El arca

ítu

na normal y viva de dieciocho años, ambos caminaron por las calles de Azul para mat

Las vacaciones y el verano eran dos cosas a las que también tendría que renunciar, no co

era, Zack tomó un mechón del cabello de Zoey y lo exte

i lo oscureces, no será tan fácil que la gente te

odiado siempre su pelo —de tono rubio desvaído y con rulos

teñirme —a

camos una

Ah

era mucho más costoso que comprar una tintura e intentarlo

vía. En cuanto la orden se emita y llegues a las noticias, porque estoy seguro de que lo harás, cualquier niña rubia se parecerá a

vantó u

ovió la cabeza para afirmar—. Lo entiendo

sea necesario —aseguró Zack—. He

o no acotó nada más. No podía preocup

só. Como, por ejemplo, un loco s

. Se giró y señaló una perfumería en esquina opuesta—. Sup

la misma expres

id

onfiada, y le expresó su deseo de oscurecerse el cabello. La señora, de mediana edad, le mostró varias cartillas

o, Zack i

mí cuál p

. Se giró y notó q

recioso —contestó la mujer, riendo—. Con esos ojos claros

ó el chico. Fr

algo que opacara sus expres

algo muy

no podría tomarse así, sí, per

quedará muy bien —

día entero allí sin que se decidiera por un color. No qu

la mujer—. ¿Quieres el kit

ra la diferencia, optó por la caja

ndo Zackary volvió a asegurar que quedaría bien, Zoey se sintió

Cenaron en el mismo restaurante en el que habían merendado por la tarde; por segunda vez, Zack c

uando lo vio mordisquear la orilla de un

ó Zack, sin mirarla y con los ojos en otra porción—.

ver

abes que no siento dolor y, si te acuerd

n ojo y ella se atragantó con la gaseosa—. Pe

cuerde, nunca hab

ba después de la tos que le había p

oy a comer un montón de ahora en más. ¿Qué tal

e encogió de hombros y masticó despacio, sintiend

lla. El cansancio comenzaba a golpearla con fuerza, no podía dar ni siquiera otro bocado. Desvió la mirad

rse sobre la butaca mullida del m

Zack, inclinándose hacia

pued

stante bien. Pensé qu

bién pensé que moriría mucho ante

Zack el que fr

rio dic

oltó una carcajada siniestra y se resbaló por el

ro q

o. Zack siempre le provocaba las mis

tu ego nunca fa

forma, de contemplar acciones que nunca antes había podido apreciar de cerca. Así, él volvía a parecer vivo, mucho m

y estrechó los

tragándose la gaseosa

ó con la

ves ahora —suspiró, todavía con la sonrisa e

de orgullo. Entrelazó sus dedos con los de

specialmente cuando estás tan cans

n manotazo d

rog

ces un

eplicó ella, pero

s doce de la noche se hizo eterno y t

creíble, ella se durmió sobre su regazó, en esa pose tan incómoda, y no despertó hasta que él la obligó a hacerlo. Faltaba media

star el poco dinero que tenían. Caminaron hacia el bus y aguardaron allí, con los

que, a pesar de su confianza, prefería vigilar el exter

el sonido del motor ayudaron. Dos horas después, sin embargo, despertó con las voces de los ocupante

cuadernos en los que Jessica había estado tra

endo», pensó Zoey en ese instante. Se pasó las manos por la cara pa

s? —preguntó,

o de la ciudad oculta. Han sido todas teorías relacionadas

ue decía e

, hay unas tantísimas teorías sobre la piedra filosofal. En cuanto ll

e ahí, al dije? —murmuró ella, mirando brevemente hacia su a

frustrado con

¿Confiamos en todas esas te

se pasó la lengua por los

gún otro loco? —m

como la habían despertado a ella. Recién se asomaba el s

rios realmente hayan ocultado el grial allí —continuó él, sin mencionar el

vagando de un lado a otro. Si el dije tiene algo que ver con los templarios y, por ende, con la co

