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El arca

Capítulo 5 5

Palabras:3855    |    Actualizado en: 07/02/2023

ítu

que se reventaban al medio. De repente, imágenes serpenteantes se hicieron presentes en su mente. Había un c

cruz tallada. Accionó un mecanismo que solo ella conocía; luego, claro, se dio cu

l muro y, en un instante, antes de ver qué aguardaba del

ltas. El mundo a su a

spués de la medianoche. Él la miró, preocup

me meo* del susto.

*: o

Estaba transpirada, aun c

eniendo un

quitó el sudor de la cara. S

ó. Salió de entre los brazos de

Allí, se sintió un poco mejor. Se lavó y se refrescó, justo ante

colocaba la manta sobre los hombros y la sostenía para r

sta que la sensación de malestar fue lo suficientemente leve como para relajarse. Zack no

jo. Los mantuvo abiertos, clavados en las paredes y en las rocas salientes d

unas cosas —murm

as… m

ba muy rápido. Fue dentro de la cueva

—respond

todo, la montaña rusa imaginaria que había experimentado d

la cueva estaba apenas un poco más claro, pudieron avanzar unos cuantos metros con la luz natural antes

tante liso. E igual, siempr

ocar. El dije no enviaba ningún tipo de sentimientos a su corazón y no podía fiarse de lo qu

ás angosta —dijo a Zack—. Algo p

labios y miró

nada así

entó en el suelo y sacó las

n por mí —propuso—. Con mi nula capacidad para ver y para moverm

poco la idea. La verdad era que a ella tampoco, pero no tenía

—suspiró é

aún. —l

sus veloces pasos se perdió en el interior de la cueva y ella captó atisbos de pequeño

o usaba desde la otra noche. El fuego cobró vida entre sus dedos, sin quemarla y proporcionándole la suficiente luz como para

spegar el fuego de su mano; después de todo lo que había hecho en la pelea con Peat, pensaba que podía lo

cesitar comprar más que solo la comida del día. Mientras masticaba lo último que le

ar, otra vez, lo que había perdi

lia sonrisa, sin dejar de mirar de reoj

se levantó y tomó la mano de Zack antes de qu

o turístico mientras conversaban entre murmullos sobre lo que él había podido descubrir. Pasados los minu

do escalofriante. Zoey se detuvo y miró a Zac

r un mur

ntestó ella,

mano, instándola a seguir. Al parecer, cuanto más se internaban en los pasadizos, más murciélagos habí

buceó ella—. En especi

e palmeó

os, créeme. ¿Quie

únel por mí misma. Necesito viv

izo está

ó nuevamente una flama en el aire y Zack hizo un gesto,

eña —musitó ella,

e había parec

contré y solo se pu

ir delant

s de todo, lo que hubiera más allá n

no de confianza que la asaltó de inmediato. Sonrió cuando la llama la s

la extraña sensación no era suficiente, le pidió que buscara una cruz tall

co —dijo él—. Pero alguien

Sin embargo

hubo, tuvo que haber sido hace mucho tiempo. Con una estela y

es otra clase de magia y creo que ahora po

ó con la

sí importa es que tenemo

ía sido excavado a mano, de seguro habrá tomado muchos años. Un trabajo semejante, y

te —señaló Zack—. C

trayecto. La llama de Zoey se elevó sobre sus cabezas,

eguntó a su compañero,

omprobar sus sospechas, ella más bien a tientas. La llama empezaba

e las habitaciones de la logia bajo la iglesia! La

da. Fue en ese instante que las imágenes del sueño regresaron, superponiéndose con su realidad con nitidez. Los dedos gruesos del caballero templario p

us cabezas. Una roca secundaria se partió y se salió de su sitio

una cámara de culto —sol

mente, había un fascinante camino de piedra tallada y refinada

dentro —exclamó Zackary,

tuviera velas encendidas… velas de luz blanca —musitó Zoey

s se atrevió a av

mientras aferraba la de Zoey—. ¿Debemos suponer que la ciudad en sí e

venida no parecía tener la presencia de ningún ser. La tenue luz pro

del dije, tal y como la sentía cuando se acercaba al templo en el bosque, pero no sucedió. No captó nada en particular, no estuvo la sensación de llegar a casa, de

retó lo

todas formas, tú también lo

a b

qué no entrar. Además

buscándote.

