La secretaria fea del millonario
taba entrecortada y sentía unos nervios descomunales. Tuvo que agarrar su
soy virgen? -se preguntó d
dijiste Eva que tonta
por dios! -gritaba su jefe tocando l
do, sentía su cuerpo estrem
umentos. Había una reunión importante en la tarde donde ella estaría pr
cio de delivery que le entregaría personalmente la comida a su
va caminó en silencio ante la mirada de las personas que hablaban de
r el delicioso pastel de atún que había
sentar? -preguntó An
se, parecía amable, además era el
la intelectualidad de Evangelina, era sumamente inte
tonio con una sonrisa. Eva lo miró sin comprender, ¿
e deba -intentó ex
, vamos, ¿qué p
terrumpió, y un Demetrio con la c
r qué no me llevaste el almuerzo pe
sted, señor
nio? ¿Para dónde las ha invitado? -Antonio estaba sonriendo al
emetrio -los ojos del italiano se abrieron de par en par-. Y si me disculpan tengo tra
o, y después vio a Eva que enseguida se levan
secretaria -le dijo furioso. Las venas
?, ¿no que no es tu tipo?, ¿y qué es fea
secretaria, y no me gus
r? -dijo Antonio, y era cierto, Demetrio no le importaba en lo ab
eso, es
a fea, a fin de cuentas te está interesado
jor que estés listo y prepares al personal que los chinos deben estar por ll
ió Antonio, burlesco y De
querer acostarme con ella, eso no» pensó m
a sentada en su escritorio; tenía las piernas en
la la miró con una mueca, mientras se levantaba del asient
puede enterar de lo que ocurrió en la oficina del jefe, o
¿Y a quién le podría decir ella
le podría decir yo que usted y el señor
clase, son todas unas mosquitas muertas y al final son unas zorras -Eva la miró con odio,
jeran fea, ¡pero zorra!, ella no era
ro es el colmo que tú -la señaló con su dedo-. Que te acuestas con tu jefe en su oficina, me llames zorra -Tamara la miraba sorprendida, jamás pensó que Evangelina pudiera ser de carácter fue
trabajo -la fulminó con la mirada.
ar, cosa insignifican
atando de contener la rabia tan abrupta
de esa empresa iban a ser de
poco el chino, así que tomaba nota de todo lo que hablaban ellos, sin dejar que se le escapara un detalle; era
dar sus propuestas de App para dispositivos móviles, eran veintidós personas con
to sobre la aplicación de lectura
fácil, una aplicación de lectura dónde las personas podían l
ién se encontraba el padre y abuelo de Demetrio, que estaba expectan
urenti al ver las caras de los ingenieros
emás, formar un mundo nuevo, otra aplicación, los usuarios y los escritores que contratemos no estará
había querido implementar; unas de las Apps que quería prom
na al oído de Demetrio, que hervía de coraje por no p
menos la experiencia para hablar sobre el tema. Pero lo que no sabía el italiano era que Evangel
o cortante. Eva lo miró con pena, ella solo quer
el abuelo de Demetrio, que había estado
ó y pidió
e miraron sorprendidos, inclusive Seung-gi que la vio con duda
ganizado a mano. Era de las que decía, si un proyecto no f
ente muchos viven de eso, pero, hay muchos libros que desconocen la manera de pagar, o no tiene la posibilidad de hacerlo -todos la miraban expectante, la manera como se desenvolv
ar, murmuraban entre ellos, ¿qué b
de nosotros con eso?-preguntó uno de los chin
sistema de anuncios que el usuario tendrá que ver, para
versión que implementamos -respo
eremos los únicos con ese sistema, y, por lo tanto, los más vendidos, -explicó
jo el chino despué
omento, ni siquiera sabía cómo había logrado explicar es
le sonrió ampliamente, mientr
e un pequeño refrigerio, y ense
dad con los rusos, estaría encantado de verla por allá -dijo Seung-gi hablando directamente con Demetrio, quien se s
rio mirando fijamente a los grises de
sincera. El reto era más
to organizar todo antes de ese viaje -dijo sonriendo.
a todos la idea que tengo en ment
debe trabajar minuciosamente -Eva sintió que el aire abandonaba su
acercó Andrea con una sonrisa, besando las mej
corporación, y el abuelo del caradura de tu je
señor, un p
n. Me habló maravillas de ti, ahora veo el por
trás del abuelo de Demetrio, era muy parec
rita Anderson, y gracias por salvar a mi hijo de hacernos perder u
o soy su secretaria -res
observó con detenimiento, provocando que sus mejill
cómo es que verla sonrojarse me provo
ste contrato? -preguntó Antonio, quien se acercó con una sonrisa a
señor Antonio -dijo
r, qué sé yo ... Cenar, ya casi son l
e malo podía pasar? Solo era una
jo Evangelina,
aminaron unos
or qué se irritaba de aquella manera? ¿Qué de especial
ntonio llevó las manos
ujeres que toma tragos señorita Ander
ó Evangelina bajando la mirada, ¿por qu
s fin de semana, no debemos trabajar -d
r por uno, ¡Tamara! Ven aquí vamos a beber un trago -la mirada de
ina se sentía incómoda, las mujeres ahí vestían muy v
as en este medio -dijo Tamara que estaba a su
se era un acto que hacía cada v
cía espectacular, con un vestido rojo ceñido al cuerpo, un labial del mismo color y unos tacones negros de diez centímet
jo Tamara arrastrando
on su jefe le causaba una inexplicable molestia, así que tomó la
stás acostumbrada -dijo Antonio que
onrió te
tener un poco de licor en su organismo se atrevi
r, no fea, llevaba una falda de color negra con gris, que pasaba sus r
lo mismo que Tamara obligó a Ant
estaba sonando; Antonio no pudo evitar reír, y con eso Demetrio que d
ngelina -habló en el oído de Evangelina mie
ra contigo -dijo con la cara roja, por
sto, Eva lo miró a punto de llorar, ella quería quedarse, por primera vez se sentía libre,
darme -hizó un
a, como tu jefe es mi deber -la tomó
de su jefe la miraban penetrante, como q
su alrededor dando vueltas, trataba de control
nderson? -preguntó Demetrio dan
uedo respirar -dijo tratando de co
ás tomada -dijo Demetrio, no muy seguro
era su casa, para después qu
e Demetrio sonaba insistente, Tamara y Antonio lo llamaba
ijo Demetrio al salir de su auto
ota promiscuo, eres tan guapo
a que su santa secretaria también lo creyera guapo, e
s que intentaba despertarla,
era un lugar modesto,
Evangelina las llav
ó la atención de su jefe, una en particular de color rosa, decía "días de trabajo con Laureti" quiso colocar la pequ
aún dormía en sus brazos, por suerte era liviana,
a, estaba llena de alfombras y uno
a nerda, -dij
ero se detuvo en el momento que Evangel
El cuerpo de su secretaria era exquisito, el mejor que había visto en su vida, a pesar de la oscur
ó enseguida, pero quitó to
a no es mujer para ti» pensó sin nis
efinitivamente tenía que calmar a su amigo que habí