Jugando con fuego
a
co que tenía que esforzarse para serlo. Beca no era una de esas chicas que se esfuerzan por estar perfectas, de esas que
tenga el placer de admirarla, y no puedo evitar sentirme el
dejando el cepillo en el mármol d
treví. Cuando llamó a la puerta de mi habitación perdí por completo mi lucidez y empecé a besarla y a tocarla por todas partes hasta
ómo podía hacer es
entre mis piernas y, cuando levanté la vist