La secretaria fea del millonario

levó las mano

que ser el

preguntó la muchacha de

el nombre de la clínica, por favor —p

ción, y enseguida Eva sa

ir gluten —se reprochab

ecepción; le indicaron que Demetrio estaba

zación, y entró a un

oca arriba, mientras recibí

da. La hermosa cara del italiano es

si pudiera en estos momento

eñor Demetrio —dijo Ev

e su trabajo —respondió

Pensó Eva, pero no le dio importancia,

o obviando lo que le dijo

pesar de cómo la había tratado en su casa, ella estaba ahí, ayudándolo, sin reproche,

dijo mientras la

cuando Demetrio tomó su mano, era como una cor

r Demetrio —respondió

s agua? —pi

osados de su jefe, por más que quiso, no pudo apartar la mirada de

Laureti bebiendo de sus fluidos como si fuera una deliciosa agua. Su c

»Pensó sacudiendo la cabeza, tratando que todos

uitar la botella de su boca, cuando bajó la mirad

retiró la botella de la boca de La

ina me querías mat

que ella estaba pensando que él le estaba haciendo un oral y se tomaba todo sus flu

racia, señorita Anderson —dijo De

do de controlar el ataque d

imagine algo —dijo avergonzada, bajando

to apto le causaba una hor

erte el labio como si fueras

crédula, sin darse cuenta de la

nte para que se desinflame un poco su cara —se asom

o del italiano fu

es por la vía? —

ramuscular —Demetr

yecte! —gritó

ar de esa manera. Era un hombre que medía más de un

que no permitas que me

n burla y salió

e intentaban inyectar, incluso, vio cómo dos hombres enfermeros fueron dentro de la

inutos de espera, salier

—preguntó E

carle un calmante —respondió la

do evitar

n Demetrio Laurenti, me haría sin duda mi

dormía plácidamente, y en efecto su

sus pestañas estaban llenas de pelos, su nariz fina, su

tendrá algún defecto?»

que intento dormir un rato; la noche anterior no habí

aba oscureciendo, así que se

más que yo —dijo c

abios, ahí estaba de nuevo e

e siento en perfectas condiciones y no quisiera est

or arrogante —E

polar, y un maleducado, además de que

lo dieran de alta, y a los pocos minuto

el lunes, señor Demetrio —se despidió Eva s

auto de Eva, como era de costumbre, no encendía, y esto provo

derson, usted, la secretaria del hombre más f

viejo y feo para no decir muy viejo y muy feo, pero l

con la mirada, bajándose de

ácter, Evangelina —respondió el italiano

cruzó de brazo como niña malcriada.

da, queriendo decirle " gran cosa

a temprano lo tendrás en tu estacionamiento, pero vamos E

empo! Era el que la sacó de su casa

ía que debía controlar su lengua o acabaría sin empleo esta ve

comenzado a subir a la grandiosa camioneta último modelo

Laureti comenzó a manejar en silencio, pero para com

igen? —preguntó el oficial de piel

cuando lo vio no pudo evitar detallarlo. Labios gruesos, diente

n Will Smith, pero con un poco más de cuerpo. La fulminó con la mirada, provocando

de lado al darse cuenta de la situación, pero Demetrio estaba serio, fijo a la mi

e sus piernas, y su corazón acelerado, por alguna razón

ado —dijo el oficial y

sus manos, subió la vista y con

no soy mujer de nadie —le reproc

dije solo para salir del paso —Eva subió la ceja m

sted por hoy —se recostó de la ventanilla y comenzó a

ervando todo a su alrededor con tranquilidad,

su apartamento y Demetrio se retiró a casa, po

a mansión le entregó el au

Louis, encárgate de buscar un auto que dejó mi secreta

in comprender las p

a acá en estos días? Se va a molestar, señor, parece

mañana tomas unos de mis autos que se adapte a su tamaño, y e

señor Laureti?! —pregun

para Demetrio y jamás le había regalado nada, y no era que le molestara

os dejando a su

Louis —se qu

te se arrepiente

drama, solo dile que le fue accionado por ser mi secret

el sofá de terciopelo de su casa, estaba con el ceño fruncid

uí? —le pregun

ndose —Demetrio sonrió satisfecho, era promiscuo y lo sabía—. ¡Si mi padre ve esto le va a dar un infarto! ¿Eso, qui

¿Por qué Andrea va a morir?

atar, ¿no entiendes que tienes a la prensa en la nuca? tienes ve

adre!, deja de decirme que hace

con las empleadas de la empresa. Si vuelvo a escuchar, alguna otra queja de ti, m

con odio, y subió

o ha demostrado? —se pr

para comer y se acostó en su cama en solo ropa

do las palabras de su jefe

Eva, deja de pensar boberías, ¿tu jefe? Ja,