ecidida, y apretó la mano de él

ampas de defensa contra intrusos inoportunos como en

con tono duro—. ¿Qu

ue culminaban en ornamentos sobre ellos. Ya no era un túnel apretado y tosco, sino un hall digno de cualquier castillo medieval en excel

ves la

flotando. De allí

que parecía no tener fin, llegaron a un arco de roca cuya pared i

as letras del te

sabe qué dice, y no tenemos tiempo c

rreglarnos

lguna razón, eso parecía ser más difícil de leer que los textos del templo. Y el problem

a sabes, como cuando sabes inglés, pero te

hora era y también qué deberían hacer a continuación. Tal vez podrían volver al exterior, ir a la ciudad

s Zackary, caminando de un lado a otro

ritas. Sin más que hacer, y con esa posibilidad en la cabeza, se acercó y pasó los dedos por la superficie, en

llevar a algún lugar —dijo por fin—.

te antes, empuja con el po

entó varias veces más hasta rememorar lo ocurrido la

dije hablaba conm

ijo que había un portal que n

¿no? —siguió él, palmeándole la espalda—. ¿Por qu

o tengo ni idea

gió directamente al dije logró obtener una respuesta. Cerró los ojos y le

para encarar a Zackary, que l

Qu

pelli

e llevó la mano a la cintura, incrédula. Si no había sido

levantó la ropa. En efecto, tení

—replicó Zack, con l

frotándose la zona—. Pero a

u alrededor y jurar que no había más magia que la que siempre había estado. Salvo

preocupación se hizo evide

lo, cuando otro pellizco, esta

?! —so

tra

mentaron hasta que a Zack no le quedó otra opción más que apartarse para no recibir los manotazos al aire que ella comenzaba a l

esta y adolorida. Zackary alzó las ma

que no

—espetó ella, convertida

ia a tu alrededor,

lota en el aire se c

tenía ese poder a raya, pero le quedaba claro que era el mismo ambient

s lo que

s, observando los puntitos de colores brillantes que se reunían alrededor de ella, danzando sin p

Zackary

r de ti. Son como miles de estelas pequeña

ró ella, relajando los hombros. Si llegaba a ver otra vez algo com

adas, tal vez —soltó él,

as durante unos segundos, esperando ser atacada otra vez. Los

ubrirse de fueg

n a que te aburr

, pasados un par de minutos, la magia del luga

o que quie

puntos chocaban con la piel de Zoey con menos ansiedad que antes, pero, al alejarse, lo hacían más brillantes que

orprendido y, a la vez, asustado—. Ro

s, solo para que él comprobara que los

do ser Lavagirl e

o la mano cerca de las motitas invisibles—. Quizá no es que el sitio en sí sea mágico, sino que estas «hadas» son magia en sí misma

o eso no explicaba por qué no habían actuado así desde el principio. Lo único que se l

hora —admitió Zoey—. No puedo estar así todo

asi

bre cómo abrir el portal del colegio?

cómoda que estab

taría a Jessica para

no abrimos ningún p

ncio, buscando sen

cir y hacer magia

s al mismo tiempo? —corrigió Za

ltima noche ella había anotado lo traducido del templo del colegio. Lo había aprendido de memor

su mano derecha. La oscuridad no tendrá cuórum, pues la vida supera toda sombra y toda tristeza. Este es el reino perdido, est

tradujera, ¿podemos suponer q

jas, mostrando s

de mí y has tu

e la roca escrita y cerró los ojos, buscando concentrarse en

ara. Infundió magia a la piedra, considerando que eso era siempre mucho menos t

s Zoey repitió la frase como si la conociera de memoria. Al final, él guardó silencio y presenció cómo su magia se deslizaba por

os, justo cuando la pared bajo sus dedos desparecía y mostraba un e

erta, Zackary l

» —terminó ella, con la impresión impidiéndole concentrarse en algo más—.

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