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Que quede entre nosotros

Que quede entre nosotros

Kea Cami

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Capítulo

Elizabeth vive su vida con libertad, siente que ya nada puede lastimarla como sucedió en el pasado. Un sueño, un presentimiento y el anuncio de la llegada de su primo Alex cambiará todo lo que ella construyó estos últimos 7 años. Un secreto que nunca ha sido revelado, que se mantuvo oculto contra todo pronóstico, un secreto que ahora será la perdición de ambos. Sucumbir al pasado o mantenerse firma en el presente son las disyuntivas, pero ¿Qué pasa cuando el presente no es muy distinto al pasado? Ella dice odiarlo, él dice que todo lo hizo por su bien, pero al final, ese secreto se mantiene con una simple frase. Que quede entre nosotros.

Capítulo 1 1: Un sueño un presentimiento una noticia

Todos los derechos reservados. Obra registrada en Safe Creative, Nro: 2305074250671

Pov: Elizabeth

Pellizco sus brazos mientras mi cuerpo convulciona, me siento viva, siento como si fuera suya, como si mi cuerpo y el suyo fueran uno.

Me besa y lo abrazo por el cuello, la suavidad de sus labios me hace olvidar todo, me hace sentir que es perfecto que esto es eterno.

— Te amo Beth, te amo — Lo miro a los ojos, esos ojos entre verde y miel que brillan tanto cuando me miran.

— También te amo, te amo demasiado — me besa y lo siento palpitar en mi interior.

No dejo de besarlo mientras nuestras respiraciones vuelven a la normalidad.

Vuelve a mirarme y sonrío, porque se siente mágico.

Se siente real, pero yo sé que...

Esto no puede ser real.

Jadeo despertándome en mi cama, toco mis mejillas y están empapadas.

Suspiro angustiada mientras toco mi corazón que late con fuerza.

Un recuerdo.

¿Quién sueña con recuerdos? Mejor dicho, pesadilla, eso fue una pesadilla espantosa.

Hace demasiado que no soñaba con el pasado. Un escalofrío me recorre el cuerpo.

Esto fue horrible.

Suspiro mientras intento calmar mi llanto involuntario pero las lágrimas salen sin permiso.

Que tonto, ¿Cómo es posible que mi cuerpo no obedezca?

Me levanto para ir al baño y me lavo la cara, respiro profundo logrando calmar mi cuerpo.

Ya estoy bien.

Miro el reloj y me quedan dos horas para dormir antes de entrar al hospital.

Ya no tengo ganas de dormir, tampoco de tener otra pesadilla, me voy a la cocina a preparar café.

Miro las cajas en el living, llevo meses queriendo mudarme, pero... no dejaré a Lia sola, ella alegra el lugar sin dudas. Pero el hospital me queda a casi dos horas de viaje.

Melanie nuestra amiga y ahora novia de mi primo; a la cual le cedí el departamento al que me iba a mudar porque tenía unos problemas con su familia, me ha dicho que podríamos compartirlo, es una oferta que me ahorraría tiempo y dinero, pero aun no sé que hacer.

Me siento en la mesa con mi taza de café y pienso en lo que haré.

Está casa es linda, es mi hogar, a pesar de que hay demasiadas cosas que vivi acá, es mi hogar, es el pequeño lugar que hicieron papá y mamá para nosotras.Todavía recuerdo cuando era solo una habitación con baño y no dejábamos de dormir acá porque se sentía que era nuestro lugar secreto, ya pasaron 8 años desde que tenemos esto y...

Creo que hoy estoy nostalgica.

Pero este lugar tiene mucho valor, está a un paso de la casa de papá y mamá literal, si abro la puerta puede ver el patio trasero de la casa de nuestros padres.

Lo sé vivimos en el mismo terreno, no me molesta si tuviera el hospital cerca me quedaría acá con Lia por siempre.

Mi adorada Lia, mi hermana, ella es como mi otra mitad, compartimos todo, hasta la fecha de cumpleaños.

¿Qué me pasa? Hoy sin dudas es una mañana extraña.

.....

Me duele el pecho y no sé porque, tengo un extraño presentimiento, raro, como cuando sentis que lloverá, suena tonto pero es ese presentimiento de que algo sucederá.

O quizás tengo mucho sueño y tome demasiado café, quien sabe.

— Nos vemos Lia, yo iré directo para la casa de Siena a la reunión de primos hoy — no digan nada, tenemos reunión de primos los días jueves sin falta.

Hoy toca en la casa de mi prima Siena, nos juntamos todos los que somos de la misma edad, excluimos a los más chicos, a los cuales les llevamos unos 7 u 8 años.

Como si con 25 años fuéramos más maduros que ellos, pero es chistoso hacer estas reuniones y bromear a los más chicos que tenemos un grupo Vip.

No nos juzguen somos raros pero unidos, creo que es mi día favorito porque no enteramos todo el chisme.

