Un año después
rc
ltima moda, jamás saldría a la calle con el pelo sin arreglar o unas zapatillas bajas. Nuevamente la imagen de Karina, con el camisón de encaje y transparencias, en contraste con el pijama de gatito que Sara tenía hoy, vienen a mi mente... ¿Cómo puede ser que lo segundo me parezca mil veces
Abro el baúl y saco dos cascos. Cuando giro para darle uno
asco. Abre los ojos y la boca con evidente sorpresa y puedo notar su nerviosism
acia ella una vez más. Le coloco el casco y lo ajusto mientras desde donde estoy puedo advertir que su corazón late más fuerte llenándome de ternura. Subo a la moto, la enciendo y espero q
to apoyar su cuerpo sobre mi espalda
na carcajada. Tomo sus manos y las entrelazo a mi cintura. La siento dudar pero cuando arranco
sonreír por el espejo retrovisor. No es raro que me sienta tan bien haciendo sentir bien a otra persona, eso e
le dan un aire de exterior que suma hospitalidad al ambiente. Me anuncio con el recepcionista y éste nos
n sus ojos. Es entendible, esperaba encontrarse con mi padre... aunque juraría que no es ese e
extiendo una mano hacia ella, que se incorpora y me devuelve
do ella advierte que ambos tenemos la atención sobre ella se sonroja nuevamente. Veo que sus hermosos ojos color miel se humedecen levemente mientras mira a Romina
entras hago un guiño de ojo imperceptible para Romina pero más que claro para Sara. Ésta me devuelve una sonrisa de lado demostrándome que captó la idea. -De hech
s de contratar a la empresa para la que trabaja. En seis meses mi madre cumple sesenta años y mi padre está pre
de ella deja en evidencia que le parecen completamente inútiles o inentendibles. Es evidente que Sara no es el estilo de mujeres que se desmayen
s me mira con cara de espanto. Reflexiono por un momento, es imposible que ha
Lorena, y me comunico con ella mañana mismo. -Dice
rásticamente. Baja los ojos y puedo adverti
as no creo que tenga telé
í. Ella responde sin dudar apoyándose en mi pecho y
to por escrito y cuando puedan me confirman.
, por favor. -Contesto
e pensando que pudo interpretar algo diferente de mi intención, que era solamente recibir el pres
nuevamente a Sara, lo que hace
edo evitar dirigir mi mirada hacia su trasero, que se marc
ra Lorena o Lucía me estaría riendo de que me haya descubierto, no logro entender porque con ella no me pa
a de su parte pero en vez de eso veo una expresión de enojo y furia que me saca totalmente de juego. –Era chiste. -Se cr
igiéndose hacia la puert
de mi camisa, evitando todo lo posible el contacto. Entonces decido darle una lección y cuando el semáforo da verde comienzo a manejar a más velocidad. Eso la obliga a acer
ada nuevamente y me sorprendo una vez más al recon
a
i cabello y el sol pegando de lleno en mi rostro hicieron que me olvidara, en el primer tramo del viaje, de los miedos, y en el segundo, de la molestia que me generó verlo mirar con deseo a la mujer que me estaba tratando como una estatua. Lo peor es que estoy segura que él se
to nunca en persona, y justamente ahora no tengo la mejor predisposición hacia él, pero intento controlarme, en todo caso, si esta acá es porque algo le
un aire serio, que contrasta a la legu
ene buen gusto, después de Marcos, es el hom
Gracias por venir. -
e saludan y entr
enir, es la internación. Detalla los motivos y fundamentos y cuando termina comienzo con las preguntas que tenía pensadas. El profesional las responde pacientemente y creo que n
se despide prácticamente a las corridas y Marcos y yo n
s en él mis propios sentimien
s se me aflojan de solo pensar cómo lo va a tomar. Lorena no es una mujer fácil, tiene un carácter complicado y siempre logró intimidarme. Pareciera que Ma
me abraza y deposita un beso en mi cabeza. Respondo a su gesto y me quedo unos minutos sintiendo su corazón latir acelerado, lo que me recuerda que él también está pasando por
cias a esto va a estar bien. Vamos
pareja está saliendo y nos permite ingresar, por lo que subimos directamente. Como se trata de un
e del otro lado. Marcos toma su móvil y comienza a llamar a Lorena y escuchamos su teléfono son
os? ¿Forzamo
ngo que no hab
si nada, la puerta se abre al primer intento. Me mira y es evidente que la s
anta fe, por fav
o a decir, pero la voz
n haciendo
chas horas que ya van de este día. Recorro con la vista el lugar. En cada rincón hay cajas de comida rápida apiladas, vasos sucios y
ruzan entiendo que los dos estamos pensando lo mismo: Defin
s. -Dice Marcos con voz decidida,
Me dice ella a mí, si
como si la estuviera imitando, en tono de reproche y me acerco para abrazar
a siguiente estas agarrándote a mi hermana. -Dice
sándose, y eso sin dudas cambia toda mi perspectiva sobre esto, sobre él, sobre la relación
mienza a decir él pero
Los dos están confundidos, no tengo ningún problema con
del ojo que Marcos me clava la mirada como dag
ice él dirig
s solas por favor. -Veo el desconcierto en su rostro pero no puedo mantenerle la
unos minutos y la siento llorar así que acaricio su espalda y su cabeza. Cuando noto
que algún día se casaría y tendría una familia la dejó sorpresivamente y ahora la odia. Su trabajo está en la cuerda floja y no se siente capaz de ser la p
a, pero no lo hace. Lo que me da la pauta de que todo su relato está teñido de su falta de percepción de la realidad, así
illo delantero. Se ve tan bien que maldigo por tener que odiarlo. Es verdad que es un hombre soltero y libre, pero bes
e dedica una mirada llena de furia. Tira el cigarrill
migo... realmente es increíble. Pasa por mi lado sin mirarme y s
a puerta ventana que da al balcón y
ente molesto. Lo miro con incredulidad pero entiendo que tiene razón. Inspiro hondo y suelt
os acomodar su postura y mirarme ya sin enojo sino más bien con preca
ve que tomar porque no tengo idea de lo que hice anoche ni con quién. No me acuerdo de nada después de las cuatro y me desperté acá hoy, a las dos de la tarde. Supongo que tendría que hacerme también el análisis de HIV y demás, porque no es la prime
un minuto pero corto la con
en solo unos minutos ya recogí todo lo que nos indicaron que iba a necesitar. Antes de s
abeza. Igual que antes hizo conmigo. Porque ambas somos sus amigas... Y si hay algo m
legando. -Digo c
Lorena. Asiento y ella se dirige al b
lo. Algo en su expresión me genera mucha tristeza, as
mabas. -Digo, mir
cuando estoy muy nervioso. -
? -Suelta una risita y m
olución sea internar a Lorena,
alidad ni yo misma comprendo adecuadamente. Él me mira espe
ndo. -Dice co
quiero de
haces es apartarme. Cuando "decidís" que puedo volver, largas la bomba sin adelantarme nada. Supongo
también siento que hay una conexión entre ambos, pero no
epentirme de pronunciarlas. Y me alegro de haberlo hecho cuando veo que su
errumpe el momento y aprovecho para
y emprendemos el regreso al departamento. No hablamos en todo el camino y la trist