Mijaíl
Necesitas una esposa, ellos quieren que tengas una mujer, acuérdate que ellas son las que mandan en nuestras vidas. Resuena las palabras de mi padre. No necesito una esposa a mi lado para gobernar la mafia.
Es lo más absurdo que me han llegado a decir hasta ahora. Pienso en esas palabras una y otra vez hasta que miro a Pavel, mi mano derecha, frente mío que me hace sobresaltar de mi silla porque no lo había visto entrar.
— ¡Que carajos! Me diste un susto de muerte hombre — hablo llevando mi mano en mi pecho.
— Lo siento jefe, estuve tocando la puerta y no contestabas. Tenemos que ir al aeropuerto cuanto antes, recuerde que este viaje es de suma urgencia — se excusa apenado, me limito solo a asentir con la cabeza.
Salimos de las empresas de mi padre, sin darme cuenta choca con una mujer y se le derrama por su ropa su café por toda su ropa comienza a maldecirme en español, la ignoro y me monto en mi auto.
— Vamos al aeropuerto — ordeno y asiente mi chófer, pero antes escucho golpes en mi ventana, observo a la mujer furiosa lo cual hace que ruede mis ojos, decido ignorarla de nuevo.
No tengo tiempo para dramas ahora mismo.
— Arranca — ordeno de nuevo al chófer y así lo hace.
Minutos más tarde…
Cuando llegamos al aeropuerto, nos vamos directo al jet que está listo para partir.
— Pavel ¿En serio, crees que debería buscarme una mujer como dice mi padre? — pregunto mirando la ventana.
— No soy el indicado para opinar señor, pero yo diría que sí, debería pensarlo ¿No cree? Está en edad para sentar cabeza — opina con tranquilidad y suspiro frustrado. El silencio en el auto se hace presente. Me quedo de nuevo pensativo hasta que llegar a la pista.
— Llegamos señor, tenemos el avión listo — informa Pavel.
— Gracias, Pavel — agradezco a mi mano derecha.
— ¿Sabes, Pavel? Buscaré la mejor mujer, Pavel. Tengo mucho tiempo para eso — accedo decidido, palmeo el hombro de mi mano derecha quien sonríe, antes de entrar al jet, escuchamos un grito, miro sobre mi hombro y ruedo los ojos porque es la chica del café.
Genial, me topé con una loca.
Decido ignorarla totalmente y seguir hablando con Pavel de nuestros negocios ya que él se quedará por unos días a cargo de todo.