Desafiando al CEO
odo o tener alguna respuesta, pero en su lugar, la única que volvió fue Sheysa, qu
eguntó Sheysa al s
s hombros sin
aquÃ. Es la primera vez que lo
terminaron por marcharse, Artemis se enojó poco después de eso, advirtió que e
chicas se están yendo, puedes volver a casa, nos veremos mañ
sacaba su ropa deportiva que vestirÃa sobre su ves
no tardó en salir de allÃ, llamando para q
erta y adentrándose, sintiendo como aceleraba con todas sus fu
es? ¿Qué hay de nu
uidado, observando a Franch
trayendo problemas, me pueden descubrir. Ese hom
que es un hombre peligroso, Gianna, por eso tú padre jamás ha logrado
pueblo chico, mujer independiente, bailarina por pasión. -reco
s mujeres y el dinero. Necesitamos comprar ese bar, es la fachada perfecta para el lavado de dinero de tu padre, ¿o es acaso que quieres se
ier cosa como fachada para el lavado de su dinero. Durante años lo ha hecho de muc
única fachada que parece indestructible e invisible ante los ojos de la ley ese ese puto lugar. -avisó. -A
acones y haciendo masajes en sus pies. -
mente, estoy seguro que no pudo resistirse a ti. -avisó. -Pero recue
que decÃa ser su prometido, un matrimonio que habrÃa organizado su padre, algo que frecuentemente ocurrÃa en su v
, Gianna. ¿Es acaso que..
ha tocado, nadie me ha ten
bueno porque he pasado todo el dÃa con unas ganas que no puedo contener. -av
Franchesco. Mis pies duelen, h
rarme que nadie más te ha tocado, llegaremos a casa y folla
de Franchesco, la cual era mucho más inmensa que la de s
a puerta de Gianna. -MÃrame, soy un hombre educado. -avis
caminó dentro de casa, estirando su cuerpo mientras quitaba
uerpo sobre la cama, observándola poco
iarÃa de ti, mamacita. -susurró al tomarla
era que, aunque fuese irreal, disfrutaba mucho más la mentira que v
ue recuerdes a quien le pertenece
intiendo como Franchesco la tocaba con desespero y afán, espera
sobre las sábanas, observando el techo que los cubrÃa fijamente, recordan
bailas a él. -pidió Franchesco. -Quiero ver lo que