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La secretaria fea del millonario

Capítulo 3 ¿Eres virgen

Palabras:3202    |    Actualizado en: 05/03/2023

de Eva era de nervios,

do la respiración de un hombre tan cerca, y más un hombre como Dem

su enorme escritorio, ante la mirada de Evangelina, que parecía que había visto un espanto—.

de su tipo ¿O si? Parpadeó varias veces y salió ca

amente muchas sensaciones

alizando un informe detallado de todo lo que había hecho en aquel día, incluso

niones, Eva parecía un perro detrás de su jefe anotando todo lo que le decía é

aje a la tintorería, debes buscarlo en la mansión, ah

eniera en sistemas, la mejor de todas, y si había aceptado

i deber sacar a pasear a

cará a pasear a sus perros, pero la realidad de todo, era que si su abuelo no iba

ebes hacer todo lo que necesite, afuera o dentro de las instalaciones —espetó mol

cente a solo un día de conseguirlo, definitivament

taria, el mismo la buscaría, una hermosa chica que conoció en un restaurante; le había dado duro en el bañ

Hasta luego —dijo Eva, dándose med

eño auto viejo, no sin antes buscar entre los archivos l

una copa de whisky con su mejor amigo Antoni

apuesta? —dijo Ant

o único hermoso que tiene son los ojos, bueno la nariz, y sus pequeños labios carnosos… pero las cejas, sus dientes llenos de alambres, y esos lentes anticuados,

e —los ojos del italiano

nó —espetó con asombro, mientras le guiñ

pondió Antonio sonriendo —. Y si, si la vi, y si te pones a detallarla, es hermosa, muy hermosa, hermano —c

bajo del trapero horrible que carga encima, —dijo con ironía, aunque, él había vis

es —dijo provocando que la lujuria en los ojos de Demetrio se encendieran, pero, sin

loco pones tus labi

e está a tus espaldas —se levantó de la silla y caminó bajo la mirada

. Era increíble como muchas s

.

narse a cambiar la llanta ponchada de su viejo coche; si no fuera porque er

o, y se lanzó en las alfombras a

óvil ha estado apagado —esa era Luisa, su madre,

efe es un patán que me tuvo trabajando todo el día

veces que puedes venir y vivir con nosotros, además eres un

unque, soy secretaria, puedo subir escalones en esa empre

mo siempre, sugiriendo que Evangelina cambia

mejores ingenieros y profesionales no

gustaría que de nuevo te hagan daño en esa empresa como en el colegio., Estuve i

e dejo, muero de hambre. —respondió colgando el

arecía otra persona, y en el fondo ella lo sabía, piel pálida, bustos

o por siempre llevarlo en una coleta, era t

seguridad en ti Evangeli

ha. Tenía los ojos y la mirada de su jefe clavada en su mente, y

de venus, y se tocó descubrie

enta de lo que había experimentado, sintiéndose aberr

se acostó tarde trabajando en un proyecto que te

y temprano, vistió con su acostumbr

de camino, antes de llegar

as —saludó

o y elegante?» Pensó, al ver al hombre alto

ayudarle? —preguntó el hombr

go que llevar a sus perros a pasear y los trajes a la tintorería—dijo

er Evangelina Anderson —leyó en una lista,

y después de unos segundos esta

en

s son suyos?» se pre

ue se encontraban ahí, había variedad, entre Mercedes, Ferrar

elleza. La mansión estaba rodeada por jardines, había

asa? —preguntó a un hombre q

caminó temiendo romp

más. El piso brillaba, las paredes pasaban de ser entr

untó una mujer de cabellos blancos, y re

Demetrio a la tintorería, al igual que pasear a los cachorros —

los perros?! —pr

fe, eso he venido hac

mientras yo busco a los animales. Su habitación está en el último piso, toma ese ascens

piso de color negro brillante a sus pies. Todo era extremadamente elegante, además, de

on la puerta de color caoba, y a

a voz seductora y

s extraños y no conocidos. Respiró profundo y giró la manilla, al ins

talmente mojado, y llevaba en su cuello una toalla blanca, pero eso no era lo más impresionante,

sto a un hombre semidesnudo. Y así era, Eva no había visto a ningún hombre de aquella manera, ni siquiera en revista o en televis

por el enorme cuarto, en busca del traje —. Este es el traje, por favor téngalo listo para la tarde, a las ocho salimos para la empresa

sa burlesca de su jefe, y sal

tratando de calmarse, pero parecía que Demetrio quería que ella mu

tano de color marrón

l mirar los enormes animales que es

ad?! —preguntó aco

no —dijo la mujer

ara acercarse a ellos, que ense

e caes bien, —dijo

llares y los tomó con una mano de sus cadenas

dificultaba llevarlos por su enorme peso, caminó con ellos hasta la c

minar a los animales que habían comenzado a correr, provocando que ella los persiguiera asustada. La tu

