Un año después
a
-Digo a la cantinera
arta de postres pod
minutos regresa con el papel que indica el monto a abonar.
iro instintivamente, tapando mi rostro con el cabello y levantando la solapa de la campera. Miro a todos lados, pen
entras cierro los ojos con fuerza, ya que mi
mente, esperando lo peor. Las puertas delanteras se abren y de su i
siedad pasa un llanto incontenible comienza a mojar mis mejillas. Corro
Mi hermana no sabe nada de lo que está pasando pero es la única persona q
e fui descubierta. El teléfono sigue sonando y yo solo miro la pantalla sin poder reaccio
la paz que por unos breves minutos había encontrado. En medio de mi enojo corto la comu
a accedido a esta línea. Solamente Lorena. ¿Y si le pasó algo? Mi coraz
nsaje es leído en forma inme
está preocupando por tu hermana. -No
otro lado y hace que todos mis nervios se cal
aba. Mi fuga tendrá que esperar. La única persona que tengo en el mundo me necesita.
rc
con la barra que tengo en el balcón. En eso estoy, cuando siento su v
ormilona. -Dig
a cabeza me está matando. –Se sienta en el sillón de exter
o algo... pero no parece tener nada sobre lo que indagar. –Lorena... ¿Te aco
mento parece recordar algo -Ahora que lo pienso tengo un leve
te compungida al escuchar que Camila, al perder el t
¿Por qué nadie me cont
bastante complicada la cosa por tu culpa y deberí
que está auditando... ¿y la que tiene la culpa soy yo? Qué fácil es para ustedes lavarse las manos. -Dice entrando al living y comenzando a juntar
n entender. -Hace tiempo venís tomando de más, anoche mismo en la fiesta te advertí que pararas y no lo hiciste, y para
veo inspirar profundo varias vece
Camila ya dejaron de reírse de vos. -Dice con todo el veneno de su
os pensando en Lorena como la victimaria de la historia. Mi odio hacia I
es mandarlo a la mierda pero entonces pienso que tantos años de amistad no pueden terminar sin si quiera una conversación
sta con gracia. Es más que entendible que actu
o no quiero tener que ate
ún nervio y no puede operar más porq
toy riendo mientras mando el mensaje, entonces reparo en la conversación y advierto que llevamos el día ente
Repaso las redes sociales de mi amiga, pero con su afición por la fotografía las tiene llenas de imágenes impersonales. Llego a una imagen vieja, de varios años atrás, donde esta abrazada a una chica parecida a ella pero con muchos (muchísimos) kilos de más. Es más baja que Lorena y lleva el cabello rubio,
en su siguiente mensaje, suma
ses. -Digo, despidiéndome y me estoy por d
si quiero salir de mi cama para ir a verla. Recordar sus pechos abultados me hace tener las fuerzas para deci
toda esta situación ¿Inventará alguna excusa para intentar que le perdone? Vue
ujer de la que lleva enamorado diez años. Se habían conocido en un congreso, pasaron una noche juntos pero ella no quiso nada más por una loca idea de ir a misionar a África
vida se está desmoronando y la de la mujer qu
a, y no me sorprende ver que él también había notado algo, a
ión de Ignacio con ella), incluye que se casen, así que ayudo a mi amigo en la elección y más tarde lo acompaño al d
viendo a Lorena, acordamos que mañana mismo iremos él, Sara y yo a hablar con el psiqui
S
e año
o fuera por el profesor Montalvo, que se empeña en arruinar todos mis fines de
us palabras el jueves por la tarde, cuando vino a mi clase
r la puerta de su oficina una vez má
"primera hora", se refiere a las siete, lo cual me quedó claro desde nuestro primer encuentro, per
ta y él me in
ce con una sonrisa vi
note la ironía de mi gesto, lo cual es evidente que l
arle divertida. –Digo
cuerpo se tensan y mi respiración se acelera. Cuando llega frente a mí, quedamos a unos cen
del estante un libro muy grueso. Reconozco su encuadernado, es el primer tomo de una serie de m
dos semanas, que será cuando arrancaremos el sem
ne en su mano y cuando devuelvo mi vista hacia
palabras? –Sigue hablando con tono desafiante, mientras suel
puedo evitar que las palabras
s proyectos, me aparta del grupo, me trata como una imbécil mientras los otros estudiantes son más bien sus amigos. ¿Qué le hice? ¿Cuál es el problema que tiene
se ponga, se marcan provocativamente. Sus caderas. Su olor. –Cuando me doy cuenta estoy completamente apoyada contra la biblioteca y él muy cerca de mí, rozando nuestros cuerpos. Mi centro palpita esperando el momento en qu
el pezón. Luego sigue bajando hasta llegar a mis bragas, completamente accesibles gracias a la pollera que, inconsc
rme. Me alza nuevamente y me lleva al sillón de tres cuerpos de la oficina, el precioso rincón
manos por su cuerpo desnudo, descubriendo que es aún más marcado y perfecto de lo que imaginaba. Él también retira mi
rección de sus pantalones. Es evidente que él comparte el apuro, porque me ayuda, volviendo
compaño sus movimientos con mis cadenas a medida que aumentamos el ritmo y cuando por fin ambos llegamos
y me dedica una sonrisa, a la que
ular, me convence aún más que antes de que mi fasci