La Venganza de la Heredera: Un Corazón Traicionado
sta de Sofí
, una reclamación. El vestido de zafiro, pesado y rico, se sentía como una armadura. Mis tacones hacían un suave clic
ió, reemplazada por una máscara de absoluto shock. Los ojos de Daniel, que habían estado moviéndose nervi
adear desde algún lugar de la
e a su estómago, un gesto posesivo que solo intensificó la fría rabia dentro de
usurros estallaron de nuevo, más fuertes ahora, llenos de desconcierto y asom
mí, su expresión regia e inflexible. Su mera presencia imponía respeto, y su p
mpujó a Daniel hacia adelante. "¡Daniel!
e, tartamudeó: "¿Sofía? ¿Qué
una invitación", dije, mi voz clara y firme, llegando sin esfuerzo a través de la habitación
anipuladora! ¡Estás tratando de arruinar mi cumpleaño
volvió hacia mí, tratando de recuperar la compostura. "So
dadera heredera de la familia de la Vega asista a un evento e
tud. El rostro de Daniel se puso blanc
su voz quebrándose. "¿Los de la Vega son dueño
e hecho. Y como matriarca de la familia de la Vega, encuentro bastante apropiado que
miedo finalmente superando su ira. "¡Esto es un
. Todos en la sociedad de la Ciudad de México lo conocían. Conocía el poder
to. "Ay, por favor. No la escuchen. Es solo una ex amargada. Probablemente todavía con el corazón roto porque Daniel eligió
que nada en mi situación actual es patético. ¿Pero la tuya, por otro lado? ¿Una seguid
paso adelante, su voz elevándose en un lamento teatral. "¡Está tratando de incriminarme! ¡Está tratan
nemos grabaciones de seguridad que prueban las acciones maliciosas de Karla, incl
Elena. "¿Grabaciones de segurida
sonrisa escalofriante jugando en sus labios. "Mi equipo las as
so. Se tambaleó, agarrándose del brazo de D
mentira que plantaste el broche de tu abuela para incriminarme? ¿Es mentira qu
ertos de terror. "¿Cómo... có
n extendiéndose por mí. "Sé sobre tu madre, Hilda. Sé sobre el cambio de
máscara de absoluto horror. "¿El accidente...
z inquebrantable. "Uno que aseguró que perdería a mi bebé. Uno que
, disgusto y horror creciente. Vio el genuino terror en
su voz apenas audible. Apartó a Karla de él, s
stá loca!", chilló Karla, tratando
La fachada se había resquebr
ruendosa cortó el silencio horror
con una presencia severa e imponente, estaba en lo alto de las escale
a desesperada. "¡Abuelo, está tratando de arruinar
endo la escena. Miró a Karla, luego a Daniel, luego a mí, y finalmente
u voz sorprendentemente sua
asintió, su expr
rofundo ceño fruncido apareciendo en su frente. "
, me está acusando de cosas terribles! ¡Está diciendo q
uego a mí. Sus ojos, aunque viejos, eran agudo
, Elena?", pregu
Rincón. Pregúntale por qué cambió a mi hija por la suya. Pregúntale
incredulidad. El rostro del señor Rincón se puso ceniciento. Karla gritó, un sonido
ción adecuada. Damas y caballeros, permítanme presentarles a mi hija, Sofía de la V
zo lo único que la sostenía. Daniel me miró, sus ojos llenos de un terror creciente, una aterradora c