Anomalia de amor
om
hay miles de discu
tupendo y maravilloso. Mis sospechas se confirmaron cuando entré a la ducha, limpia y con olor a pinos y estuve un tiempo eterno bajo ella disfrutando del a
a aparentar ser muy dura, pero en el fondo no había persona con un mejor corazón que ella y cuando le tomaba aprecio a alguien lo defendía con las uñas y dientes si era necesario, su valentía era bastante admirable y aunque yo trate de culparme también el director ni Alex el padre de Aurora me creyeron, además que la insoportable de París tamb
por eso no tendría que preocuparme hasta la otra semana, además sabía qu
*
r una vez en mi vida pude sentarme en el sitio que quería: al lado
ocup
a cada vez
la lectura. Mi concentración llegó hasta el punto de olvidar el
traño y molesto al lado simplemente arruinaría la paz que estaba almacenando a cada minuto que pasaba. Por una vez que tenía un buen día, no iba a desaprovecharlo, además los idiotas amigos d
el estruendo que hizo mi mochila (que estaba en el asiento de al lado) al impactar contra el suelo me provocó un pequeño rebote debido al susto. Miré a la persona que se sentaba al m
ara mirarme con una ceja levantada. Cerré mi libro con fuerza y me crucé de brazos. Era alto, su pelo estaba revuelto, era
asiento libre?-. Bastante guapo, pero demasiado estúp
que era asi de estupidos, pero como en la vida r
asientos que estaban libres. Él se encogió de hombros m
o la vi manchada de algo marrón que preferí no descubrir que era. -Has manchado mi mochila
pelirroja
erme mi día perfecto y se tomaba las molestias de llamarme a mí neurót
io a primera vista también, ¿no? Porqué
ya estaba en m
nte alta como para que el resto de la clase, que estaba totalmente en silencio, me escucharan y rieran por el
ibro y a concentrarme en la lectura intentand
ocando con sus palabras murmuradas que un escalofría recorriera mi espalda. Procesé lo que me había dicho y el desconcierto se plantó en mi cara cuan
su cara a centímetros-, Alex no llega
estaba debatiendo entre tirar su cadáver al lago o quemarlo después de hacerle pagar por no cerrar el pico y contarme el final
pezaba a resaltar no sé qué cosas en unos apuntes que tenía sobre la mesa. Sin emba
e hacía un spoiler y s
ataba de matar con la mirada, aunque por desgracia eso era imposible. Él llevó su mano con indignación
. Él se puso de pie y yo imité la acción, preparada para lanza
sonrisa que tenía hace unos segundos se le había
ba dispuesta a comenzar a insultarlo, pero el profesor se puso de pie con rapide
en una mueca de enojo máximo. Toda la clase le hizo caso, incl
stin como yo nos quedamos mirando fijamente como villanos de películas. El profesor, perd
dome salvaje y neurótica y había hecho que me echaran de la clase. Y se suponía que este era el mejor día de mi vida
ras caminaba del otro lado del pasillo. Yo estaba totalmente
eunir toda
ante. ¡Él era el culpable de todo! Pero no dije nada, seguí ca
esperaba nunca volver a verlo. Es más, no pien
*
así aprenden a respetarse -sentenció el director. Iba a abrir mi boca para empezar a chi
in a la salida. No entendía nada, ¿por qué se empeñab
s durante un mes? Estaba decidido