La invitación a cenar en "La Casona de los Reyes", uno de los restaurantes más exclusivos de Guadalajara, llegó de forma inesperada. Diego, el esposo de Sofía Valderrama, un humilde taquero, se encontró de pronto en medio de una cena de negocios con un importante inversionista de Ciudad de México y el ambicioso asistente de su esposa. Lo que parecía una formalidad de repente se convirtió en una emboscada cruel: un contrato leonino diseñado para despojarlo de todo y una humillación pública donde lo tildaron de "mantenido". Cuando intentó pedir ayuda a Sofía, ella lo rechazó fríamente por teléfono: "Haz lo que te dicen y no me molestes con esas tonterías". Pero la verdadera traición aún estaba por revelarse. Ricardo, envalentonado, lo atacó físicamente, golpeándolo salvajemente mientras Sofía se acurrucaba en los brazos de Rodrigo Garza, revelando su plan: "Sí, lo planeé. Necesitaba una razón para terminar con esta farsa de matrimonio". Tiraron dinero a sus pies, insultándolo y diciéndole que no era nada, que jamás debieron casarse. ¿Cómo había llegado a esto? ¿Quién era realmente esta mujer que había jurado amarlo? ¿Podría haberlo planeado todo desde el principio? Con el sabor a sangre y decepción en su boca, Diego tomó una decisión: "Quiero el divorcio. Ahora mismo. Pero tengo una condición". El juego acababa de empezar.
La invitación a cenar en "La Casona de los Reyes", uno de los restaurantes más exclusivos de Guadalajara, llegó de forma inesperada.
Diego, el esposo de Sofía Valderrama, un humilde taquero, se encontró de pronto en medio de una cena de negocios con un importante inversionista de Ciudad de México y el ambicioso asistente de su esposa.
Lo que parecía una formalidad de repente se convirtió en una emboscada cruel: un contrato leonino diseñado para despojarlo de todo y una humillación pública donde lo tildaron de "mantenido".
Cuando intentó pedir ayuda a Sofía, ella lo rechazó fríamente por teléfono: "Haz lo que te dicen y no me molestes con esas tonterías".
Pero la verdadera traición aún estaba por revelarse. Ricardo, envalentonado, lo atacó físicamente, golpeándolo salvajemente mientras Sofía se acurrucaba en los brazos de Rodrigo Garza, revelando su plan: "Sí, lo planeé. Necesitaba una razón para terminar con esta farsa de matrimonio".
Tiraron dinero a sus pies, insultándolo y diciéndole que no era nada, que jamás debieron casarse.
¿Cómo había llegado a esto? ¿Quién era realmente esta mujer que había jurado amarlo? ¿Podría haberlo planeado todo desde el principio?
Con el sabor a sangre y decepción en su boca, Diego tomó una decisión: "Quiero el divorcio. Ahora mismo. Pero tengo una condición".
El juego acababa de empezar.
Otros libros de Gavin
Ver más