icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

KADER

Capítulo 2 Prólogo

Palabras:2235    |    Actualizado en: 30/08/2021

ara allá, hasta que acostó su cabeza mirando hacia el cielo y reprimiendo sus ojos con los dedos. Ahora mism

a?», Pensó vez tras vez, le fastidiaba en exceso que

la mente, un cansancio le recorría el cuerpo y

pero la situación se estaba volviendo insoportable cuando la reina estaba pretendiendo, que Nadia, su dami

argar con el nombre de la corona en cada pres

adre exclusivamente para la familia, exclusiva y únicamente para la re

mostraba refinamiento, pero que, dentro de ella, aún tenía sus trapos viejos y una cond

retenciosa que se volvió o a la cara de

a se desestabilizaba. Así que sí, él debía odiarla por ocupar un puesto que ella no merecía

cargaría de colocarla en su lu

a noche en su visita. Él mismo le dijo que viniera, no sabía todavía por qué razón, pero estaba seguro de que la belleza y la

y evidenció que la carrocería se estaba frenando fren

importante para él. Dejarle claro a esa tonta, que las miradas que le dirigía, no tenían nada que ver con el i

hra Jalaf, se asomó para que el hombre la ayudase a bajar, y lue

arían esta noche, y que la dama de compañía de su amiga, podía acompañar a la

escarada posible. Kader correspondió el gesto y tomó su rostro dando un

estad… —le dijo una vez la d

ue me animarás muy rápido —expuls

uchar como otro carruaje se acercaba. Kader frunció el ceño, porque no sabía que había otra

rosiguió, Kader sonrió complacido, porque ellos siempre eran bienveni

familia, no sabía cómo el corazón de su hermano no se hab

videnció con extrañeza que una tercera persona estaba bajand

ue llevaba meses en Angkor, y que le

más de lo debido, pero luego se llevó una represión decorosa de parte de Ainar

dar a la pareja y los al

rigiéndose solo a los esposos, mientras traía de g

obrino —la mujer lo señaló—. Es hijo del hermano de mi esposo, está de visita, y lo trajimos porque la

o de Kader se tensionó de inmediato. Su rostro se puso un poco pálido y l

s ojos de los demás lo veían de forma extraña—. Continúen… p

? —replicó Bus

n un m

ceptó ladeando la cabeza, y luego evidenció como un lacayo acompañó a su amiga, que, a últi

a él, Kader lo frenó colocando una mano en su p

la dama de la reina…? —pregunt

añía, y sí, vengo a verla, ¿Hay a

ó su chaqueta de forma abrupta, para agarra

go respiró agitado. No en

que quieres regresar a tu jodido pueblo. No quiero verte cerca de Nadia, ni siquiera a

ación con ella. Pero los intereses del reino eran más importantes para él y su familia. Kader era el príncipe de Angkor, el segundo hombre con el poder suficiente d

losa y hermosa, no dudó en asentir zafándose d

diota se subió nuevamente en la carroza

ón pura, ahora si podía entr

ersando, y el grito de su sobrino Zahid, lo alertó

ra su preferido y caminó con él e

príncipe escuchó la pregunta de Ainar

mejilla y luego dejó que su so

rte dolor de estómago y se fue muy rápido en la carr

l lugar de Nadia, para saber cuál era el gesto de su rostro con tal información. Ella pa

oz de Saravi, para ver como luego to

por otro hombre, «¿Qué clase de estupidez era esa? ¿Cómo se atrevía ella a soñar escalar en la soledad con un hombre que ni siquiera le podía ofrec

levaba la copa de vez en cuando a sus labios como también comía uno que otro bocado, sin embargo, no

pantalón, debajo de la mesa, y allí entró a la realidad de que su amiga estaba

a mi famili

go el hombre escuchó como su hermano le hacía

e estaba diciendo

las construcciones —dijo Kalil con una sonris

ojos en Nadia. Ella tenía su mirada tan fija y expectante a lo que te

siempre hay alguien con la mente fría que

i besando el dorso de su mano. Entonces en el m

, es una fortaleza, que creo que c

nstante él evidenció que Nadia le dijo algo en el od

un segundo se fue colocando de pie, disculpándose también y

, vio en que ella se apresuraba por tomar dist

amisela pegara un salto y se detuviera, colocando las

rándole la irritación que

la no podía salir de su dominante conducta, y

sar, Majestad… la r

s que lo enloquecía—. ¿Qué pretendías con Badí? ¿Acaso tenías en mente formar una familia? —l

debido respeto, es

l punto de pegar su propia nariz con ella, agac

ombre de renombre o pordiosero, podrá poseerte, ¿y sabes por qué? Porque eres

Obtenga su bonus en la App

Abrir