Anomalia de amor
ro
darnos quietas ante el sonido de pasos, risas y golpes en el pasillo
Sabrina llamando nuestras atenció
seguido del aumento de las carcajadas, Sofía, Naomi y yo nos miramos, entendiendo la
mo Sabrina y yo. Mis ojos casi se salen de sus cuencas al ver a un lindo chico d
había visto imteracturar de forma decente con alguien que no fueran ellos mismo. Los dos primeros se asemejaban mucho a los mellizos con la maldad brotando de sus poros, ya que disfrutaban del sufrimiento de la gente y eran los primeros en aparecer cuando había problemas sin sentido. Sin embargo, Isaac era el más
y Ethan dejaron de patear al chico, que seguía retorciéndose de dolor en su sitio posando sus escalofriante y azulada miradas sobre nosotros. Isaac dejó de observar con aspecto aburrido por la ventana para enfoca
el daño psicológico y físico que le estaban haciendo a ese chico?
olegio, pero nunca me había creído nada. La gente pretendía excusar el comportamiento de e
ro. La pelinegra se pasó la mano por el pelo, dejando a la vista un brazo lleno de tatuajes bajo su chaque
por miedo propio a ellos. Paris aún tenía al chico agarrado por el cuello de su camiseta, y pude ver algo de sangre chorreándole
tido una bu
, mas no fue así. Paris se acercó a mí con paso decidido, haciendo sonar sus botas militares contra el suelo pulido de
Me sacaba unos cuantos centímetros, no muchos, pero su aspecto de delincuente
e hablé con el tono más duro que pude fingir, sacan
placer. Eso me creo. -Ni siquiera entendí de donde me salió el tono iracundo y seguro que utilicé en ese mome
ón de Isaac. Mis amigas y el chico de los ojos azules me miraban con pánico. Una carcajada se escapó de la garganta de Ethan, segu
tón, fingiendo curiosidad. -¿Eso me convierte en
que se entremezclaron con los sollozos de Sabrina y los insultos de Sofía y Naomi. Caí al suelo, con una patada en mi espinilla que me hizo casi desfallecer en ese i
escupí algo en la cara, haciéndola cerrar los ojos cuando el líquido tocó su piel, vi venir su mano desde arriba, dispuesta a volver a pegarme, pero Sofía se interpuso. De una patada en el estómago mi amiga la hizo sali
a mares. Me ayudó a levantar mientras que Naomi se acercaba a
a vez que se daban un puñetazo. Yo me acerqué cojeando y agarré como pude a mi amiga por los hombros, al tiem
de cómo defendernos, pero Naomi y la morena eran unas fieras que no se quedaban quietas ante la amenaza. Sofia la había hecho pag
a a meter en el lío de brazos y patadas voladoras. Esta vez, no solo Paris se llevó golpes de parte de la morena, sino que le proporcionó a Cameron un golpe en la nariz que lo hizo sangrar casi de manera instantánea, por lo que Connor la
ierda saldremos d