El Empresário Y la Máfia
CC
ión de la ofcina,
as manos al frente de
lía hacer el se
sen
se comportaba así,
retaria a su lado, bast
cio, prestando
dor? "Pregunté
do, a quien todos
mereciera ningún res
como marido
Sil. Acaban de e
rtésmente, cortésmente.
orcida que estaba sien
mago. Fueron las náuse
que estaba en med
serpenteaba por la atm
equeño pasillo,
Mientras me acercaba, escuch
vieron, llenas de suspenso
pegué la cara a la p
abie
- Escuché a mi
ñero en el hombro. Miré a
clavaba en el hombr
al en la pared, ma
realmente aceptará
e los talones?" - escuc
o de su voz, también par
réd
sondeado un par de
n, no dejé ninguna dud
dome los talones. Mi
s, escuché a mi
ar a Sil, quien respondió c
esvié la mirada y lue
a a decir algo más, para
o, y todos en el desa
tancia y relevancia a l
so no se atrevía
o y jefe; Lo conocía bien
trevería a
a. - hablé en voz baja,
y entrar por la puert
roma. Pero, por desgr
endo a los
rante des
ar un perro guardián y que
ntra la pared, me di un
sería capaz de entrar y
bre mi cabello y abr
. Ni un segundo m
e la conversaci
poso no ocultó el
presencia. Pensé qu
a mano, ya que nunca me ha
ad. "¿Has leído mis pens
rm
ironía en su voz, l
y pragmático y direct
me dio un beso. Seco y
cabeza y se
onos un poco de privac
nunca lo había visto en
nté como si no
tá pasand
da de la mía y baj
deaban mi cara por enci
cor
o lo mejor para
ndo estar ajena a to
ntento de secuestr
iamente en apoyarte, p
manos bajó hasta
ó en mi rostro, acaric
un impulso de alejarl
la boca por lo que
ecibir el toque de
omo mujer. Me hizo se
do. Poner un chof
de un vehículo blindad
iente, mi e
¿N
nte, mientras Franco
Sacó una hoja de pa
sin más,
rdaespaldas para
zo, la sábana
mero que buscaro
uperior izquierda. El rost
irada enigmática. Una
Ni siquiera en las pelí
do de esto. Dije,
ad en m
isaré a los demás
errumpió, cerrando e
autorización de Fran
arte. Cerró la puert
sión irrevocable,
habla más de eso. Alter
aprovechando que es
igo que pudiera
onal
mano en un puño,
olver la hoja en mis
ra
"Fue una orde
oche, en esa lence
e la mesa de espejos y
e rabia. Ignoré el a
a que pensar en una mane
una vez en esta
esto a renunciar a mi
mbra todo el tie
la habitación del empe
me agarraron del brazo
unté, sobresaltado,
taba dolorido por el
e mi intención
el dolor y busqué más es
¿Qué es lo
s y se acercó, to
gun
hacemos
ees que tengo
. Me di cuenta de que
ceder en el m
l momento, Si
n, pero luego te
tá correcto. - dijo
cir la distancia qu
i amor, no quiero dej
naba como un niño pequeñ
manera. No es un gua
á en nuest
e estaban en el bolsillo
ndo una especie de
ayas. Este guardaes
ent
erdo sin decir na
aparición, sino porq
irar a Sil por mucho
regresé a la recepc
justo det
Sondeó, desviá
s. - ¿Dónd
baño. - Dijo, sin ni
ienc
te una tarjeta
uno
o efectivo,
to. Te daré lo
o. Nunca me de