Anomalia de amor
ro
ojos una y otra vez. -Te estás convirtiendo en lo que siempre hemos detestado, rubia ¡Reacciona! -la zarandeé de los h
o de la pared. Parecía algo despreocupada con la situac
guntas? -le cuestionó Sofía, llegando detrá
hicas mis amigas? Lo más divertido era
¡Sabrina está enamorada! -volví a exclamar. Más persona se nos quedó viendo, es
edoso romance. Intenté hacerlas entrar en razón, pero las tres me ignoraban mientras sonreían ante las palabras ilusiona
ackson! -les comuniqué esto último en una exclamación baja de tono para que el resto del pasillo no lo supiera. Naomi abrió rápidamente los ojo
ad y abrió mucho los ojos. Sabía que el nombre de Jackson resonaba en su mente y n
pero no queríamos que nuestra amiga acabara mal por ese chico. No quería que un pe
te y tímida, no tenía muchos amigos y casi siempre estaba sola. En un principio me pareció una chica de una belleza casi angelical y amigable, así que lo ún
mierda que tenían ese tipo de personas. Vamos, todo un personaje. El gran problema es que Sabrina, desde que la conocí, se la había notado que era demasiado cliché para mi gusto. Ella pensaba que el amor
ela adolescente donde la niña buen
a arrepentirse. El caso, es que ella fue pillada haciendo trampas en un examen. Charlando ese día nos dimos cuenta de que teníamos los mismos problemas mentales y nos hicimos
abía, ya que no se ca
una supuesta cena familiar donde nos habíamos casi arrancado los pelos, pero poco a poco nos fuimos dando cuenta que teníamos más cosas en común de lo que parecía y
s cliché. -Le reprochó la pelirroja. Ella
no exagero? -les
hacemos? -llevó una mano a su mentón mientras S
arpía, del otro subnormal y de todos que le intenten estropear la relación. -Pr
lo dije que me gusta, no que lo ame. Además, soy consciente de que una relación entre nosotros e
era muy pro
ló. -¡Aurora, sal de ese cuerpo! -le gritó como estúpida. Sab
iguió Sofía tratando
treven a c
mi me dio una ancha sonrisa como respuesta de s
ste, Auri. -me dijo la morena con gracia. ¿Quiénes se creían pa
pasando por una crisis? -les pregunté. Las dos volvie
aspecto de chica pequeña y tímida. Parecía una niña
nunciaba la pregunta. Sabrina la miró, más no dijo nada. En lugar de su dulce voz, a todas nos llegó el sonido del timbre que anunciaba el cambio d
tencié, tomándola de los hombros. Las otras dos chica
iera bien argumentada) que nos tenía que explicar Sabrina. No obstante, cuando las palabras se disponían a salir de
interrumpir nuestr