La Venganza de la Heredera: Un Corazón Traicionado
sta de Sofí
sión en mis hombros se alivió, pero la imagen del rostro contorsionado de Karla, la mirada horrorizada de Daniel, todavía ardí
oz tranquila, un marcado contraste con
ondí, un dolor hueco reemplazando
, su mirada firme. "Est
Un mensaje del número anónimo. "Dejaste tu relica
do mi espalda. Alguien estaba observando.
de que pudiera procesar el mensaje, una repentina conmoció
ente desordenado. Daniel estaba arrodillado a su lado, su rostro una mezcla de miedo y preocupación. A su alrededor había un
s ojos ardiendo de acusació
a era la especialidad de Karla. El
voz tranquila, incluso mi
ió Karla, señalándome con un dedo tembloroso. "¡Es
desconfianza familiar. "Sofía, tienes
orquestando una escena, Daniel. Igual
abrieron de par en par. Karla, sin embargo, era una maestra de la desviac
brillante anillo de diamantes que Daniel le había dado.
s comenzaron a tomar fotos. Esta
voz cargada de lágrimas teatrales. "¡Es un
de nuevo a Karla. Su expresión se e
mi paciencia agotándose. "¡Está m
lrededor de mi muñeca. Mi bolso se me escapó de las manos, cayendo al pulido suelo de mármol con un golpe sordo. Su contenido se espa
eza de tela azul, ahora yaciendo crudamente en el frío s
ligeramente. Un destello de algo, ¿reconocimiento? ¿arrepentimiento?, cru
triste!". Luego miró el anillo que todavía tenía en la mano. Con un movimiento rápido y practicado, agarró el relicario de la Vega de donde había c
z un símbolo de esperanza, ahora estaba aplastada y suci
ron de mi garganta, crudas y an
darme, sino para empujarme violentamente. Me empujó con fuerza. Tropecé hacia atrás, mi cabeza g
arla. Un fugaz momento de vacilación. Luego, con una mueca de desprecio dirigida a mí, deliberadamente molió el pequeño zapatito bajo su tacón de nuevo, retorciéndolo en el mármol. Sostuvo
sonido de mi última pizca de esperanza muriendo. El legado de mi
s audibles, mi voz ronca por las lágrimas no d
una furia santurrona. "No puedes aceptar que he seguido adela
do, roto. "¡Te amé! ¡Te di ocho años de mi vida! ¿Y tú destroza
z goteando falsa simpatía. Se apoyó en Daniel, int
e. Miré sus rostros, viendo solo desdé
ciones de seguridad! ¡Mostrarán todo! ¡Mostrarán que ella me ata
guridad montadas en el vestíbulo. Los
ndo su agarre en el brazo de Daniel. "Solo está tr
tás jugando, pero se acaba ahora. Necesitas aceptar que hemos terminado. Karla es mi prometida. Y necesitas segu
iento agudo y repentino, arrancó la simple banda de plata que me había dado años atrás, la que todavía usaba por costumbre. Era un ajuste perfecto,
desnudo, se sen
antes en su dedo y le besó la mano. "Este es mi futuro", anunció a la multitud boquiabierta, su vo
n a capturar el momento. Karla sonrió radiante, sus ojos movié
stos de cualquier calidez, de cualquier pied
ico y emocional, se estaba endureciendo rápidamente en una resolución inflexible. Miré a Danie
etí la mano, no por mi anillo, sino por el relicario de la Vega, destrozado y retorcido. Lo sostuve, las piezas rotas b
ía y plana, desprovista de toda
restos destrozados de mi pasado. Mientras caminaba hacia la
mientras salíamos del edificio. Me condujo hacia otro coche negro que esperaba
n su rostro. Karla sonreía con suficiencia, disfrutando de su victoria. No tenían idea. Ni idea de lo que se av