son unos mal educados, señor. ¡Me han dejado como chacha! —

—respondió Demetrio sin mirarla, llevan

su jefe a la mierda ¡¿Exagerada?! La hicieron correr, sudar

aún no llegó a la oficina, dónde debería estar ahorita, no aquí hacie

está de esa manera, parece estresada, señorita Anderson —tomó

arla, estaba tan cerca, que aunque, olía a perro, también se podía

sas, —Demetrio la miró con los ojos abiertos. Antonio tenía razón, ¡la chica era v

r que ¿era virgen? ¿De verdad? Trago grueso, y sintió cómo su cuerpo comenzaba a hervir de una maner

n, pero sus ojos se dirigieron al carro destartalado y desteñido que estaba al lado de u

or? —llegó el cho

esta basura? —

sentía que el humo iba a salir por su c

ijó en los grises ojos de Eva, que lo mira

tá porquería es tuya?

e, no volveré a ensuciar sus preciad

fea orgullosa —e

hacía sentir incómoda, porque las personas a su alrededor lo notab

de la lavandería que hacía un

aba montones de carpetas y trabajo por organizar, así

icina de su jefe, así que se levantó y bajo la mirada de personas que a

untó Demetrio a la chica que h

pero luego su mirada se concentró en la hermosa rubia que comen

que quería, no podía evitar sentir su cuerpo

ra abrir sus piernas y enterrarse en ella rápidamente

ro lado de la puerta, pero Demetrio parec

por entregar el bendito café f

a, al ver a su jefe teniend

caer la taza de café al piso y

cara roja de Eva, que pareciera que jamás ha visto una

omodara y saliera. Esta lo hace abochornada pasando por

arías con esto —se acercó a ella. Le encantaba s

volverá a pasar —dijo acom

. El cuerpo del italiano se estremeció. Sentía que quería descubri

¿Qué pregu

pregunta —dijo mirando al venta

or qué mierda le estaba diciend

cuando volteó para decirle algo a Eva,

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1 Capítulo 1 Nueva secretaria 2 Capítulo 2 Inrresponsable3 Capítulo 3 ¿Eres virgen 4 Capítulo 4 Los pasos prohibidos 5 Capítulo 5 Beso ardiente 6 Capítulo 6 Un agua dulce como el nectar 7 Capítulo 7 El pasado tu peor enemigo 8 Capítulo 8 Bragas húmedas 9 Capítulo 9 Déjame pensarlo10 Capítulo 10 La belleza del alma 11 Capítulo 11 Ascenso 12 Capítulo 12 Una promesa no cumplida13 Capítulo 13 Mi mujer 14 Capítulo 14 Enredos que enloquecen 15 Capítulo 15 De vuelta 16 Capítulo 16 Reencuentro17 Capítulo 17 Baño de mujeres 18 Capítulo 18 Cuatro minutos 19 Capítulo 19 Borracho 20 Capítulo 20 Partido de golf21 Capítulo 21 Si22 Capítulo 22 Un pasado inoportuno 23 Capítulo 23 La madre de mis hijos 24 Capítulo 24 No te salva nadie 25 Capítulo 25 No lo haré jamás 26 Capítulo 26 Tres27 Capítulo 27 Desgracias 28 Capítulo 28 Eres el único hombre que me Arma y me desarmar 29 Capítulo 29 Patada al niño 30 Capítulo 30 La ciudad del amor 31 Capítulo 31 Tony y Tomy 32 Capítulo 32 Sucesos de oficina 33 Capítulo 33 Los delirios de un psicópata 34 Capítulo 34 Atando cabos sueltos35 Capítulo 35 Malas decisiones 36 Capítulo 36 Mi familia está primero37 Capítulo 37 Mensaje de madrugada 38 Capítulo 38 No es solo una cara bonita 39 Capítulo 39 Una familia que me apoya 40 Capítulo 40 Patas para arriba 41 Capítulo 41 Buenas noticias 42 Capítulo 42 Cerrando ciclos 43 Capítulo 43 ¿Dónde está Eva 44 Capítulo 44 Italia 45 Capítulo 45 Ojos azules 46 Capítulo 46 Evangelina Anderson 47 Capítulo 47 Fiesta de disfraces 48 Capítulo 48 Recuerdos 49 Capítulo 49 Muertes 50 Capítulo 50 Las vueltas del destino 51 Capítulo 51 Massimo y Camille52 Capítulo 52 Una nueva secretaria 53 Capítulo 53 Boda54 Capítulo 54 Luna de miel 55 Capítulo 55 Nunca seré feliz 56 Capítulo 56 ¡Voy a dar a luz! 57 Capítulo 57 No es mi hija 58 Capítulo 58 Con mis hijos 59 Capítulo 59 Mi familia 60 Capítulo 60 Fin61 Capítulo 61 Epílogo 62 Capítulo 62 Extra; Un contrato con mi sexi y torpe secretaria