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Un año después

Capítulo 2 Marcos

Palabras:4477    |    Actualizado en: 18/06/2022

rc

o el fresco de esta hermosa mañana de abril y me tomo un minuto al borde de la piscina

atología, y aprovecharé la ocasión para invitar a salir formalmente a Camila, la auditora que asignaron para ev

ó el menor interés en mí, después de haberle cocinado, convidado con el mejor vino y hasta hablado de mi vida y mis intereses más profundos. Hablé más con el

estaba aplacando. Mi metro noventa, acompañado armónicamente con una espalda ancha y musculosa, sumado a mis brazos y pectorales tonificados en el tamaño exacto, son solo el com

a ducha cuando una

as escapa

casi blanca, cae por debajo de los hombros, con las ondas perfectamente peinadas y sus ojos azules hacen que parezca una personificación de la Barbie, obviam

ro hacia los costados como buscando a alguien y sigo con el juego. –Me imagino que es

útil para vengarse de su esposo, que no solo la abandona permanentemente por su trabajo de pi

uses tu imaginación en otra cosa.- Acompa

mi short de natación y la tomo por la cintura mientras la aprisiono contra la pared del cuarto vidriado en que nos encontramos. Hacer esto aquí mismo es peligroso, pero no sería la primera vez que tomáramos el riesgo y en a

ra que tanto le gustan y con mis manos en su cintura le indico el ritmo del movimiento que quiero. Aunque en esta posición sea ella quien tiene el control, soy yo quien manda y ella lo tiene más que claro. No es una cuestión de dominación o poder, es solamente que sin esta dinámica, en la que soy yo quien marco el ritmo y la intensidad, se me hace prácticamente imposible disfrutar al máximo de un encuentro sexual. Cuando considero que es momento de acabar la tomo con más fuerza por las caderas y la muevo con

reservativo mientras ingreso a la ducha

- Sigue con su actitud insinuante. Le devuelvo u

éfica del Centro de salud. Pero si vuelvo tempran

a estará llena de médicas y enfermeras y ya sabemos

… pero ninguna como vos. – Miento descaradamente, sabiendo q

nunca necesité serlo. Mi última novia fue en la secundaria y ya

ras sean feas y viejas así volves temprano. – Dice acercándome a mí y dejando

rme con una colega para intercambiar favores, ella me ayuda a elegir traje para la noche y y

despliega ante mis ojos. Realmente la decoración de la gala es de un gusto

morena infartante que, al igual que yo,

lidad, ella se gira y me regala una blanca y perf

acio, mi mejor amigo, y en segundo, porque las horas de guardia juntos y los problemas que nos tocó enfrentar en el Centro de salud,

y consultamos a la acomodadora la mesa que nos corresponde. Me regocijo viendo que la pobre ch

que ocupo para describirla no hay nada físico. La miro y no entiendo la razón, después de todo, se trata de una persona realmente atractiva. Debe ser porque es rubia, pienso inmediatamente. Mi predilección por las morochas no es una novedad, y siendo rubio de ojos verdes y tez clara, tampoco es muy original que me atraiga todo lo contrario. Por un momento mi mente vuelve a Lorena, p

scontracturada y divertida. Veo a Lucía y Marcela, dos buen

Marcela en referencia al grupo de tres chi

ya no les intereso.- Contesto, levantand

vos, yo soy hetero.- Suma Lucía y

regunto al advertir que la

lgo que no me quieren decir o no saben cómo

n par de veces que dejara de tomar pero no hubo caso

z más preocupado por mi amiga, que desde ya hace

ibir a mi abuelo en sus peores épocas me tenía hace ya un tiempo angustiado, pero no había notado algo realmente alarmante como para intervenir. Hasta que en las últimas dos semanas comencé a sentir más olor a bebida en su ropa, ver desechos de botellas enteras en el departamento, cuando

on Camila. Decido que es un buen momento para hacer una paus

Digo, mientras intento oculta

alón. ¿En serio me va a esquivar de nuevo? Esta mujer es la prim

, convengamos que no tuviste mucho tiempo

bien que lo volvería a hacer todo igual. – Ahí está de nuevo, su compromiso y sentid

cenar alguna noche juntos y solos, creo que nos quedaron muchas cosas pendientes de la primera vez. – Digo acercándome a ella más de lo necesario y me sorprendo al

ar, si… pero no creo que ahora sea adecuado. – Me siento como un chico al que están regañando y

