La Venganza de la Heredera: Un Corazón Traicionado
sta de Sofí
?" "¿Sofía de la Vega? ¿La familia de la Vega?". La pura audacia de la revelación de Elena l
"¡Sofía! ¡No puedes simplemente irte! ¡No pued
e Daniel, su rostro una máscara de furia y miedo. Daniel, pálido y desconcertado,
o, parece que recuerdo haberlo construido sola, Karla. Mientras tú estabas ocu
No eres nada! ¡Siempre lo has sido! ¡Un proyec
arásito. Viviste una mentira, pretendiendo ser alguien que no ere
ró hacia Karla, colocando una mano en su brazo. "Esto es suficiente. Estás molesta.
"¿Crees que esto es una escena, Daniel? Esto es
rándose. "No sabes lo que estás haciendo. Estás emoc
alabras quedaran suspendidas en el aire, pesadas de acusación. Su
Karla, su voz quebrándose. "¿Cómo
a en mi voz. "Sé hasta dónde llegarías para proteger
niel, sus ojos muy abiertos y suplicantes. "
rado de Karla y el mío resuelto. Eligió a Karla. Siempre lo hacía. "So
n. "Curioso, eso es lo que siempre me decías, ¿no? 'Sofía, sé sensata. Sofía
futuro. Pensé que era amada". Mi voz era tranquila ahora, pero la intensidad en mi mirada lo mantenía cautivo. "Estaba equivocada. Solo era convenie
más. "Sofía, eso no es
empresa, y luego reemplazarme con una falsa heredera? ¿Ignorar mis súplicas de ayuda mientr
el pasillo cortó la tensión. Una de las n
volviéndose hacia la pasante. "¡No la escuche
el control. "Sofía, tienes que irte. Ahora. Antes
rte conocido. Y de haber confiado en ti. Y de haberte amado". Metí la mano en mi bolso, sacando la pequeña caja de terciopelo que contenía e
albuceantes de Karla. Él me observó, sus ojos muy abiertos con un terr
o. Mi familia. Mi legado. Intentaste quitármelo todo. Pero fal
la pared detrás de él, el oro tintineando ruidosamente contra el yeso antes de caer al
voz resonando con finalidad.
l pasar por las puertas dobles, un sollozo fuerte y a
ción, llegó a mis oídos. "¡Maldita s
a era una herida abierta, pero mi mente estaba más clara que nunca. La vieja Sofía, la Sofía amable y pe