Cien Metros Cuadrados
que le había tendido para que las echara un vistazo-. A juzgar por tu manera de escribir, se te da muy bien, tienes talento; entonces, ¿por qué
a frente, mientras alargaba una mano para coger las hojas,cuando volvió bruscamente la cabeza hacia mí, y me
hombre que se encontraba enfrente de mí, no solamente parecía ser una persona estricta, si no que no parecía tolerar que le "corrigieran" lo más mínimo, o que aquél sumamente estúpido se dignara a cruzar una sola palabra con él, y por un momento, yo me sentí una tremenda estúpida por haber dejado muy claro -erróneamente- que sí le consideraba algo "ignorante" por su opinión-. En fin, creo que ya te he robado demasiado de tu tiempo. -Agregó entonces, entregándome los papeles de mala manera-. Creo que se
no vine pidiéndote trabajo -proseguí, mientras movía las hojas a la altura de su rostro para que entendiera exactamente a qué me estaba refiriendo-, fuiste tú el que solicitaste mis servicios cómo escritora, cómo el gran narcicista que eres, así que, no te confundas, guapito de cara, yo no soy una "cualquiera" que revolotea a tu alrededor para ser portada de una mugrienta revista, eres tú el que necesita que el mundo entero sepa de tu patética existencia. -Giré