Antes de que hable el volcán
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Capítulo 24 XXIV. Cantó como el gallo y soñó como la perdiz
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Actualizado en: 16/03/2023
las oficinas con aire acondicionado. Todos compartíamos la sensación de estar en un enorme hormiguero. Caminando me
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1 Capítulo 1 I. Hablando con el Volcán2 Capítulo 2 II. ChisdaVindro o la sinfonÍa perdida3 Capítulo 3 III. Plantel qUeridO jardÍn de la infancia4 Capítulo 4 IV. Canuto: bloomsbury en santa tecla5 Capítulo 5 V. Licón de su cátedra a un fauno qUe toca la lira6 Capítulo 6 VI. Sórdido susurro de volcán7 Capítulo 7 VII. Licón, casUalidad de un verano escocés8 Capítulo 8 VIII. Canuto: el mar y tu piel9 Capítulo 9 IX. CnVersaciones con la soledad10 Capítulo 10 X. Llicón y las plumas místicas11 Capítulo 11 XI. Chisdavindro de profundis12 Capítulo 12 XII. Canuto en Mareas fugitivbas13 Capítulo 13 XIII. Licón, un paso más allá de la gloria14 Capítulo 14 XIV. Cada una y todas las palabras15 Capítulo 15 XV. Una gastada discusión sobre lo común16 Capítulo 16 XVI. Canuto y la libación de la Cicuta17 Capítulo 17 XVII. Urbe al amanecer18 Capítulo 18 XVIII. Canuto in memoriam19 Capítulo 19 XIX. Un poco de tinta para salvarse20 Capítulo 20 XX. Ctidianidad sin gloria21 Capítulo 21 XXI. Los secretos de los desterrados22 Capítulo 22 XXII. Finnegans se despierta inquieto23 Capítulo 23 XXIII. Testamentos inauditos24 Capítulo 24 XXIV. Cantó como el gallo y soñó como la perdiz25 Capítulo 25 XXV. La fe y otros artificios26 Capítulo 26 XXVI. Orfeo en los infiernos27 Capítulo 27 XXVII. Banalidad en el ocaso28 Capítulo 28 XXVIII. Amanuense del alpiste29 Capítulo 29 XXIX. Sobre el destino aciago