pena que probemos. Prometeme que por lo menos lo vas a pensar. – Digo tomando su mano dulcemente y me vuelve a so

alejándose de mí. La miro sin entender y decido seguir b

Marcela. Cuando llego escucho que están discutiendo y justamente es sobre Lorena. Por lo que logro entender, Lorena e

n señor mayor que parece muy interesado en lo que la morena le cuenta. Camino hacia ellos y cuando estoy a unos pasos veo que él me señala y le habl

nquiere Ignacio con una furi

estado me hace sentir sumamente culpable y triste, si la hubiera ayudado a tiempo no estaríamos acá, en u

mente no puede conectar con la situación hast

Marcos y no con Ignacio. – Me quedo helado al escuchar esta afirmación,

Lorena no terminó en los mejores términos, pero

tear el problema a costas de la auditora. La idea consistía en que yo tendría “algo” con Camila para denunciarla si nos daba el visto

aumenta cuando recuerdo haberle dicho claramente a mi amigo que quería tener algo serio con ella y que hoy mismo se lo diría… ¿Cómo pudo no advertirme entonces? Me doy vuelta hacia él con la intención de golpear su rostro fuertemente pero veo su expresión de tristeza tan profunda que mi sangre

veo que Camila quiere salir e Ignacio atina a seguirla, pero es evidente que ella necesita alejarse, por lo que tomo a mi amigo del brazo y lo obligo

e ella y yo, y ahora ella perdió el trabajo Marcos, ¿sabes lo qu

concretarse. – Digo, recordando la co

otro en pequeños tramos, pienso mejor y creo que no es oportuno que le pida

migo y no logro entender… ¿Ama a Camila? Si recién la conoce

ía y seguro todo se va a ir solucionando. – Digo, colocando mis manos sobre sus hombros obligándolo a mir

ver en cuál. Entonces veo a Lorena, completamente dormida en el sill

nte la cabeza pero no consigue mantener su acción y se vuelve a dormir. Me giro hacia Ignacio p

cima me deja solo con el problema. Buen amigo resultó s

tenido de su estómago en el tapizado, llegamos a mi departamento. La subo y la siento

eo despierta friccionando su

estaba tan mal.- Dice ella, sin poder

… Vamos, te llevo a la habitación de

costar su peso cede y caigo sobre ella. Para mi sorpresa no fue algo accidental sino que ella me tiro sobre sí y ahora la veo mirarme, con una expresión que no podría descifrar. Entonces levanta su cabeza y

anses. – Digo con dulzura alejándome y disimul

ermosa figura envuelta en ese vestido rojo y su perfecto rostro cargado de dolor me parten el alma.

sto. – Digo mirándola con dulzura, pero es evidente que ella ya no me

r amigo me traicionó liándose con la mujer que me gustaba. ¿Qué me gustaba? Repaso mentalmente y me permito reconocer que

demasiado qu

Se me ocurre que debería ponerme en contacto con alguien de su familia, por lo que la abro para sacar su teléfono y, al hacerlo, veo un blíster de pastillas para dormir. Mi preocupación aumenta aún más. Tomo su teléfono y al tocar la pantalla me alegro de ver que no tiene contra

a, llamo nuevamente. Otra vez suena un par de veces pero esta vez cortan la comunicación luego el tercer tono. Me enoja un poco pensar que la hermana de Lorena

Quié

ve más intensa y co

hoy por hoy se está preo

inmediatamente y mi tel

go sin ningu

lpa por haberla tratado así. – No es que no haya querido atender… Estoy con un problema, nada más

nombre es Marcos, s

me la imagino juntando sus cosas para salir corriendo donde este su hermana. El sentimiento de que hay

tomó demasiado y me temo que no es algo nuevo.- Mi interlocutora no me interrumpe pero tampoco parece sorprenderse.– Creo que neces

as semanas pero se ofendió tanto que no me habló por varios

pero creo que lo mejor sería que la vea un profesional

oy a buscar un vuelo y te aviso cuando puedo llegar, ¿puede ser?- No tenía presente ese dato, siempre supuse que la hermana de Lorena vivía en n

spero tu avis

colgamos sin esperar respuesta y me quedo un tanto inquie

última hora, es decir dentro de tres días. La calmo , asegurándole que mientras tanto yo estaré pendiente y

lé con un psiquiatra amigo y nos recomendó que realicemos una intervención, justo como Sara

azón se comprime, pero miro nuevamente el b

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