Desafiando al CEO
concertado, estrechando las manos de aquellos hombres desconocidos para ella mientras ofrecÃa bebida y cigarrillos. E
pero una vez más, y como habrÃa pasado la noche anterior con Alonzo, aquellos hombres no levantaban la
es, aquà todo corre muy rápido, pero nunca imaginé que serÃa algo tan majestuoso. -avisó su amigo
sonriendo de lado para ser amable mientras asentÃa. -Mi bar siempre tiene lo m
rÃan de mal gusto para la poca capacidad amistosa que Artemis poseÃa, observándol
ento, llevando sus codos sobre sus rodillas y uniendo sus manos
Veratti. -explic
el bolsillo de su traje, llamando la atención de uno de sus hombres de
Dame un precio, un monto... El que
o casi indignado, negando inmediatamente mientr
amigo mÃo. Aquà se bebe, se baile
buscando una noche con esa mujer, Arte
tal manera por alguna de sus chicas en el bar, solo que, por ésta vez, él no qu
cifra para ella, lo siento. -advirtió al hacer a un lado sus manos con bol
asar sus manos por su barbilla, recostar su cuerpo sobre el
¿cierto? -pregu
sperando no tener que
sky que beberÃa sin cuidado, girando hasta ver ahora a A
s aquÃ, traes mujeres, bailan un tiempo y poco después las ofreces como esposas, ellas aceptan, tu te llevas un
Ãan cosas que para él eran imposibles, y una de
talón que inmediatamente apuntarÃa sobre
lto suave, solo sé hacer mi trabajo. No me gustan los hombres que aparecen de la nada a juzgar mis métodos. -advirtió. -Te r
un poco mientras observaba a Artemis guardar el arma nuevamente, dando
visó. -Pero bien, tienes razón, solo soy alguien más que viene a juzgar tus métodos. ¡Chicos! Se acabó la fiesta, es momento de irnos. Ya
, lanzando un par de billetes que caerÃan a los pies
ella habitación, y aunque lo qu
os cerrados, una respiración agitada y aq
-gritó frustrado al ver
s lo miraba un poco asustada, manteniendo distancia an
espirar hondo y pasar sus manos sobre su cabez
confusión al no ent
entie
asta llenar su pecho y terminar por soltarlo todo lentamente. -Por lo visto, de a
ra más, Artemis arregló su traje,