La sangre llama
rimera vez que te ví. Yo ten
n entre el piso y el techo hasta fijarte en mí, no parabas
Escuché la voz de mi
mí. Tenía todo el amor y la inocencia del mundo. No paraba de observarte po
a modo que no me alejara, tú no lo entendías pero al día si
e se encontrarían, sin ningún impedimento. Si nuestro pueblo no fuera un lugar tan conservador o si simplemente nos hubiér
¿Porqué alguien te tiene m
xistir, más sin embargo