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El Jardín de la Inocencia

Capítulo 2 02

Palabras:1343    |    Actualizado en: 06/07/2021

camino, corrió rápidamente a o

HICIERON — Grita Ana,

entre las manos, tratando de no enloquecer con

entra bien? Porque nadie dice n

dama y algunos de los cadáveres de los homb

traron a mí Verónica —

r ahora a buscar

e guardias. Se encontraba aledonica, con la mirada perdida y con notorias marca

ónde está Veróni

to y le aparta, ya que la joven es

licadeza. Ha sido brutalmente ata

er dónde está Verónica, si tú nos ay

yudarla — res

ces eso? — pr

ron esos bandi

— continuaba diciendo Fe

braza a Felicia, llora

rida niña, dinos d

llorar, estaba at

está

s son succionadas por el suelo y se esfuerza

iendo niña? ¿Dón

o dejó que la tocarán. Se

llora y acaricia Fe

a les habla a las criadas — lleven a Fel

el acantilado puede ser que esté mal herida y ne

a caravana, ella no podría... — El guardia que

es? No pod

o en los terrenos del

endo el padre de Roberto

pe. ¿Dónde está Verónica?

caído por un acantilado, en los t

ueda perplejo, esto era co

a buscar su cuerpo. Quédat

lla está v

puedas borrar de tu cabeza — se lo de

ror han entrado a los terrenos

señor Leduc no puede terminar de completar

UNA BUENA MUJER! —

Le hace señas al guardia que es

ahora a buscarla — decía el guardia, mientras llamaba

do para iniciar la búsqueda. Todos, excepto Roberto, sabían que era una tarea inútil, p

*

a el Guardián junto con su amigo y sirviente, viendo una

isita belleza. Aunque no entiend

l aura del pecado en ella como para dar fi

das y la enviarás f

que traes después del niño — lo decía

Lo

ariño al humano, la última vez que h

a l

maldad del hombre está en el interior de

no tienes por qué seguir hablando de él, cometí un

qué eres nuestro protector nun

rdián limpia las heridas de ese extraño ser qu

enga puro, para que mi deber no

*

eda en los límites del jardín

mañana la búsqueda será mucho más fructífera y tu suegro l

stedes, que los hombres desca

on poca luz, sólo te estás a

no voy a renunciar a la mujer que amo, sólo me que

taba en la búsqueda llega

ron un chal de la señorita —

encontraro

tos logra distinguir en los terrenos del jardín, huellas en el barr

oberto mostraba insistentemente

emente el Guard

del haz de luz rojo — Roberto se dirigía con paso firme para cruzar el límite del jardín. Su padre lo toma firmemente a un centímetr

PENSANDO? entiendo tu dolor y desesp

upefacto, mira su

pensando, por favor perdónam

mejor que ambos de

apá, g

por la mañana la búsqueda tenga frutos, o que al menos, Roberto Leduc corte su i

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