Siniestra atracción
rminadas sus necesidades, se levantó y se observó en un espejo, se veía horrible, tenía el delineador y el rímel regados, parecía un mapache. Sus lab
el tono de su celular, salió del
gunto nada m
todo bien? –escucho la preo
unto extrañada mientr
piración–. Será porque, ¡¡te desapareciste anoche y no cogías la maldita llamada!! –grita logrando que aleje
Slycifer Luxcer, es compañero de Lucern y Roger –dice b
... espera, ¿te fuiste con él?, ¿a dónde? –la esc
bosque –dice de manera vaga, l
–escucha que sus
ndió ella e
a santurrona tuvo su primera ve
te contare nada –le amenaza sinti
–. Y, ¿qué tal fue? –chilla emocionad
ser un experto –dice emocionada–, sólo de recor
ez fuera buena –sonríe, sólo esper
puede evitar morderse el labio mi
–pregunta queriendo averiguar si
ibros y me tome algo –se encoge de hombros m
si podía ver como
de campamento, por cierto, ¿qué tal te la está
as por novio a Slycifer, pueden acompaña
cho, además, estaba un poco ebria –admite en
s que sobria no lo hubieses he
es irresistible –muerde su labio, lo
que no has salido con muchos chic
ite tras un rá
jo, vamos a ir a pescar –dice poco emocionada
, se dirigió al armario, saco unos vaqueros deslavados negros, una blusa azu
pillo su cabello y se lo recogió en un moño a
alles de Cambridge. Respiro el aire, era fantástico ser libre, caminar s
en contra de toda su familia, que eran unos ricachones; casarse con su madre, que no era más que una secretari
s, sus padres murieron en un accidente de auto, dejándola sola y en un internando, los gas
años más tarde, un abogado la busco y le explico que siendo la única pariente viva del señor MacQuoid, h
grande, donde puede ver libros de antaño. Se acerca y lee el pequeño rotulo, "Librería
adie contesta, se encoge de hombros, se gi
observa a un pequeño hombre, entre los seten
o –le sonríe, si ya estaba ahí, n
an con la mano instándol
ando el libro y se encuentra con varias imágenes, en la primera, se puede observar a una mujer con un delgado vestido blanco amarrada al techo de una cama con dosel, el vestido lo tiene a la altura de la cintura y una bestia, con cabeza de cabra, to
e una mujer con un niño en brazos; el niño se ve diabólico y la madre se ve angustiada y horrorizada. Cierra el libro de golpe, toma el libro de "La princesa de la bestia" y lo coloca encima de este último;
erdió, y emprendió la búsqueda de regreso al palacio. Camino y camino, pero sólo la noche encontró; un hombre grande la encontró y se la llev
ibros prohibidos, De Daemonialitate et Incubis et Succubis de Ludovico María Sinistrari, que data de 1970, y De Umbraru
ue buscabas? –pregunta el h
libros me encontraron a mí –sonríe de
buen hombre termina de colocar los libros en una bols
olsa mientras espera
bre le dedica una amable sonrisa y después de devolvérse
toma asiento y saca el libro de la búsqueda para terminar de leer la historia. Saca su discman, se coloca l
u bebida, regres
s los libros; intenta descifrar los prohibidos, se
que al final del día, sólo ha quedado
, Mandy y Ro
do? –pregunta ella dejan
estira y cierra los cuad
bos a coro, logrando sac
cierra la puerta y amb