— Nos vemos, no llegues tarde, si quieres que te pase a buscar por el hospital — grita Lia desde el baño.

— No te preocupes voy en colectivo — salgo de la casa y veo a papá en el patio tendiendo la ropa. — Hola Pa — me sonríe y deja lo que hacía para saludarme.

— Hola Eli ¿Vas al hospital?— asiento y me extraño de que él no esté trabajando.

— Tengo medio turno, ¿Si veo a mamá querés que le diga algo? — niega.

— Ella debe estar por llegar ayer tuvo guardia — sonrío y camino a la salida.

— Nos vemos Pa, se me hace tarde y tengo mucho viaje.

— Deberías dejar que te regale un auto como a Lia — niego porque no me gustaría tener un auto.

— No hace falta Pa, me compraré una bicicleta cuando viva cerca del hospital — el solo sonríe y me marcho.

Mis papás le regalaron un auto a Lia hace unos años, yo no quise porque no sé conducir y soy un poco miedosa para hacerlo, prefiero vehículos más chicos y sé que son más inseguros pero no puedo con un auto.

Hago mi viaje largo hasta hospital y al llegar solo me la paso revisando pacientes junto a la doctora titular, como soy nueva me vigilan de cerca.

Soy doctora, medica clínica, no decido si haré especialidad. Por lo pronto me gusta mi trabajo, mis papás son doctores, mi abuela de parte paterna es doctora, pediatra y ginecobstetra, mi mamá es pediatra y su cuñada; mi tía, es cardiologa.

Familia de médicos dicen por ahí que es inevitable no serlo, pero Lia y Helen mis hermanas no lo son, mi hermano menor Morgan tampoco lo será, aunque acaba de terminar la escuela hace muy poco.

Creo que fui la elegida para esta profesión, me gusta y... hoy precisamente me trae muchos recuerdos.

— Hola Eli ¿Cómo vas? — sonrío ante la pregunta de mi superior.

— Bien, creo que hoy fue más rápido llenar las historias clínicas — sonrío y levanta su pulgar.

— Los pacientes siempre preguntan por vos, les gusta que te acuerdas sus nombre — sonrío encogiendome de hombros.

— Solo tengo memoria no es la gran cosa — junto mis cosas porque terminé mi turno.

— Si que lo es, yo apenas recuerdo los nombres de mis internos — me carcajeo porque es cierto a mi me ha dicho cualquier nombre varias veces.

— Es cierto, pero eso no te hace mala doctora.

— Solo vieja — nos reímos. — Vas bien Eli, sigue así — sonrío y me despido para marcharme.

Salgo y la noche se ve extraña, como oscura, o quizás es idea mía.

Miro el cielo que se ve triste y sin estrellas, sin dudas hoy es un día extraño, muy extraño, así se siente.

¡Pip pip!

Miro el auto de Lia estacionado, eso que le dije que no viniera, pero mi hermana es así, siempre está para mí y la adoro por eso.

— Lia, te dije que no hacía falta — abre la puerta para que suba sin bajarse.

— Vamos que no quiero lleguemos últimas, aparte que hoy mamá vino muy emocionada a casa, tengo excelentes noticias— la miro sorprendida mientras ella arranca el auto.

— ¿Qué pasó? — pregunto curiosa.

— Lo amamos y al fin vendrá de su gran estadía en otra provincia — frunzo el ceño y ella sigue mirando el camino como si nada, como si lo que acaba de decir no ha descontrolado mi sistema.

— No entiendo ¿Qué cosa? — finjo locura con la esperanza de que no sea lo que pienso.

— Sabes que hablo con Alex cada cierto tiempo, pero últimamente estaba muy ocupada y mamá hablo con la tía Euge, ¡Adivina! — no puede ser, no es posible.

— Él...

— ¡SII, VOLVERÁ! En dos semanas vuelve, surgió un accidente con alguien de la prefectura y necesitan si o si un suplente, lo eligieron y vuelve — Lia frena en un semáforo mirándome llena de emoción. — ¡VOLVEREMOS A SER LOS TRES OTRA VEZ! — sonrío tratando de fingir que esto no me acaba de dar un ataque.

— Eso es... es genial...

— Lo sé, también sé que ustedes dejaron de hablarse, eso lo arreglaré cuando vuelva, porque no tendrán la excusa de la distancia, además — arranca el auto y sigue mirando el camino — Le dije que si necesita puede quedarse en casa, tenemos la habitación de Helen libre — no no no no, eso no. — Además nosotras organizaremos la fiesta de bienvenida, ¡Es genial! — Lia está muy emocionada y la entiendo, es nuestro primo, con el que nos criamos y eramos inseparables.

Eramos.

— Claro, es perfecto, estoy emocionada, es genial Lia — miro la ventana tratando de controlar mi corazón.

No puede ser, el sueño, el presentimiento era.. ¿Por esto?

No puede ser que vuelva, han pasado 7 años desde que lo vi la última vez y no me gustaría recordar eso de nuevo.

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