on las cejas arqueadas. Zoey bufó cuando e

dos adolescentes van a dar con

comodó en la butaca para girarse

entes geniales que superan l

la distancia para plantarle

contraremos —afirmó él, comple

volver a dormir, entre el sol y la gente

vez sí lo estaban, pero no tanto como ella, que sol

allí deberían trasladarse todavía más hacia el sur, hacia el Golfo de San Matías, para hallar la manera de acceder al Antiguo Fuerte. Se

los papeles, que había releído varias ve

aque de risa que se le quedó pegado en la garganta. Los ojos irri

. Al final, cuando bajaron con los bolsos colgados, Zoey sentía que se iba a des

corrían el riesgo de exponerse demasiado, pero necesitaban hallar un hotel económico, de fácil

e el alto mostrador de la cabina de Información. Escuchó sin prestar

a visitar a su tía abuela. No aclaró nada más y la señora tampoco preguntó, pero fue e

creído y estoy segura de que, si llega a sospechar algo más o, por ejemplo, si ve mi foto ma

s taxis, se volteó para ver la cabina y

puerta de un taxi y metió los bolsos dentro—. Buscarem

a un hotel de dos estrellas que estaba alejado de los que la señora les había dicho en la terminal. Antes de bajar, Za

Palabra tomada del

, muchacho

da rápida que podrían reemplazar a la fran

a un sitio económico, por lo que no conseguirían una

y fueron conducidos a una pieza pequeña, pero con un baño limpio y un t

antes de que ella pudiera r

chón tenía un bollo a la altura de los omóplatos. El cansancio era sup

eron llenos de im

ojos y se dijo que todas esas escenas llenas de luces, de ráfagas y de exaltaciones tenían que ver con la pelea

otra cama, revisaba los papeles de la logia y la

ir por algo de comida. En la recepción decía que no se puede traer la cena a las

buen humor, ella l

a una docena de hamburguesa

eles y se levantó d

onald’s, pero prometo que ser

asi

mucho

órdenes,

trasero de los vaqueros, ella se dio cuenta de que Zack se había cambiado d

or favor —pidi

habitación, él le guiñó un ojo y le recordó que no se bañara todavía

antes de apretar el botón. Un montón de preguntas y de dudas pasaron por su cabeza. Tragó saliva y empujó la ansiedad a un lado. Encendió el apar

noticiero durante algunos minutos, hasta que se rindió. Apretó sus labios y bufó al darse

mordió las uñas por unos veinte minutos, hasta que el periodista cambió la expresión de su rostro y, d

ndo en la pantalla apareció una foto que su madre hab

lia consideran que el adolescente se ha fugado, las sospechas no dejan de sobrevolar el colegio. A principios de este año, otra tragedia se produjo dentro de las instalaciones escolares. Zackary Collins, compañero de clase de Adam Smith, falleció tras un accidente dentro del edificio. Ahora

ted pueda proveer, llame a este número. Si usted ve o sabe algo d

era viendo la televisión justo en ese canal. Estaba bien jodida. Necesitaba quitarse el rubio del

en lo que debían estar sintiendo. Se aliviaba de que la carta que había dejado hubiera

ack regresó, con deliciosa comida caliente que había ma

burguesas con queso que había conseguido—. Pensé que

mbre que ya tenía, claro. Comieron en silencio porque, hasta que ella no se terminó

al 911 —contó por fin mientras se pasaba una

asunto no le preocupara tanto—. Anda, lo arreglaremos r

n una banqueta, en el baño, y dejó que él hiciera su trabajo cuasi improvisado. Le pintó hasta las orejas, pero eso fue lo de men

tándose la ceja—. Tengo l

y con sarcasmo—. Vamos, que te verá

nes volvieron a asaltarla. Comprendió que cambiar el color no iba a solucionar nada. Era apenas una ínfima ventaja pues Peat, e

o algo por el estilo, pues lo único que le faltaba era conseguir más atención de la deseada. Se lavó

ueca, pero lo aceptó. El color no estaba parejo, algunas zonas se veían más oscuras que otras. Habí

soltó unos cuántos comentarios ha

y le dio un pellizco c

nejo loco volador! Ella se rio ta

cerró los ojos de inmediato, tratando de mantener la ment

currucó junto a Zackary, buscando en su compañ