El prisionero del cielo
está saliendo bien, pase todo el fin de semana escribiendo, no reparé en dormir y tampoco en
as cartas de esta semana que le enviaré a Fernanda. Víctor, e
te - anuncio Víctor, mientr
e y me acerqué a los
ara mí - pregu
han devuelto todas l
porta, dam
y apiladas. Me las dio y busque la carta nueva. La carta que me había llega
L. » decía
sté pasando realmente, trato de llevar todo lo más ordenado y tranquilo, me he enfocado mucho en mi trabajo, me ha costado la verdad, pero creo voy bien, trato de ir de lo mejor, en mi vida como siempre va rápida
solo me abruma y siento que me ahoga, ya no se que hacer o a donde irm
obre el escrito. Me percate de que Victor estaba en el fondo junto con o
garse con eso que siente por mi. Grite entre estás cuatro paredes y rogué a dios que me sacará de ahí, que me dejara i
ese libro cuánto antes. Mis manos empezaron a poners
a en días. No necesitaba nada más que el recuerdo de mi amada. Leía su carta 3 o 4 ve
r rendido en mi catre, ardiendo por la temperatura y escuc
nos instantes me deje vencer, solo así pod
la cama, mirándome y con el escrito entre sus manos. Cuando se percató q
sto de mi vida. Creí que te
uere, señor director.
amigo Marín
ndo abismo, note que el director sonreía con una son