Siniestra atracción
ta con ese suave tono amable, sin embargo,
evo –admite con algo de cans
rah suspira, es su sexta v
–muerde su labio
hermosos ojos verde aguamarina que le recuerdan al mar embravecido; Sarah O'Malley,
rah como un favor a su sobrina, pues
después descubrió por qué. Sarah tenia pesadillas, algunas veces, tr
ura. Tuvo ese sueño tres noches seguidas, pero en la cuarta noche, todo cambio. Desde el techo, Sarah veÃa una sombra que se extendÃa por todo el
ue una sombra, sino varias; todas se apilaban alrededor de su in
e acercó y comenzó a estrangularla, su cuerpo no parecÃa responder, pero su "alma" sÃ. Sarah grito, ocasionando que se despertara Am
ue de las sensaciones? –d
ira serio, de manera profesional
s otras, era mi "alma" la que sentÃa t
ás cardenales y moretones? –Sarah se
–ella clava su vista en el
eron? –pregunta suave, alent
a mientras aprieta con fue
e vi –comienza con tono suave, como
criticar, sólo deseo ayudarte. –Sarah asiente
mbas partes–. Mi cuerpo no se movÃa, pero yo me estremecÃa ante el toque –admite con las mejillas sonrojadas–. Sus dedos fueron sustituidos por sus labios, haciendo el mismo recorrido; le siguió su lengua –habÃa cerrado los ojos queriendo evitar la mirada del doctor–, desde la posición que esta
pezón, después tiro de él con los dientes, y por último, succionó, ocasio
terminó, comenzó bajar por mi abdomen hasta mi...
e del sueño, cuando le ha contado lo del pecho; aunque que es peor que
pechos –dice bajo pero con voz decidida–. Mi cuerpo era un mar de sensaciones, y entonces, él se levantó, soltó mis pechos y se situó en medio de mis piernas; sabÃa lo que venÃa a continuación, abrió más mis piernas y con una, aunque precisa embestida; se introdujo dentro de mà –frunce el ceño, la sensación habÃa sido muy real–, grite y me retorcÃ; aq
egundos de análisis–. Necesitas salir más, conocer
–dice mientras asiente, Amanda solÃa d
erra el cuaderno y lo deja en s
gan –ella le dedica
h se levanta y camina hasta la puert
bús y regres
an le habÃa dicho que las sombras no eran más que recuerdos repri