KADER
por todo el carruaje andante y su sonrisa se ensanchó, al ver q
estido, pero su rostro no reflejó en ningún m
?», se preguntó Kader mientras unas risillas se
pero ya que le pidió a su hermano que lo acompañara por asuntos de trabajo,
s vehículos con soldados, y muchos más caball
a a dejar de ir con su espo
n lo que tenía que hacer en el pueblo, debía enfrentarla cuando llegara
rostro tomó un ceño que no pudo evitar. Esa sensación estaba allí de nuevo, todos sus pen
meterse dentro de su alma eran las culpables d
tó extrañada, a lo que K
dist
ra vez que estaban por tanto tiempo solos, y que no había guerra entre sus palabras y sus miradas. Por un
rla lo más q
ó a insistir, pero su
parecer viejo, ¿
fundida, ¿Por qué querría
ara quitar la tensión evidente que había entre ellos. Por nada del mundo quería ser un punto de discordia entre
la cara roja—. No sé por qué esa insistencia de humillar a Nadia, ¡
rey se posó
ozco a mi hermano, sé que es presumido y de cierta
tro del palacio, hemos pasado por mucho —la reina se acerc
encontrará una esposa, y ten
tecieron; ya sabía qué debía hacer de ahora en adelante. Y si esa fi
día de una familia que ya tenía suficiente. Y mucho menos para l
durar, de crec
sta vez lo miró fijo, detallando cada parte de un r
er sus ojos la mirarían de otra forma, y se sentiría más cómoda
esto. Además, que era muy extraño que Nadia estuviera tan calmada ahora,
había pasado? ¿Acaso es
… para que me
llevó su mirada a la carret
reocupe,
la de ella, hasta que vio que su boca se abrió de nuevo. Y sí, aquí venía, ella tenía algo por
zo una pausa y volvió a tomar su vestido, haciéndole saber a Kade
nque no tenía ni idea de que carajos iba a decir, él seguía embe
rrió su cuerpo entero de solo pensarlo, y tuvo q
—se hizo el ton
llas se pusieron algo rojas. Este era el momento más especial para él, donde su rostro y sus pecas contrastaban
a boca del hombre se torció en una mueca, pero aun así prosiguió—. No solo usted se incomoda. Sé
os que fueron establecidos en la corona. Y aunque sé que esto es un problema para muchos, a mí sí me gusta seguir las reglas, Nadia. Quizás ese sea el
conveniente no era que uno mismo se diera una oportunidad
ar afuera—. No debe preocuparse…
a mismo podía contemplar que algo comenzó a pesarle en sus hombros y aunque quería preguntarle miles de cos
y aunque el príncipe estaba en su frente mirándola fijamente en algunos momentos, prefi
asaría con su esposo por amor. Así que solo podía mirar al cielo y rezar para q
re que no amaba y ahora era muy fe
grave y se giró rápidamente mientras u
yo hizo una reverencia al prínci
arruaje y luego se giró haci
da mirando su mano por un segundo, y luego y con
viosas, hasta lograr que sus mejillas se calentaran. No entendía por qué de un momento a otro se puso tan nerviosa, pero tuv
mano, pero esta se apretó más. No le quedó más opción que
ader le hizo un guiño, y luego comenzó a cam
z que se sintió tan pequeña que quiso estallar hacia todas partes para encajar en algo, y esta era la
que era una tontería pensar en ese sentimiento y decidió permanecer sumisa a su conducta, para que la intensidad de
a repudio por ella, y que su estadía en el palacio y la posic
na reverencia—. La reina la espera dentro
alejados del lugar de ventas y comercio. Imaginó que este era el sitió de algunos hombres de reno
divisando, definitivament
razo de gancho, y ella lo aceptó para proceder en entrar al lugar, mientras m