delicado como este? Y lo peor de todo es que no quedó dinero de pagar la renta y comprar algo de comida.

Que hago, que hago, que hago...

-Drew ¡Por Dios!- Empiezo a caminar de un lado a otro con claro nerviosismo- Lo había olvidado.

-Calma, Nicolle- mi hermanito me sonríe de manera tranquilizadora, pero eso no logra calmarme, me preocupa que por mi culpa Andrew tenga una recaída.

Muerdo mi labio y respiro profundo. Si mi hermano me ve nerviosa, él se pondrá nervioso igualmente y eso podría alterarlo y ocasionar una convulsión.

Y no queremos eso.

Le sonrío falsamente con algo de esfuerzo.

-Tienes razón, Drew; debo calmarme ya encontrare la manera de comprar tu medicina- tendré que trabajar mañana domingo para ganar un dinero extra y poder comprarle la medicina a Andrew.

No me gusta trabajar los domingos puesto que es mucho trabajo y la cafetería siempre se llena hasta el tope de clientes y los domingos aún más, pero no hay de otra me tocara llamar a Margaritte, mi jefa, para ver si hay cupo para mí mañana.

Espero que si lo haya...

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Seguir leyendo

Quizás también le guste

La Trampa De Ace

La Trampa De Ace

Romance

4.9

Hace siete años, Emerald Hutton dejó a su familia y sus amigos para ir a la escuela secundaria en Nueva York con el corazón roto, solo para escapar de una persona: el mejor amigo de su hermano, a quien amaba desde el día en que la salvó de los matones cuando tenía siete años. Herida por el chico de sus sueños y traicionada por sus seres queridos, Emerald enterró los pedazos de su corazón roto en el rincón más profundo de sus recuerdos. Siete años después, tuvo que regresar a su ciudad natal después de terminar sus estudios universitarios. Su corazón se convirtió en una fría piedra, vacío de amor y cayendo en el olvido que una vez latió por un hombre. Traumatizado por su pasado, Achilles Valencian se había convertido en el hombre al que todos temían. Los golpes de la vida habían llenado su corazón de una oscuridad sin fondo. Y la única luz que lo había mantenido cuerdo era una chica con pecas y ojos turquesa que había adorado desde siempre, la hermana pequeña de su mejor amigo. Después de tantos años, cuando finalmente había llegado el momento de capturar a su presa en su territorio, Achilles Valencian comenzará su juego. Un juego para reclamar lo que es suyo. ¿Podrá Emerald distinguir la diferencia entre el amor y el deseo, y evitar la peligrosa ola que una vez la arrasó para mantener su corazón a salvo? ¿O caerá en la trampa? Nadie jamás pudo escapar de las manos del hombre y él siempre obtiene lo que quiere. Y ese juego se llama: 'La Trampa de Ace'.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro