Blanca Soto es una chica joven que vive en un pueblo muy desactualizado en cuanto a lujos se trata; asà que, ella está adaptada a hacer todo tipo de actividades campesinas, entre ellas siembra, ordeño, etc. Ella nunca habÃa pisado un centro comercial, hasta que un dÃa una familia adinerada llegó a su pueblo y le ofreció trabajo en su mansión, como ayudante de cocina; y por supuesto, ella no se negó, a semejante propuesta pues habÃa quedado fascinada con el hijo de su futuro Jefe, pero no todo será color de Rosa, pues sufrirá acoso por por parte de muchas chicas que también tienen sus ojos puestos en Andrés Monterreal.
Desde muy temprano Blanca se despierta con el sonido de los gallos de su padre, pues es inevitable quedarse con las sábanas pegadas con semejante alboroto ¿no?; asà que, no tarda en ponerse de pié, lavar su rostro y vestirse, pues la vaca la espera, si no la ordeña pronto los ladrones de leche la dejarán sin una gota.
Al salir de casa, Blanca nota algo extraño y es que sus vecinas están reunidas murmurando entre sÃ; asà que, la curiosa Blanca no tarda en acercarse para ver de que trata la conversación, pero al acercarse todos hicieron silencio.
-¿Qué les sucede chicas? ¿a qué se debe esta reunión?- Preguntó Blanca con mucha curiosidad.
-Es que al parecer pronto vendrá la familia Monterreal para el pueblo.- dijo una de las chicas llamada Paty.
-¿Ah sÃ? ¿y quienes son esos?- Dijo Blanca mientras sacudÃa su vestido.
-Pues quienes más van a hacer, los familiares lejanos de Don Cheto (el quesero). Tú, por andar todo el dÃa pendiente de tus vacas no conoces a medio pueblo Blanca, ni siquiera novio tienes.- Dijo otra de las chicas llamada Josefa en tono de burla y todas las demás chicas rieron.
Blanca un poco molesta la miró sonriendo para ocultar su desagrado.
-Pues sÃ, tienes razón, como yo me la paso trabajando no tengo tiempo de andar metida en el chisme al 100% como otras, con permiso.- Les dió la espalda y continuó su camino hacia la vaca de su padre.
-Yo no sé que se cree la tonta de Josefa, no todas somos como ella, chismosa y sin oficio, deberÃa ponerse a trabajar.- murmuraba Blanca mientras ordeñaba la vaca.
Y de repente, sonó un extraño ruido entre los matorrales que estaban cerca del lugar.
-¿Y ahora qué sucede?- Dijo Blanca, mientras se ponÃa de pié para averiguar.
Apenas abrió el monte, salió un cerdo pequeño a toda velocidad y se avalanzó sobre ella llenándola de lodo por todas partes y no solo eso, sino que derramó toda la leche que habÃa ordeñado.
-¿Qué? Esto no me puede estar pasando a mÃ. ¿Ahora que desayunaremos hoy? DeberÃa hacer picadillo a ese cerdo de una vez, pues ya dejé la vaca seca - Dijo Blanca muy molesta agitando su mano con el puño cerrado.
No tardó en regresar a casa con las manos vacÃas y su padre por supuesto le preguntó por la leche para el desayuno y contándole todo lo ocurrido, le dijo a Blanca que no se preocupara, y metiendo su mano en el bolsillo sacó unas monedas y le pidió a su hija que fuera a comprar un poco de queso a que Don Cheto.
-Anda mija y no tardes, porque mis tripas ya no aguantan el hambre.- Dijo su padre Don Juan.
-Sà padre, no se preocupe, vuelvo pronto, mis tripas también están igual, no paran de sonar. - DecÃa Blanca en tanto caminaba a la quesera.
Cuando ella llegó a la quesera de Don Cheto, se llevó una sorpresa enorme pues no era él quien estaba atendiendo, sino una chica muy pretenciosa que la miraba de arriba hacia abajo burlándoase de su atuendo lleno de lodo, pero blanca solo ignoró su reacción e hizo su pedido.
-Por favor señorita, despácheme medio kilo de queso blanco.
La chica, al escuchar esto empezó a reir de forma muy grosera y tan escandalosa que Don Cheto pronto salió.
-¿Por qué te rÃes asà Paola?- Preguntó Don Cheto a la chica.
-Por nada Don cheto, es que las personas de este pueblo son tan divertidas, nada más mire la ropa de esta chica, parece que se divirtió mucho jugando con los cerdos.- DecÃa a carcajadas, mientras se retiraba.
Blanca la miraba conteniéndose de la rabia y Don cheto por supuesto no tardó en disculpar.
-Lo siento Blanca, ella es una chica de ciudad que está de visita y no está acostumbrada a ver este tipo de cosas.
-No se preocupe Don Cheto, yo solo vine por un pedazo de queso, y la verdad estoy un poco apurada.
Tomándo el trozo de queso, Blanca nota que la risa de la chica se aproxima nuevamente, pero esta vez, no viene sola, sino que trae de la mano a un chico muy guapo llamado Andrés Monterreal, cabello rubio y piel blanca, lucÃa tan radiante que se notaba que no trabajaba largas horas bajo el sol y él a diferencia de su hermana, no se burló ni se fijó en su ropa sino que se quedó mirándola fijamente a los ojos, y con una sonrisa que lentamente se dibujaba en su rostro.
Blanca al verlo, sintió verguenza de su apariencia, asà que agachó su mirada y dió la vuelta para marcharse a casa, pero en el camino, no paraba de pensar en él.
-¡Que chico tan guapo! Seguro esa es la familia lejana de Don Cheto de la que tanto hablaban mis vecinas temprano. Tengo que verlo otra vez- Susurró y soltó un suspiro suave.
CapÃtulo 1 Los rumores.
01/04/2024
CapÃtulo 2 El anuncio.
06/04/2024
CapÃtulo 3 La estrategia.
06/04/2024
CapÃtulo 4 Las vacas.
06/04/2024
CapÃtulo 5 La alternativa.
06/04/2024
CapÃtulo 6 El reclamo.
06/04/2024
CapÃtulo 7 El concurso.
06/04/2024
CapÃtulo 8 El abrazo que los unió.
06/04/2024
CapÃtulo 9 El nuevo empleo.
06/04/2024
CapÃtulo 10 Con los nervios de punta.
06/04/2024
CapÃtulo 11 El novio falso
12/04/2024
CapÃtulo 12 El queso
12/04/2024
CapÃtulo 13 Respete vecina
12/04/2024
CapÃtulo 14 El periodi-quero
12/04/2024
CapÃtulo 15 El gallinero
12/04/2024
CapÃtulo 16 Doble preocupación
02/05/2024
CapÃtulo 17 El rescate
02/05/2024
CapÃtulo 18 La indiferencia
02/05/2024
CapÃtulo 19 Ubres a la vista
02/05/2024
CapÃtulo 20 La degustación
02/05/2024
CapÃtulo 21 Pensando lo peor
02/05/2024
CapÃtulo 22 Besando a su niñera
02/05/2024
CapÃtulo 23 El motorizado
02/05/2024
CapÃtulo 24 El chismoso y las pistas
02/05/2024
CapÃtulo 25 Descubriendo la alianza
02/05/2024